Miami
Los días pasaron rápido. Se encontraban en su último día en Miami. Jennie aprovechó y le presentó a algunos familiares a su esposa.-¿Será que en cada lugar al que llegamos tiene que aparecer alguien?
-Lisa, él solo me pidió la hora- respondió Jennie rodando los ojos.
-Sí, claro, la hora para ver en qué minuto me levanto de la mesa para volver a acercarse a ti- bufó su esposa.
-Deberías de dejar de ser tan celosa y mejor disfrutar de nuestra última noche aquí- Jennie acarició su mejilla y logró calmar al instante a su mujer.
-Me he casado con la mujer más hermosa del mundo y todos la ven y quieren con ella- hizo un puchero.
-Eres una exagerada.
-Lo digo en serio Nini, en Miami además del tal Hun, aparecieron dos tipos los siguientes días intentando cualquier cosa y ni se diga de la tal Perla que le diría mas bien perra- dijo aquello en español y causó la risa de Jennie.
-Ella solo quería ser amable.
-¡Sí como no! Que amable al ofrecerse para que te sentaras en sus piernas en la lancha en la que íbamos.
-Lisa, no podía ir de pie me podía caer- rió.
-Para eso tienes mi regazo, nadie más puede ofrecértelo, tu lugar es ahí- Lisa jaló a su esposa y la sentó sobre su regazo mientras disfrutaban de una noche en un bar.
-Y creo que le quedó muy claro- reía mientras recordaba a Lisa.
-Tuve que hacerlo- se encogió de hombros y bebió más de su cerveza.
-"Gracias pero ella ya tiene donde sentarse"- la voz de Jennie intentando imitar a Lisa la hizo reír.
-No olvides que al sentarte jadeaste- se burló también.
-Lisa me restregaste en Lisito- las manos de la doctora se fueron al cabello de su esposa peinándolo hacia atrás, Lisa cerró los ojos con la caricias- después me hiciste el amor en el agua, tuvimos que alejarnos mucho de los demás para que no lo notaran.
-Haces mucho ruido- se rió Lisa aún con los ojos cerrados por los mimos que le estaba dando su mujer.
-"Aah Jennie ya no puedo"- volvió a imitarla con una voz temida y Lisa abrió los ojos- terminaste antes que yo.
-Tu tuviste la culpa, te agachaste por los visores y pude ver tu centro jugoso- las manos de Lisa paseaban por sus piernas.
-Voy al baño, ahora regreso- besó sus labios y se levantó.
Lisa miraba el bar semi-lleno. La música latina escuchándose fuertemente. Su cerveza aún fría a la mitad. Decidió tomarla toda, sintió el frío recorrer el interior de su garganta.
-Hola- una voz detrás de ella.
-Hola- respondió sonriendo.
-¿bailamos?- la joven le extendió su mano.
-Lo siento, estoy con alguien.
-Es solo un baile- insistía.
-No puedo- odiaba rechazar a las personas.
-No pasa nada, prometo no robarte- la joven tomó la mano de Lisa y la jaló.
Lisa no pudo hablar simplemente la joven la tomó por sorpresa.-¿De dónde eres?- medio gritó por la música. Meneaba sus caderas frente a Lisa sin llegar a tocarse.
-Busan- respondió. Su movimientos eran casi nulos, estaba observando a su alrededor esperando la mirada asesina de Jennie.
-¿Estarás aquí más días?- la joven parecía muy interesada. Se acercó más a Lisa y puso sus brazos al rededor de su cuello para luego girarse.
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Mi descontrol y equilibro
Hayran KurguJennie una doctora de lo más estricta, sincera y ruda al momento de decir las cosas, no busca el amor, cree en el y quiere un futuro con la persona indicada y un día simplemente el amor llegó, en el cuerpo de una paciente, que sólo estuvo menos de d...