•|24 de abril de 2019, Woking, Inglaterra|•
Me despierto con los lametones que me da mi perra en la cara. La saludo y me río porque me hace cosquillas y de veras que despertarme así me pone de buen humor.
- Buenos días, Quila - digo besando su cabecita. - Hoy es el cumple de tu dueña, te has acordado, ¿eh? - Le digo como si fuese a obtener respuesta. La abrazo y la acaricio tiernamente. - Te quiero, pequeña - murmuro mientras la miro.
Nadie, repito, nadie, se puede imaginar lo que amo a este animal. Es algo tan fuerte y tan irreal. Y no la considero humana, que quede claro. La trato como a un perro, pero la amo tantísimo...
Entonces escucho como alguien pega en mi puerta y le dejo pasar.
- ¡Buenos días, peque! Feliz cumple - celebra mi hermano nada más entrar. Se sienta en mi cama y me abraza con fuerza. Quila se interpone y le saluda a él también. - Ya eres mayor de edad - solloza dramáticamente.
- Buenos días y gracias - respondo riendo. - No seas exagerado, siempre seré tu peque.
- Eso ni lo dudes - dice separándose del abrazo de tres, contando a la entrometida de mi perra. - Te quiero, hermanita.
- Y yo a ti Carletes - correspondo sonriendo.
- Te conseguí el resto de la semana libre - dice de repente.
- ¿Que hiciste qué? - Exclamo sorprendida.
- No iba a dejar que trabajaras el día de tu cumple - responde como si fuese lo más normal del mundo. Yo suspiro y me río.
- Gracias, supongo - digo encogiéndome de hombros.
- Y te tengo un regalo - me espeta de repente. Yo le miro confundida y él sonríe. - Lando, pasa - dice girándose hacia la puerta.
Entonces Lando entra en la habitación con una caja enorme entre los brazos y la deja sobre mi cama. Quila empieza a olerla y se queda ahí todo el rato.
- ¡Buenos días, Princesa! - Dice en un gracioso acento español. - Feliz cumpleaños - añade en inglés.
- Gracias Landito... - susurro sonriendo. Se sienta a mi otro lado y me da un corto beso en los labios.
- Mira a ver qué hay en la caja... Y que conste que es de los dos - dice mi hermano.
Yo sonrío y cuando me acerco a la caja escucho un lloriqueo muy bajito. Abro la caja y me encuentro dentro un precioso cachorrito de labrador. Quila menea la cola pero no se acerca.
- No puede ser - susurro, con lágrimas en los ojos. Cojo al cachorro en brazos y empieza a lamerme la cara. - Ay por Dios que cosa más bonita - sollozo estrechándole contra mi pecho.
- Es hembra - me informa Lando. - Y aún no tiene nombre - comenta distraídamente.
- Troya - murmuro. Los dos me miran confundidos. - Esta preciosidad se va a llamar Troya.
Ambos dan el visto bueno al nombre y yo sonrío como una idiota. Este es el mejor regalo de cumple que me podrían hacer.
- Bienvenida a esta hermosa familia, Troya - le dice Lando besando su pequeña cabeza.
- Tú y Quila serán las niñas mimadas de la familia - añade mi hermano acariciando a ambas perritas a la vez.
Dios, no puedo parar de llorar de alegría, amo a estos perros y amo aún más a estos hombres.
°°°
He tenido la mejor mañana de mi vida. Me la he pasado en mi casa con mis perras y los dos hombres que más quiero en el mundo, y ha sido genial. Además, hemos almorzado una de mis comidas preferidas: lasaña. Por si Troya no fuese suficiente regalo, ambos me han preparado más cosas. Mi hermano me ha regalado una sudadera de Marvel que llevaba mucho tiempo queriendo y varios libros de Dan Brown (exactamente son: "Ángeles y Demonios", "El Código Da Vinci" e "Inferno"). Lando aún no me quiere dar los demás regalos que me tiene preparados, pero sí sé que me han preparado una fiesta de cumpleaños misteriosa. Ahora mismo vamos en coche los tres, con las dos perritas en dirección a ese lugar misterioso. Me han dicho que llevase ropa cómoda, así que llevo puesta una sudadera de McLaren que le he robado a Lando y unos jeans azules ajustados con mis converse de siempre. Vamos escuchando Manuel Carrasco, que como es mi cumple y él es mi cantante favorito, faltaría menos.
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¡Buenos Días, Princesa! #1
FanficPaís nuevo, trabajo nuevo, casa nueva... Irme a Inglaterra para trabajar en McLaren con mi hermano fue la peor y al mismo tiempo la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida. Si tienes un rato, te cuento mi historia... Bueno, mejor dicho, nues...