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Jessica

El hostal en el que se supondría se hospedaba mi primo era de lo más normal. Casa de madera vieja que cruje al ser pisada.

El dependiente nos atendió y dijo:

"El señor Robbins no ha regresado en dias, creo que lo mejor sería avisar a las autoridades."

Con mucho pesar el dependiente nos dijo todo lo que sabia. George y yo salimos a la entrada del hostal.

—Algo no anda bien —le digo.

El castaño está serio y su cabello se remueve por el frío viento. Nunca había visto un sitio tan frío y sombrío como Londres.

—Según sus notas y los datos que había recolectado fue a buscarlo a una discoteca —me dice mientras leía las hojas que oscilaban entre sus dedos.

—Tenemos que ir al último sitio donde estuvo, la discoteca Red.

El asiente con la cabeza.

Rose

—Así que tu eres el tal Tri-colour único ¿no? —Me dirijo directamente al chico de cabellos de distintos colores. —Supongo que los Tri-Colour no son tan fuertes como lo han dicho.

Lo tomo por la barbilla y le levanto el mentón sin cuidado, no hay ni un rasguño. Incluso ahora me doy cuenta de que su sangre está podrida igual que la del Licantropo que me esta matando con la mirada. Ambos de rodillas ante mi. Como sino fueran nada.

—¡Llevenlos a los aviones! —les grito a mis soldados. —Hoy regresamos a casa.

Escucho vitoreos de Victoria alrededor. Les doy la espalda a ambos encadenados con cadenas de plata.

—Nadie más que Rose una Vi-Colour prodiga que apareció de la nada —por fin habló Nathaniel. —Una hija bastarda que apareció después de la primera batalla de Alaska, una esclava más diría yo.

—Supones bien —le digo sin caer en su provocación. —Mejor ser una bastarda que un doctorcito que se quiere tirar a un licantropo.

No volteo en absoluto, sigo mirando al túnel por el que saldremos de este basurero nauseabundo.

—No eres más que un peón —añade.

—Los peones pueden convertirse en reinas.

—O ser comidos antes de llegar a la mitad del tablero —me interrumpe. —Me encantaría tener una partida algún día.

No respondo.

Voy en la misma camioneta que esos dos y otro vi-colour como yo. Tengo la sensación de que algo está por suceder. Me aparecen imágenes borrosas de cosas que jamás he visto.

—Es molesto ¿no? —pregunta Nathaniel. Cuando dije su nombre me pareció tan familiar. —Creo que el poder que tienes es... espectacular, pero todavía no podrás si te sigues bloqueando.

No volteo en absoluto, no quiero ni verlo y trato de enfocarme en el camino. Todo es muy agudo y los sonidos me dan dolor de cabeza.

—La peor ceguera es aquella que nos imponemos —continúa. —Creo que todos necesitamos dormir.

Antes de siquiera voltear sabia que sucedía. El nos iba a descansar pero antes de cerrar los párpados y perderme vi las sombras moverse a través de la ciudad. La noche misma en movimiento con ojos amarillos y el pelaje oscuro.

Entre vampiros, lobos y otras catástrofes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora