Fragmento 15

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Lo que había dicho Grell sobre tener una "emergencia" había sido una vil mentira, solo había que verla recorriendo la residencia con William tras ella para comprobarlo.

Le mostraba todo lo que podía con gran emoción, como si fuera una chiquilla con juguete nuevo: La sala, el comedor, los baños, en sí la casa de Michaelis se parecía mucho a su antiguo hogar con la diferencia de que esta casa tenía muchos pasillos y puertas ocultas para que, en caso de emergencia, se usen como escondite o vía de salida.

-- Y ahí esta el jardín -- Dice señalando desde atrás de la puerta corrediza un enorme patio con piscina incluida, incluso había un par de rosales ahí.

-- Vaya -- Dice sin muchas palabras.

-- Lo sé es impresionante -- Añade con orgullo Grell -- Con gusto iría a echarme un chapuzón pero no me dejan salir por el momento.

Will iba a preguntar que significaba eso cuando vio a la pelirroja señalar uno de los guardias de Michaelis que estaba en la esquina del jardín.

-- Sebas chan no me dejará salir al jardín hasta que él regrese, es un poco paranoico a veces -- La mirada se le iluminó como si hubiera tenido la idea del siglo -- ¡Casi lo olvido! ¡Ven conmigo!

Y otra vez emprendió a correr, Will suspiró y después fue otra vez tras de ella aunque si era sincero tenía muchas preguntas que hacerle, como por ejemplo ¿Por qué había columpios en la parte final del jardín?

Grell lo llevó otra vez a la parte de arriba, para ser exactos, a un cuarto que no estaba muy lejos al suyo.

-- Falta mi favorita -- Dice mientras empuja con suavidad la puerta -- Aquí esta.

Ese cuarto era una oficina, la oficina de Michaelis, muy parecida a aquella en la que casi le da un beso y tal vez algo más, ugh, daría lo que fuera por olvidar eso.

Grell quitó un pequeño sillón que había ahí y después abrió una pequeña compuerta por la que apenas y podían pasar de rodillas.

-- ¿A dónde vas?

-- A mi habitación favorita -- Dijo mientras su voz se empezaba a hacer más lejana -- ¡Sígueme Wiru! No es tan malo como parece.

Grell desapareció de su vista lo cual le inquieto un poco, cuando se acercó al agujero de la pared pudo escuchar un pequeño ruido ahí, casi como si estuviera dentro del muro. Aún pensando que era una mala idea, William decidió entrar y seguir el ruido.

El túnel era mucho menos profundo de lo que había imaginado, al otro lado había una habitación un poco más reducida que las otras pero que tenía suficiente espacio para una cama, un pequeño tocador y un piano. Ahí estaba Grell sentada frente al instrumento con una enorme sonrisa.

-- Bienvenido a mi estudio Wiru -- Tocó un par de teclas al azar, eso le divertía mucho -- ¿Y bien que opinas?

-- Es... Lindo -- Dijo mientras observaba el lugar -- Aunque el piano estorba un poco.

-- Ush lo sé, pero antes de irse Sebas chan dio la orden de pasarlo aquí -- Contestó a forma de berrinche -- Quiere que perfeccione mi técnica, ya sabes.

--... ¿Estás diciendo que metieron un piano por ahí? -- William pregunta casi sin creerlo, era imposible que algo así de grande cupiera por ese túnel. Grell ríe por eso.

-- ¡Por supuesto que no Wiru! ¿Cómo van a meterlo por ahí? -- Dice entre risas -- El piano entró por aquí.

Grell se dirigió a una pared supuestamente firme del cuarto y empujó una de sus esquinas, haciendo que esta se abriera tal como una puerta normal que estaba conectada con el baño de la habitación principal de la pelirroja.

Under The DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora