Cena frente al mar

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-Buenas noches ¿Tiene reservación?- Jennie llegó a la recepción del restaurante.

-Sí, soy la doctora Jennie Kim, la reservación debe estar a nombre del Hospital Central de Busan- respondió amablemente, apretando su pequeño bolso en sus manos.

- Por supuesto, bienvenida doctora Kim, pase por aquí, su cita ya está aquí- Jennie quiso decir que no era su cita pero continuó detrás del joven hasta llegar fuera del restaurante, una mesa con mantel blanco, un par de sillas rojas y unas copas con una botella de champán.

Al acercarse pudo ver al doctor mirando el mar, con las manos dentro de sus bolsillos, vestido con pantalón de vestir azul marino, una camisa blanca con corbata azul y su saco azul. Pareció escuchar los pasos de la doctora, pues volteó en seguida y le sonrió amablemente.

-Buenas noches doctora Kim- se acercó y estrecharon sus manos.

-Buenas noches doctor Song- el doctor de ofreció separando la silla para que Jennie se sentara- Gracias.

Ambos tomaron asiento y el mesero les sirvió champán en sus copas.

-¿Desean esperar un momento más para pedir?- ambos doctores se vieron.

-¿Está bien si esperamos un momento y podemos conversar?- cuestionó el doctor y Jennie asintió- En un tiempo pediremos.

-Está bien, estaré aquí cerca, con su permiso.

El mesero se retiró y Jennie tomó su copa para dar dos pequeños sorbos a su bebida, mientras el doctor la observaba. Los ojos de la doctora se dirigieron al mar, creyendo que quizá así el doctor dejaría de verla.

-¿Es una excelente vista verdad?

-Lo es- respondió la doctora- ¿ha esperado mucho?

-No realmente, he llegado hace diez minutos, me gusta llegar antes- de repente el viento hizo su aparición y movió el cabello de la latina provocando que se viera su frente golpeada- ¿Qué le ha pasado? ¿Está bien?

-¿Disculpe?- el doctor señaló su propia frente y Jennie comprendió a que se refería- oh ha sido un accidente en el hospital el día de ayer, nada grave.

-Pudo haber cancelado de no sentirse bien, se que esto es un compromiso pero no debe descuidarse, por favor si se siente mal solamente dígame y terminamos la cena- el doctor parecía realmente preocupado.

-No se preocupe doctor Song, estoy bien.

-Puedes decirme Minho si no te molesta claro- tomó su copa y dio dos sorbos observando a la doctora.
-Claro, Minho Entonces- le sonrió amablemente.

-¿Qué tal te ha ido en el trabajo? Además de tu incidente claro.

-Realmente ha ido bien, me encuentro ahora centrándome en una maestría.

-¿Tomarás algunas especialidad o ya la tienes?- el doctor subió los brazos a la mesa prestando atención a Jennie .

-De hecho soy médico general, soy jefa de urgencias, y sí estoy por iniciar una especialidad, aún no me decido.

-¿Qué opciones te has planteado?- la plática estaba relajada, estaban simplemente hablando de trabajo y eso tranquilizaba a Jennie.

-He pensado en neurocirujana y también pediatría, son cosas distintas pero que me gustan.

-Tal vez puedas decidirte si te acercas a ambas- sugirió encogiéndose de hombros.

-¿Cómo?- Jennie tomó otro sorbo de su copa interesada en la conversación.

-No sé si lo sepas que soy oncólogo y estoy a unos meses de terminar psicología infantil, sobre todo porque quiero que mi enfoque de oncología sea con los niños... tengo algunos amigos con los que podrías estar en cirugía, ayudando y puede gustarte. Y la pediatría quizá pueda ayudarte en algunas prácticas que estoy teniendo, de hecho estaré estos meses aquí, antes de volver a Los Ángeles.

-No quiero molestar realmente.

-Créeme que no es molestia ayudar a una colega, quizá termines siendo neurocirujana enfocada en el ambiente infantil.

-Quizá- Jennie estaba tomando muy en cuenta los puntos del doctor.

-Cualquier cosa puedes acercarte con confianza.

-¿Tus prácticas serán en el Hospital Central?

-Sí, aunque también tengo una plaza ahí no la he tomado porque aunque me gusta Busan, tengo un centro de ayuda en Los Ángeles, estamos iniciando pero estoy conectando con nuevos donadores.

-¿Qué es en sí lo que hacen?- Jennie se acercó a la mesa colocando un codo en ésta y concentrándose más en el tema.

-Apoyamos a niños con cáncer, buscamos que tengan sus tratamientos sin un solo gasto, hay empresas y otras instituciones dispuestas a ayudar, además de apoyar al estudio de alguna cura.

- Eso es increíble, me alegra que los ayuden...- Jennie se quedó pensando un momento.

-¿En qué piensas?

-Hyun- dijo en voz baja mirando el mar.

-¿Hyun? ¿Quién es Hyun?

-Es el hermano de Jiyong, él está enfermo, los tratamientos no han funcionado como deberían- la voz de Jennie transmitía tristeza que el doctor percibió rápidamente.

-Podemos revisar su caso y podríamos ayudarlo en caso de tener lo necesario- Jennie lo miró - lo digo en serio.

-Eso sería estupendo en serio, ellos han tenido dificultades y aunque tienen dinero creo que no han llegado con el médico indicado- el doctor le sonrió.

-¿Y estás pensando en que quizá yo lo sea?

-Bueno, tú estás ayudando y tal vez sea una esperanza.

-Puedo verlo el lunes, ¿podrías prestarme tu consultorio? Tal vez podamos hacer algunos estudios en el hospital para adelantarnos y poder determinar de qué manera podríamos ayudarlo.

-Eso es estupendo- la sonrisa de Jennie fue única y el doctor lo supo, sonrió para ella también- mañana hablaré con Jiyong.

-Por supuesto... ¿quieres cenar?

-Oh, claro, la conversación me ha tenido con la cabeza en otras cosas pero mi estómago pide comida - ambos rieron y Song levantó la mano para que el mesero se acercara.

-¿Listos para ordenar?- ambos médicos asintieron.

-Me gustaría la recomendación del chef - sonrió Jennie
.
-Me parece buena idea, pediré lo mismo- comentó el doctor y observo a Jennie reírse- ¿Todo bien?

-Sí, si, disculpa.

Jennie observaba a Jisoo al otro lado del restaurante haciendo señas, podía entender perfectamente cada seña "¿estás aburrida? ¿Quieres irte? ¿Mosca? ¿Andrés?" Jisoo simulaba espantar moscas, tiro un poco de vino en una servilleta y le mostraba refiriéndose a la menstruación, Rosé las observaba divertida mientras Jennie negaba a todo lo que su amiga sugería.

-Entonces... pareces muy joven Jennie, y eres jefa de urgencias, cuéntame sobre ello- el doctor sirvió más champán en su copa y sugirió a Jennie más y ésta aceptó.

-Sí, tengo 26 años, desde mis prácticas el hospital vio algo en mi y cuando me recibí, me ofrecieron trabajar ahí, por lo que acepté, soy muy estricta con mi trabajo y exigente con todos, supongo que eso vieron en mi.

-Creo qué hay más en ti de lo que piensas, había escuchado lo exigente que eres con tus médicos y enfermeras, eso es bueno, los vuelves fuertes y exigentes en ella mismos.

-Gracias por entenderlo, creo que eres el único- sonrió Jennie.

-Quizá lo entiendo porque soy igual- chocaron sus copas y rieron.

El resto de la cena fue muy tranquila, los doctores conversaron sobre sus años de estudios, sus casos más difíciles y extraños, acordaron una cita para el pequeño Hyun, intercambiaron números para mantenerse al tanto, pues Jennie hablaría primero con la familia de Jiyong

-Ha sido una cena muy agradable Matt, pero es tarde y debo irme.

-¿Vienes en tu auto?

-No, una amiga me llevará

-Sí necesitas que yo te lleve, yo puedo hacerlo, no te preocupes Jennie.

-No, en serio está todo bien, ella debe estar terminando su cita- Jennie volteó a la mesa donde deberían estar Jisoo y Rosé pero las vio caminando de la mano por la orilla.

-¿Son tus amigas?- al parecer el doctor volteó a ver lo que la doctora miraba.
-Sí- respondió sonriendo, sintiendo alegría por su amiga al verlas caminar así.

-Quizá debas dejarlas un minuto más- sugirió el doctor- Sí deseas no te llevo yo, pero podemos caminar también un poco y seguir conversando.

-Me parece bien- No podía aceptar ser llevada a su departamento por él y no quería interrumpir a su amiga.

Caminaron dejando el restaurante detrás de ellos y se acercaron a unas rocas cerca de la orilla.

-¿Qué es lo que más te gusta de aquí?- cuestionó el doctor de repente.

-Las personas, es una combinación de culturas, todo eso me encanta

-Me alegra escucharte orgullosa de tus raíces.

-Lo estoy, mis padres me han educado para luchar por mi misma, aprender de mis errores y avanzar.

-Tienes unos excelentes padres.

-Los tengo- aceptó sonriente.

-¿vives con ellos?

-No, ellos viven en otro lugar, tengo varios años fuera de casa.

-Debió ser difícil, parece que son muy unidos.

-Siempre estamos en contacto, saben que no estoy sola, tengo a Jisoo- señaló a la joven que estaba ahora abrazando a la otra sentadas en la orilla- y Lisa, ellas me cuidan, además de su familia que está al pendiente de mi.

-Tienes buenas amigas entonces- le sonrió el doctor.

-Sí, Jisoo es la mejor amiga del mundo- La mirada de Jennie estaba en su amiga quien jugaba con lo dedos de la mano de Rosé y se sonreían tiernamente mientras conversaban- y Lisa... ella es única, la amo.

Jennie se quedó en silencio, se dio cuenta de lo que dijo y luego sonrió ampliamente sintiendo como sus mejillas podían comenzar a doler en cualquier momento.

-¿Tienen muchos años de ser amigas supongo?

-Jisoo y yo, sí, desde la universidad... a Lisa la conocí hace unos meses pero es alguien increíble y es inevitable no sentir tanto por ella.

-No importa el tiempo, la calidad y calidez de las personas nos pueden hacer sentir más que una persona a la que conozcas por años.

-Lo he comprobado con ella, soy muy feliz a su lado, la extraño demasiado.

-¿No está aquí?- Jennie negó mirando las estrellas- es difícil cuando tus amigos no están cerca, a veces puedes sentirte solo.

-Ella no solo es mi amiga- Jennie suspiró recordando el hermoso rostro de su novia, el calor de sus abrazos, lo dulce de sus besos, el delicioso aroma que emana- creo que es el amor de mi vida.

-¿Lo crees?

-No- respondió Jennie-  No lo creo... lo siento aquí.

Jennie tocó su corazón y observó tranquilamente el mar, las olas, escuchaba todo, miró nuevamente a su amiga y pudo observar cómo Jisoo se acercaba lentamente al rostro de Rosé hasta unir sus labios, fue inevitable sonreír al observarlas pero cambió su mirada para darles privacidad.

-Entonces lo es- escuchó al doctor interrumpir sus pensamientos.

-Sí, lo es.

-Me alegra saber que estás bien cien por ciento, llena de trabajo, continúas preparándote, estudiando, tienes una familia que te apoya y te quiere, una mejor amiga y una novia que te adoran.

-Sí, sólo me falta tenerla aquí conmigo.

-¿Por qué no está contigo? Perdona mi indiscreción.

-Ella es cantante- el médico abrió sus ojos ampliamente y Jennie rió - lo sé yo también me sorprendí cuando lo supe, acaba de lanzar su primer disco... es Lisa Manoban.

-No lo vas a creer pero he comprado su disco hace un par de días y lo he escuchado mucho... ¿de verdad es tu novia?- Jennie asintió alegre con lo que el doctor le contaba- canta increíble, dile de mi parte por favor.

-Por supuesto.

-Buenas noches- interrumpió a ambos doctores.

-Buenas noches señoritas- respondió sonriente el doctor mirando a Jisoo y Rosé detrás de ellos.

-Hola doctor Minho- se saludaron de mano- Ella es mi novia Park Chaeyoung
-Un gusto señorita Park- saludó.

-Igualmente doctor Song.

-Díganme Minho  Por favor- sonrió.

-Está bien Minho- Respondió Jisoo- ¿Nos vamos Jen?

-Claro, vámonos- Jennie se acercó a su amiga- nos vemos el lunes Minho, gracias por la conversación.

-Gracias a ti por venir.

Pronto estaban de camino al departamento de Jennie. Habían dejado a Rosé en su casa, después de casi diez minutos en que Jisoo estuvo fuera de la puerta de la casa de su ahora novia, besándose, abrazándose, y quien sabe qué mas, pues Jennie se volteó y tomó su celular para darles privacidad.

-¿Qué tal estuvo tu cena con el doctor?

-Mejor cuéntame ¿¡CÓMO QUE ROSÉ ES TU NOVIA!?

-Te cuento pero no creas que te dejare escapar pronto de mi interrogatorio, recuerda que la comandante Lisote dejó claro que debía cuidar de ti- de burló Jisoo y Jennie rió.

Mi descontrol y equilibro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora