Cartas del misterio| Miya shinen \Finalizada

[Prólogo]

La vida suele ser una lucha, Un problema. Incluso puede llegar a pensarse que el mismo infierno, pero realmente la conciencia humana, la forma de pensar y reaccionar a las palabras puede llegar Aser la salvación. Pero las palabras no solo se expresan con la boca, también se pueden expresar

Con las carta, en especial las del misterio.

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—¿Cuando lo comprenderás? —Inició —. Tienes que soltar las cosas mínimas, mira hacia adelante no te quedes con estupidez.

¿Estupideces? Enserio eran estupidez.

Enserio eran sueño estupidos y sin fundamentos.

En serio todos esos años solo se centró en un sueño sin futuro.

Acaso eso era lo correcto, el color naranja que causaba el fuego delante de ella, quemando aquella patineta que ella tanto amaba.

Enserio eso era lo correcto.

—¿Lo entendiste? — Preguntó tomando a la pequeña niña de las mejillas y mirándola con falso cariño —. No te aferres a las tonterias Mikeyla.

—Si, lo comprendí — Susurro con los ojos puestos en el fuego que consumía uno de sus mayores sueños.

—Buena chica — Felicito dando pequeñas palmadas en sus mejillas.

Nadie jamás llegaría a comprender lo miserable que se sentía con cada palabra y acción que su madre decía o hacia.

Por que al final, nadie se tomaba la molestia de comprender a los niños.

Por que los niños son eso, niños, inmaduros y incapaces de conocer lo que es la vida por que nadie se las explica.

Pequeños fragmentos que al pasar de los tiempos se van uniendo para formar a un adulto echo y derecho.

O tal vez, un solo fragmento que se va destruyendo más y más hasta formar a un adulto echo y derecho.

Así era el mundo, cruel, y vil, destrui todo lo hermoso y lo volvía a su antojo.

Especialmente con las almas puras como los niños.

Especialmente con las almas soñadoras.