Fragmento 4

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-- Al parecer solo fue un ligero roce, nada grave -- Sentenció Othello mientras guardaba con cuidado las cosas del botiquín -- Tuvo suerte, si no se hubiera quitado otra historia estaríamos contando.

Mientras el doctor de mayor experencia se encargaba de las heridas de Sebastian, William intentaba atender a Grell que solo tenía un par de rasguños y varias manchas de sangre en el vestido.

-- Demonios, este era mi favorito -- Dijo a forma de berrinche -- Oye, oye, cuidado con la cara. Mi trabajo me cuesta mantenerla así.

-- Solo intento curarte, deberías estar agradecida -- Le contestó molesto.

-- ¿Agradecida? Literalmente estabas paralizado del miedo allá arriba -- Añadió con toque risueño -- ¿Quién es el que debería estar agradecido?

Will solo frunció el seño, no podía repelarle nada porque esta vez ella tenía razón. Una vez que se aseguró de que Grell estaba bien fue a ver al personal de seguridad que estaba herido, uno de ellos en especial iba a necesitar de más cuidados pues se le había incrustado una bala.

Fue una noche agitada para ellos, la operación terminó hasta ya entrada la madrugada y esperando la estabilización del paciente les llegó el amanecer, ambos doctores literalmente pasaron la noche en vela.

-- Parece que se recuperará -- Añadió Othello seguido de un bostezo -- Dentro de un par de horas se podrá ir.

-- Al menos valió la pena el desvelo -- Agachó la mirada -- Yo... Creo que me adelantaré a lavarme.

-- Como gustes William kun.

El agua del grifo por las mañanas siempre es más fría que la de las tardes, incluso el sonido que producía era diferente, sin embargo, no le importaba ninguno de estos detalles.

Estando ahí encerrado en el baño el peso de la realidad por fin lo golpeó: Había estado en una balacera vinculada con negocios sucios y estuvo atendiendo de manera ilegal a varias personas esa noche.

-- ¿Qué estoy haciendo aquí? -- Murmuró para sí mientras lavaba frenéticamente sus manos con el agua helada del lavabo. Necesitaba quitarse esa sensación de impureza a como fuera.

Terminó su limpieza echando un poco de agua en su cara, esto más que para limpiarse era para tranqulizarse, si bien le remordía la conciencia lo que estaba haciendo lo más que podía hacer era intentar mantenerse calmado.

-- Creo que yo dentro de poco me iré, me tomaré el día -- Dijo Othello con cansancio -- Tú también deberías tomarte el día, te ves igual de cansado que yo.

-- No podría hacerlo, ¿Qué tal si hay otra emergencia?

-- Nah, después de atentados como este Sebastian siempre da el día libre al personal -- Volvió a bostezar -- Además creo que no los ganamos, con el poco material que nos dan prácticamente hicimos un milagro aquí.

-- Honestamente sí -- Se estiró un poco -- Aún así, los desvelos son un gaje del oficio y sería poco profesional tomarme el día solo porque estoy cansado.

-- ¡Ja! En verdad admiro tu dedicación William kun -- Dijo entre risillas -- Hablas como todo un experto.

-- Se supone que debía serlo -- Contestó algo deprimido.

-- Oh vamos, ya olvida eso y vete a descansar -- Fue su vano intento de animarlo.

El agente herido se fue del sótano una media hora después de esta pequeña charla entre los médicos, Othello lo siguió para darle la privacidad que necesitaba el pelinegro para que pudiera reposar un rato.

Under The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora