Rosé no está segura de cómo empezó todo, sus sentimientos por Lisa.
Piensa que, tal vez, comienza cuando entra en la sala de prácticas por primera vez, asustada y temblando como una niña después de ver una película de terror, con los ojos fijos en la chica ridículamente guapa que baila frente al espejo. Lisa, que seguía teniendo una larga melena oscura en lugar de sus conocidos mechones cortos y ligeramente coloreados, ni siquiera le dedicó una mirada al principio.
Rosé se sentía incómoda, incluso aterrorizada, por estar atrapada en la misma habitación que la misteriosa belleza durante interminables horas, lo que le impedía concentrarse en la coreografía que sólo tenía dos días para aprender.
Así que Rosé se sorprendió cuando, al final de su agotadora rutina de práctica, la chica salió de repente de la habitación, dejando todas sus pertenencias. Rosé miró de un lado a otro entre la puerta y la mochila roja en el suelo, preguntándose si debía hacer saber a la otra aprendiz que había olvidado sus cosas o si debía ocuparse de sus propios asuntos.
Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de unos fuertes pasos y la visión de una chica sudorosa que empujaba la puerta con la espalda, con las pequeñas manos demasiado ocupadas en sostener dos botellas de agua para hacer otra cosa.
"Toma, ten esto". Dijo la aprendiz mientras extendía la botella hacia la mayor, sonando lo más cortés posible, y Rosé no pudo hacer otra cosa que aceptarla y tomar una de las botellas en sus manos.
Rosé estaba tan sorprendida por el acto que ni siquiera se atrevió a tomar un sorbo del agua, incluso cuando su garganta seca le pedía cualquier tipo de líquido para bajar. La otra chica, que devolvía la mirada a la expresión estupefacta de Rosé, pareció tomar su silencio como una oportunidad para seguir hablando. "Siento no haberte hablado antes, estaba algo desesperada por aprender esta coreografía".
Rosé parpadeó ante la confesión y trató de no pensar en la forma en que su corazón saltó dentro de su pecho cuando la aprendiz se rascó la nuca avergonzada, pareciendo demasiado adorable para su propio bien, un giro completo respecto a la mirada feroz que tenía cuando bailaba antes ese día.
"Mi nombre es Lisa", se presentó la aprendiz, extendiendo su mano libre hacia Rosé quien, aún con un huracán de emociones estallando dentro de su cuerpo al conocer a esa chica, sonrió y tomó la mano de Lisa sobre la suya.
Y cuando acabaron pasando más tiempo del debido en la empresa, aprendiendo más y más la una de la otra a medida que pasaban los segundos, los minutos y las horas, Rosé supo que serían inseparables.
No se equivocaba. Ella y Lisa se convirtieron, efectivamente, en un dúo inseparable.
El hecho de que Lisa asistiera a la misma escuela que ella era uno de los muchos factores que explicaban su proximidad. Sí, Lisa era un año más joven y por eso no estaban en la misma clase, pero ese pequeño detalle no fue suficiente para distanciar a las dos chicas.
Tomaban el mismo autobús, pasaban la hora del almuerzo juntas y Rosé siempre esperaba a la más joven fuera de su clase, disfrutando de la vista de una Lisa concentrada cuando se asomaba por la ventana más de lo que le gustaba admitir a sí misma.
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𝐁𝐄 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄 ||| CHAELISA
Hayran Kurgu Rose no sabe cuándo empezó. Pero está segura de que no había nada que deseara más que tener a Lisa cerca y saber a qué sabían sus labios. ®Historia original by archiveds y traducción by Lluvi4 © Está historia no es de mi autoría, solo es una adapt...