CANDECE || Draco Malfoy

𝑐.𝟷𝟸

El anillo llegó hasta el final de mi dedo y yo solo quería salir ya de aquí, quería hacerlo con tranquilidad y no como niña pequeña cuando algo la tiene en pánico.

Pero me miró y eso hizo que todo dentro de mi ardiera, pude sentir mis mejillas ruborizarse y calentarse.

Me giré de inmediato para salir corriendo pero el anillo se atoro en el antebrazo de su sacó.

Jale mi mano hacia mí para liberarme, pero abrí los ojos con exageración cuando ví que la tela se había empezado a rasgar y entré en pánico aún más.

Maldito anillo.

—Espere, déjeme. — habló él pero ahora más tranquilo de lo que esperaba. Comenzó a manipular el anillo de la tela.— Necesito que se acerque a mi para poder quitar el anillo.— explico, me acerqué hasta él, dudando si era buena idea.

Solo tenía que mantener la decencia un momento, que podía pasar.

Puso su mano sobre la mía mientras bajaba su rostro a la altura del mío, me tense en cuanto sentí su tacto contra mí piel y por lo visto lo siento ya que volvió a mirarme ahora con una sonrisa divertida.

Sus ojos grises se volvieron a colocar en los míos, fue hipnotizante su forma de mirarme no quería quitar mis ojos de él, pero él los quito de mi mirando directo a mis labios, mordí mi labio inferior mientras mi pecho comenzaba a subir y bajar.

—Espero no sea incómodo.

Fue lo único que pude decir, mientras que él frunció el ceño confundido.

Me acerqué hasta él dejando que mis labios chocaran con los de él, solamente rozándose, me separé después de unos segundos, alejándome cuando no tuve ninguna reacción de su parte.

Me sentí mal-avergonzada-, al ver que no hizo nada cuando lo besé, si es que a eso se le podía llamar así.

Sentí como la venganza empezó a inundar todo mi cuerpo, acaba de besar a el hombre con el que he estado fantaseando por días y noches.

Un silencio incómodo fue lo único que había después de eso.

Volví a la posición que estaba antes de hacer el ridículo, con una expresión de preocupación en mi rostro, y el seguí en la misma posición que tenía antes y después del beso.

No decía nada, porque no decía nada o hacía algo como correrme, gritarme, burlarse de mí o humillarme, no me sentiría mal por eso sí lo hiciera pero si por el silencio y la forma tan neutra que tenía hacia mi.

Después de unos segundos me tranquilice cuando lo ví soltar una pequeña risa mientras relamía sus labios.

Me relaje un poco cuando por fin tenía una reacción de él, divertida por lo menos de su parte, pero ahora tenía miedo de lo que fuera a pasar, por mi mente comenzaron a pasar miles de escenarios que seguirán después de algo así

Excepto lo que realmente pasó.

Me quedé en la misma posición sin decir nada, qué podría decir. Me alarmé cuando se comenzó a acercar hacia mí.

Mi cuerpo se volvió a tensar de nuevo cuando sus manos fueron hacia mi cintura atrayéndome hacia él.

Sentí sus labios de nuevo pero ahora eran los de él contra los míos, encajando de la forma adecuada, sus dedos quitaron el anillo de mi dedo para después quitarse el saco lanzándolo al suelo. Tan pronto procese en mi mente lo que estaba pasando puede  llevar mis manos hacia su cuello para acercarlo más a mi.

Me estaba besando y se sentía tan bien. ¡¡Tan jodidamente bien!!.

Sus labios eran muy suaves, tenían un suave sabor a menta. Mis manos se colocaron en sus mejillas, mientras que sus manos estaban en mi espalda apretandola con fuerza hacia su cuerpo, su nariz rozando con la mía, nuestras bocas moviéndose al mismo ritmo.