VII

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Decir que Chuu se estaba volviendo loca sobre el incidente con Yves era un eufemismo. Todo fue cuesta abajo desde esa noche, porque lo único que Chuu podía pensar cuando no estaba ocupada con la tarea, era la forma en que las manos de Yves cayeron sobre ella.

Cada vez que veía a Yves apoyada en la pared de ladrillo de su escuela cuando Chuu salía, se
ruborizaba y giraba la cabeza. Probablemente no significaba nada, pero Chuu todavía no podía.evitar sentirse extraña a su alrededor. Le molestaba un poco para ser honesta.

Tenía mucho en su mente; el baile de invierno, los exámenes parciales, así que Yves era lo último que necesitaba.

Y no quería, sobre todo porque se ponía muy extraña.

"¿Tienes todo? Billetera, llaves, ¿teléfono?" Preguntó su mamá en la puerta mientras se fijaba el vestido.

"Sí madre." Suspiró y ella la besó en la mejilla, antes de entregarle el ramillete y la flor de ojal, que le iba a poner a Heesung. Tomaría su Lamborghini y conduciría hasta el hotel.

Chuu salió de su casa a las seis ese 12 de diciembre por la tarde. Estaba pensando en pasar un buen momento y olvidarse de todo por un rato; escuela, futuro y Yves. Por no hablar, de su cumpleaños que sería en dos semanas y había planeado lanzar una fiesta en la piscina del hotel de su tío, un día antes de su cumpleaños real, porque tenía que estar en casa para la cena de Nochebuena.

La casa de Heesung estaba a cinco minutos de la suya en coche. Las puertas se abrieron al ver que era ella, y condujo todo el camino hasta la puerta de entrada, antes de bajarse del coche. Se acercó a la puerta y llamó. El padre de Heesung, que la saludó con una inclinación de cabeza, abrió.

"Buenas noches señor y señora Lee." Chuu dijo cortésmente y abrazó a su madre.

"Heesung! ¡Chuu ya está aquí!" Su madre llamó y los tres levantaron la mirada hacia la escalera, donde apareció de repente.

Por supuesto que tenía que hacer una entrada, Chuu pensó para sí misma y tomó cada fibra de su ser para no resoplar y rodar sus ojos.

Llevaba un traje azul que mando hacer a Jimmy Valentino.

"Te ves increíble amor." Chuu le dijo la línea que había ensayado en el coche, y luego puso el ramillete en su traje cuando su padre los filmó. Luego fijo la flor de ojal y posaron para un par de fotos.

Él subió una de las fotos a su Instagram mientras Chuu los llevaba hasta el hotel. Fueron quince minutos en coche y se pusieron en la fila detrás de las numerosas limusinas, Ferraris y Lamborghinis.

Contempló si debía o no aparcar el coche ella misma, pero todo el mundo estaba dando sus llaves a uno de los muchos mozos que estaban esperando. Sus compañeros de clase estaban caminando por la alfombra roja que rodaba todo el camino hasta las escaleras y condujo al interior. Había un montón de fotógrafos contratados para tomar fotos en la entrada y Chuu se sentía bastante importante porque podía ver gente en la calle mirar con envidia.

Chuu se bajó del coche y se dirigió hasta la puerta con Heesung, entregándole al servicio de aparcacoches las llaves.

"Este coche cuesta más que toda tu existencia, cuida de él." Advirtió y el chico asintió con la
cabeza, antes de que Heesung saliera del coche y le tomara la mano.

Caminaron hacia la entrada con sus dedos entrelazados y brillantes sonrisas en sus rostros. La mujer en la puerta comprobó sus boletos y los dejó pasar con una sonrisa tensa, obviamente falsa.

Jinsoul, Kim Lip, Heejin y Yeojin (una de las amigas cercanas de Heejin de la infancia) las
esperaban en el vestíbulo, en el mostrador de check-in.

bebé, el cielo está en tus ojos ~ chuuvesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora