EL COMIENZO DEL FIN.

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Apreció el abultado vientre, lo tocó con delicadeza, temiendo lastimar a la madre o al feto, pero ganó una sonrisa burlona de su esposa, razón por la que levantó la mirada y frunció el seño, provocando está vez una carcajada alegre.

— ¿Porque le tienes tanto miedo? Soy muy fuerte lo sabes —presumió ella doblando el brazo y mostrando un bicep inexistente por ahora.

— No me cabe duda, pero has estado más débil desde que tienes al bebé.

Era verdad, desde la concepción del bebé, estaba demasiado débil para poder pelear, razón por la que estaban huyendo sin parar, ocultos todo el tiempo, con muy pocas personas conociendo su ubicación, todas ellas, de absoluta confianza en caso de ser atrapados y torturados para obtener información.

— Han pasado muchas cosas los últimos años... Queda tanto y tan poco por hacer.

Si, Bam, no era quien todos creían. Influenciada por Rachel, quien buscando su protección a pesar de haber buscado sus propias ambiciones, ocultó el hecho de que era ella y no él, quien entraba en la torre.

Todos lo descubrieron de una manera muy curiosa según el testimonio de quienes habían presenciado los sucesos de los últimos años.

Que Khun descubriera ese hecho fue incómodo, que lo descubriera junto a todos sus amigos, fue caótico.

Una prueba, una pelea, una verdad.

Bam había crecido como el irregular, pero durante una prueba dónde el mas profundo de los secretos era revelado en condición de libertad para todos, fue algo incluso fuera de série. Debía ser la revelación de un secreto que cambiara totalmente la percepción del equipo con uno de los miembros.

Khun era quien estaba a punto de decir la verdad de su vida, verdades que solo Bam conocía y que sabía, afectaban a su mejor amigo más que nada, sobre todo porque desde entonces, sería de conocimiento público y él atesoraba su privacidad por el tipo de persona que era. Así que decidió dar por fin algo a cambio del fiel seguimiento de Khun a su persona.

Con el gran riesgo de que todos lo despreciaran, se ofreció a revelar una parte de su pasado, que definitivamente cambiaría la percepción de todos aquellos que lo acompañaban.

— No soy varón, soy una mujer.

Esas pocas palabras marcaron a todo el equipo. A ese punto, era conocido por toda la torre, había causado demasiados problemas para que nadie hubiera escuchado su nombre, razón por la que incluso los administradores quedaron en silencio y el resultado de la prueba se pospuso por unas horas.

Tardaron semanas en asimilar la información, sobre todo Khun, que quedó mudo por el resto de la prueba y el resto pareció demasiado sorprendido para poder siquiera reclamar.

Creyendo que todos lo odiaban, un día salió a caminar lejos, siendo entonces que la mayoría pareció darse cuenta que lo querían de todas maneras y la buscaron hasta encontrarla.

Khun se aferró a ella y confesó su confusión, pidió disculpas por lo que no debía y se declaró frente a todos. Supo entonces, que Khun lo amaba. No amaba a un chico, no amaba a la mujer, amaba a Bam y era todo lo que importaba.

Después de un silencio que preocupó a Khun, Bam cedió a los sentimientos propios e inició una relación, pasando años y un par más de persecuciones que los unían por estar juntos.

Años más tarde, después de la casi muerte de Khun, Bam decidió que era hora de afianzar su relación y se convirtieron en un matrimonio.

— Bam, por ahora solo preocupemonos en estar a salvo hasta que nazca el bebé.

KhunBam (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora