CANDECE || Draco Malfoy

𝑐.𝟶𝟻

—Entonces, ¿Qué dices Cas?...Cas, Candece —

La voz masculina del hombre de cabello platinado frente a mi retumbó en mis oídos haciéndome salir de mis pensamientos

—¿Qué?—sacudí mi cabeza para borrar los pensamientos que tenía hace un momento.

—Que dices sobre lo que he estado hablando— se inclinó hacia mí.

Llevamos una hora sentados en una cafetería, desde el momento en que me senté me perdí en mis pensamientos escuchaba a Scorpius hablar pero no le puse atención en ningún momento.

Estaba en blanco.

—Mudarte a la Mansión conmigo—

—Aah si, ya habíamos dicho que así será—

—Si pero hasta que estemos casados, porque no hacerlo ahora así comenzamos a vivir juntos desde ahora, no es una buena idea—

No en lo absoluto, vivir en la Mansión Malfoy desde ahora con la loca de Astoria no era una gran idea lo único bueno de esa casa era el Jardín, la biblioteca y Cissy.

—Scorpius…- murmuré por lo bajó.

—Candece por favor, así estaremos más tiempo juntos y planeamos la boda ambos, Por favor Cas—

Comenzó a suplicar como niño cuando va a tienda de juguetes y ruega por qué le compren lo que él quiere, en mi mente estaba lista para decir que no, aún no estaba lista para vivir con su madre y sus arrebatos, los soportaba cada un mes pero soportar todos los días no, no.

Sentí la mirada de enojo del hombre puesta en mi, observandome detenidamente como si supiera lo que estaba pensando y listo para hacer una de sus escenas típicas cada que le diga que no quería hacer algo que el si, no estabas de humor para soportar algo así en este momento.

—Claro, hagámoslo—

El rostro de Scorpius cambió en cuanto me escuchó  para levantarse del asiento y gritar dentro de la cafetería llamando la atención de todos "Mi prometida y yo vamos a vivir juntos" .

Ay no puede ser Cas.

[...]

Pasaron dos largas pero apresuradas semanas, Scorpius me dió como máximo para empezar a empacar mis cosas del departamento para llevarlas a la Mansión Malfoy y comenzar a vivir juntos lo más pronto posible, para dos personas que están apunto de casarse sería uno de los momentos más felices pero para mí era terrible, no quería dejar mi casa era el único lugar en el que podía estar tranquila.

—Enserio te vas—

—Sabes que me puedes ir a visitar—

Estaba metiendo mis últimas cosas en una maleta que estaba apunto de explotar por toda la ropa dentro de ella, mientras Ivan me ayudaba o intentaba ayudar.

—No tú prometido va hacer una escena como en quinto año, recuerdas— giro los ojos.

Reí al recordar la escena de celos que Scorpius hizo cuando me vio abrazando a Ivan después de haber peleado por decir que sus ojos tenían pigmentos azulados y que no eran, completamente grises.

—Mejor te visito yo— giré hacia el castaño para dedicarle una sonrisa.

—Cas—

Mis ojos miraron la figura de quién estaba ahora frente a mi tomando mis manos con delicadeza dedicándome una sonrisa.

—Prométeme que presionó mis manos — Me dejaras de comer antes de irte—

—Idiota— golpee su hombro mientras el se alejaba de mí con una mirada burlona.