𝐁𝐄 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄 ||| CHAELISA

ಠಿ TRES

Todo empeora cuando Lisa se corta el pelo, apareciendo tan segura y tan llena de sí misma en la sala de prácticas, recordando a Rosé el día en que vio por primera vez a la más joven, pero esta vez no se quedó petrificada por el miedo - fue única y exclusivamente porque Lisa tenía un aspecto impresionante, como si saliera de sus fantasías infantiles de cómo sería una novia perfecta.

Rosé incluso olvida que es una de las mayores entre ellas por un segundo, sintiéndose tan pequeña e infantil bajo la mirada de Lisa que le costó respirar cuando la chica se dirigió hacia su cuerpo congelado, abrazando la cintura de la mayor con entusiasmo, completamente inconsciente de lo que ese simple gesto estaba haciendo a las emociones de Rosé.

"¿Te ha gustado?" Preguntó Lisa, mostrando sus lindos hoyuelos mientras sus labios se curvaban, ambos ojos brillando de expectación mientras miraba a la mayor.

"Estás preciosa". Rosé dijo casi en un susurro, con la respiración entrecortada en su garganta mientras sentía los latidos de su corazón retumbar en sus oídos.

La situación de Rosé no hizo más que empeorar cuando Lisa se sonrojó y escondió su rostro en el pliegue de su cuello, el aliento caliente le hacía cosquillas en la piel a la bailarina, pero no se atrevió a moverse, no cuando el cuerpo de Lisa se sentía tan cálido presionado contra el suyo.

El pelo corto no sólo hacía que Lisa estuviera más guapa, sino que la hacía bailar con más fuerza que antes. Sus pasos eran precisos, seguros, como si quisiera quemar el suelo que pisaba, y era alucinante. Rosé nunca había visto a alguien mejorar tanto en tan poco tiempo, y no pudo evitar sentirse abrumada de orgullo hacia la chica más joven.

En todo caso, la creciente pasión de Lisa las acercó aún más que antes, si es que eso era posible. Pasaron innumerables noches encerradas en la sala de prácticas ideando nuevas coreografías, afinando los movimientos y convirtiéndose en hábiles bailarinas.

Los demás aprendices -e incluso la propia agencia- se quedaron asombrados por su mejora, preguntándose cómo era posible llegar a movimientos tan increíbles en tan poco tiempo.

Rosé sabe que sólo se esfuerza por dar lo mejor de sí misma, por pasar las noches en vela, hasta sus propios límites, gracias a Lisa. La chica... la inspira. La ardiente pasión que brilla dentro de los ojos de Lisa es algo que Rosé está segura de no haber visto nunca antes: quema, pero se siente bien. Le hace querer convertirse en una mejor persona, para brillar fácilmente en la oscuridad como siempre lo hizo Lisa.

Y es entonces cuando Rosé se da cuenta de que, por mucho que intente mantenerse ocupada con el entrenamiento, con su futuro incierto, con sus sueños, Lisa siempre estará ahí, en el fondo de su mente, brillando.

Porque, después de brillar sobre sus oscuros pensamientos durante tanto tiempo, Lisa se convierte también en uno de sus sueños.