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LEX

La boca me sabe mal y mi vista no se a restaurado, todo borroso. Ni siquiera el olor lo siento.

-Bien ¿Como te sientes? -dice el chico que siempre viene a revisarme.

Se que está revisando mis pupilas con una luz pero no soy capaz de distinguirlo a el.

-Creo que bien... -siento mi garganta seca así que arde un poco, siento mi voz débil y distinta, mas de alguien más que mía. -Solo con molestia en la garganta y me arde aquí...

Señaló porque pensar en tocar esa parte de mi cuello me duele.

-Ya lleva casi una semana y sigue sin curarse, es algo extraño.

Los guantes fríos no contrastan su piel fría, hago un gesto de dolor que quiero que perciba.

-¿En qué momento llegan mis visitas? -pregunto. -No recuerdo la última vez que vi a mi familia...

-Alexandra... -Responde Josh un poco preocupado. -Por ahora eso no será posible, apenas despertaste. Todavía falta para eso.

-Está bien ¿Cuanto tiempo estuve en coma? -por fin me atrevo a preguntar, ya han pasado unos días.

-Todo es un proceso querida -suspira al final. -¿Cuál es el último día que recuerdas?

-9 de febrero de 2017.

-OK, entiendo, estamos a 19 de Diciembre de 2022...

-Han pasado casi 6 años...

-Lo lamento Alexandra ...

No pude dejar de pensar en ello, en todo lo que me perdí, en mis amigos, en mi vida, incluso en lo que ya no voy a poder vivir porque ella ya no está...

Desde que desperté no me han permitido levantarme y ahora que no hay alguien vigilandome tratare de hacerlo. La mayoría del tiempo me cuesta moverme así que con mis manos atraigo mis piernas al costado de la cama. Mis manos casi son capaces de rodear mis tobillos. Me tallo los ojos buscando que pueda ver algo pero no lo logro, solo veo todo borroso. La luz que entra en la habitación es la de la luna. Al dar mi primer intento de levantarme me regreso a la cama, al segundo me estabilizó unos segundos pero inevitablemente caigo al suelo.

-¡Mierda!

Me arrancó las intravenosas y veo unas manchas vinosas en el suelo.

-¡Joder lo que me faltaba!

Si se puede Lecks

Con todas las fuerzas que reúno me arrastró hasta la pared y me recargo para levantarme, camino con lentitud hasta sentir un relieve distinto, encuentro un picaporte y lo giro con cuidado. Con la otra mano busco un interruptor con el que enciendo la luz. Intento localizarme con las manchas coloridas que logró ver así que doy un paso con toda la fuerza que puedo hacia la mancha que creo que es el lavabo y termino casi de rodillas.

Luego de segundos de pelea contra mis propias debilidades logró erguirme, busco en la superficie plateada las perillas para el agua y giro la primera que encuentro, el agua recorre, me inclino totalmente sobre el lavabo y mis manos tocan el agua fría. Me la llevo al rostro sin temer la temperatura, me inclino un poco más para beber un poco.

Casi 6 años en coma... ¿Como me vere?

Luego de unos segundos casi interminables me atrevo a mirar, temiendo que mi vista se haya restaurado y ahora si sea capaz de mirarme.

Ahora... Mis ojos son violetas, unos tan claros que jamás había visto, uno que ni en las flores había visto, a quien engaño, jamás había reparado en ellas hasta ahora. Con mi mano izquierda atraigo mi cabello hacia atrás, ya tenía años sin tenerlo tan largo y ahora se siente extraño. Veo mis pómulos casi pegados a mis huesos, mis brazos delgados como espaguetis. Esta soy yo... El hueco de mi cuello tiene unas gasas tratando de esconderlo, lo arrancó sin miedo y me encuentro con la marca de dos colmillos, tan roja e inflamada, ninguna herida jamás se me había puesto así, ni siquiera estando tan débil las de las agujas permanecían por mucho, por ejemplo las de las intravenosas ya no estaban.

Otra vez el ardor me atacó y me hizo perder el control por unos segundos en los que no puse atención a la puerta que se habría, ni menos a la persona que entró, eso hasta que sentí su cuerpo sobre el mio, sus manos recorriendo mis caderas delgadas. Tenía miedo de levantar el rostro pero me hizo hacerlo cuando su mano me tomó por el mentón.

Y la vi, sus rulos rojos pero ahora con mechones blancos, sus lindos ojos que ahora se tallaban de rojo, su piel nivea con pecas, unas tan lindas que ya conocia.

–Zoey...

Sus largas uñas me lastimaban la garganta así que sonó más como un gruñido débil.

–Así que la lobita sigue débil –dice en mi oreja y se me eriza la piel. –Lastima ya que por ahora seras mi juguete y no sabes como me divertire pero primero.

Su aliento frío pega más fuerte en el lóbulo de mi oreja y me hace reaccionar sin querer.

–Dime que fue lo que sucedió el último día en el que estuve con vida ¿Qué sucedió para que yo terminará siendo lo que soy? –sé inclina más sobre mí. –Estoy esperando cachorrita.

-No eres las misma ¿Qué te sucedió? -pregunto con preocupación.

-Supongo que todos cambian ¿no? –responde de mala gana. –Ya que no dices nada yo sacare las respuestas.

Con la mano que tenía en mi garganta aparta mi cabello de mi cuello lastimado y huele con suavidad, antes de morder nuevamente pasa su lengua con lentitud y siento un alivio porque calma el dolor, cuando por fin muerde mi cuerpo reacciona con un espasmo y por un momento veo pasar los últimos momentos que vivimos antes de la tragedia, luego veo por otros segundos pasan unos que no son míos, esos que no parecía conocer de ella, el dolor de no recordar nada.

Ignoro por unos segundos aquello y atraigo su cabeza para que no se detenga.

Yo fui la que fue incapaz de salvarla y ahora que no soy capaz de brindarle algo más, solo puedo darle mi sangre, yo al no aceptarme le hice daño a alguien que si lo hacía.

Cuando por fin se detiene yo siento que estoy a punto de desmayarme, ya drenada y cansada. Me da la vuelta y me sienta en el lavabo para mirarme a los ojos, los suyos están tan vidriosos.

–Lo lamento Lex, Dios, lo lamento.

Junto su frente con la mía como lo hice antes.

–Estaremos bien, solo mírame.

Parecía que entraba en pánico así que hice algo que antes se que jamás me habría atrevido.

Junto sus labios con los míos por unos segundos y siento el sabor metálico de mi sangre.

–Estaremos bien –le repito con mi voz entrecortada, mi rostro está en su pecho, con trabajos y logró sentir un latido débil, y no se si sea el mio.

No lo recuerdo...

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Ola, si, olvide subir cap, bai

Entre vampiros, lobos y otras catástrofes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora