Mi descontrol y equilibro

Hormonas y más hormonas

Dos meses después
-Buenas noches, ¿le tomó su orden?- la joven levantó su vista- Oh por Dios es Lisa Manoban.

-Buenas noches, si un gusto- le sonrió amable y la joven se puso colorada.

-¿Podría tomarme una foto con usted?- preguntó nerviosa.

-Claro que si, préstame tu móvil- la joven rápido saco su teléfono y se lo ofreció, Lisa tomó unas cinco selfies con distintos gestos- Sí no te gustan y quieres otras podemos tomarlas eh.

-Así está bien, muchas gracias en serio eres increíble y amo tu música.

-Gracias eres muy linda al decirlo- al fondo de escuchó un claxon- disculpa pero podría ordenar ya.

-Por supuesto que si.

-Quisiera una hamburguesa doble sin cebolla, sin tomate, con mucha crema, catsup y mostaza, un refresco de manzana y otro de fresa, también unos nuggets y si puede servirme unos pepinillos aparte no importa que tenga cargo extra.

-¿Algo más?- preguntó la joven detrás del mostrador.

-Ah si y un pie de manzana con dos sobres de catsup- la joven la miraba extrañada- lo siento, mi esposa está embarazada y ella lo ha pedido todo así.

-Felicidades por su futuro bebé.

-Gracias.

-En un momento estará su orden, serán 29 dólares.

-Aquí tiene- le extendió un billete.
Unos minutos después le dieron su pedido y salió del establecimiento. Corrió al auto encontrándose a Jennie cambiando de música.

-Ya era hora- bufó y casi le arrebata la bolsa con la comida.

-Sí claro cariño de nada- sonrió Lisa arrancando el auto.

-mmm pof qué fartasfte tanfto- tenia la boca llena mientras comía su hamburguesa.

-Lo siento cariño, eso tardaron en servirlo.

-Mmmh- tragó para hablar cómodamente- estabas coqueteando con la cajera Manoban te vi por qué crees que toqué el claxon.

-Estás loca Nini jamás coquetee- se rió Lisa y luego se arrepintió de lo que dijo al ver a Jennie que dejó de comer para verla.

-¿Cómo me dijiste Manoban?- su rostro era rojo y Lisa tragó saliva.

-N..no quise decir eso amor lo juro.
-¡Cállate! Mejor no hables... ¿trajiste mi soda de manzana con fresa?

-Sí, ahí están- Jennie revisó la bolsa.

-Lisa y cómo rayos crees que tomaré eso, te dije que tenían que combinarse- Lisa detuvo el auto- ¿Qué haces?

-Serviré ambos en uno solo. deja los combino- tomó los refrescos, abrió la puerta y tiró un poco para luego combinarlos- listo amor.

-Gracias- dejó un beso en sus labios y contenta tomó el vaso y bebió la soda.

-Estoy emocionada mi amor- apretó el muslo de su esposa- ya quiero ver a nuestra pulguita, saber cómo está creciendo.

-Lo sé yo también quiero verle, crees que se parezca más a ti o a mi... porque a mi me encantaría que tuviera tus hermosos ojos.

-Y sea morenita hermosa como tú, Aah Dios imagínate Nini una pequeña Jennie caminando por nuestra casa en pañalitos será lo más hermoso del mundo ya la amo.

-Y si es un niño será un pequeño Manobancito, coqueto hermoso, lo quiero llenar de besos... comprarle su ropita, olerlo todo el día.

Ambas estaban alucinadas con la espera de su futuro bebé. Habían pasado un excelente fin de semana cuando les contaron a sus padres.