capitulo #9

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Ella pov

Habíamos llegado al penthause, estaba sumamente nerviosa. Igualmente guíe a Haile hasta el ascensor.

- yo ya estuve hoy aquí.
Sonrió. Lo había olvidado, estuvo hoy aquí de tarde descansando.

- lo habia olvidado, lo siento.

- igual me encanta que seas tan amable.
Sentía mis mejillas arder. Era increíble que con tan poco Hailee era la única persona que me hacia sentir de esta manera. Me sentía una idiota. Nuevamente tomó mi mentón y hizo que la mirara. Si supiera que con tan poco me desarmada. Pero debía recordarme lo estaba haciendo porque estaba siendo paga, para estar aquí.
- ¿que sucede?
Me sorprendió esa pregunta.

- ¿porque lo dices?

- por tu mirada, eres muy expresiva Ella. Vamos puedes confiar en mi.

- eso aún no lo se.
Dije firme, dirigiéndome hacia mi habitación y dejándola entrar sola al penthause. Regrese para decirle...
- has de cuenta que es tu casa. Solo siéntete a gusto.
Pero volví a irme.
había aprendido en mi corta vida qur no podía confiar en nadie más que en mi misma.
Me saqué el vestido y dirigí a la ducha  necesitaba agua fría para aliviar mi dolor de espalda.
Todo esto había sido demasiado, igual volvía a mi cabeza como ese deseo insoportable, su mirada, el olor de su respiración cerca de mi cara. El aroma de su fragancia y sus fuertes expresiones. Me había hecho sentir muchísimas cosas y no sabía qur hacer con todo esto. Estaba angustiada, ansiosa e intranquila.
Odiaba pensar que solo se acercaba a mi, porque mi madre lo había ordenado así, porque tenía firmado un contrato. Y pensar que no estaba de acuerdo con lo que le habíamos pedido de ser mi novia ficticia me hacía sentir horrible.
Voloque mi cara bajo el agua, esta noche había sentido emociones que por largo tiempo estuvieron  muertas en mi. Mi vida a sido difícil hasta hace muy poco. Pero no quería pensar en eso. Suspiré, sabía que estaba demasiado cansada, pero que no dormiría nada.
Salí de la ducha y fui a cambiarme, cuando termine de colocarme la remera, mi estimado hizo un sonido. Necesitaba comer algo.
Acomode mis cosas y fui a la cocina, donde estaba Hailee comiendo un sándwich.
Me acerque, le quedaba muy bien su cabello mojado, estaba a la vista lo sexy que era.

- ¿quieres uno?
No me gabia dado cuenta que quede parada mirándola.
Me acerque al desayunador donde estaba sentada.

- ¿de que es?

- de esto, esto y esto.
Me muestra unos paquetes.

- ¿y a que sabe?

- ah la primer noche lejos de casa.
Ambas nos reímos.

- déjame to prepare algo.

- ¿de verdad harás eso?
Asentí, fui hasta el armario donde tenía mi delantal  agarré un sarten y comencé a hacer unos camarones, con una ensalada. Amaba las ensaladas que tengan muchos colores. Pero debía revisar que había en la heladera.
- ¿tu haces las compras?

- mmm no.

- se nota, o sea, estas revisando con esa cara como si no supieras que hay y que no.

- eso es mentira, no tengo es cara. Solo estoy viendo que preparo.

- mmm eres pésima mentirosa.
Negó.
-bueno... ¿puedo hacerte una pregunta?

- si claro.

- ¿este es tu penthause verdad?
Ella me miró sin comprender la pregunta.
Pero luego sonrió.

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