¡cofee shop au!
Ohm deberá seguir siete sencillos pasos que le ayudarán a enamorar a Korapat, el chico de los hermosos hoyuelos que conoció en una cafetería y del que se enamoró a primera vista.
ᯅ̈♥︎'- pawat + korapat
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—¡Hola hoyuelos, que lindo te vez hoy!— saludo Ohm en cuanto abrió la puerta de la cafetería.
Nanon, Phuwin y Pond le miraron enseguida, el primero transmitiendo un sentimiento extraño pero no malo.
Ese era el mismo sentimiento que llevaba transmitiendo desde su pequeña salida de hace una semana atrás.
—Hey, ya cerramos— evidenció Phuwin.
De hecho, esa era la primera vez que Ohm veía a Phuwin fuera de la cocina y vestido como una persona normal.
—Ah, no importa, solo venía por un bizcocho— dice Pawat sonriendo ampliamente —Nanon, ¿Puedo acompañarte a casa?
Nanon asiente vagamente mientras dobla su uniforme de trabajo y lo deja en su lugar para después ir con Phuwin a recibir su pago.
Ya era fin de semana, así que el dinero ese día le llovía.
—¿Dijiste que venías por un bizcocho?— pregunta Pond yendo a buscar uno.
—Síp.
—¿Lo pongo en una bolsita?
—No creo que hoyuelos quepa en una bolsita.
Pond enseguida le mira de mala gana, ya tenía el bizcocho preparado y Ohm le salía son sus tonterías de enamorado.
—¡Ya entendí, ponlo en una bolsita de papel!— dice Ohm abrumado por la intensa mirada molesta de Pond.
—Si no fueras un cliente habitual, probablemente te estaría sacando a patadas justo ahora— comenta el chico de lentes frunciendo el ceño y diciendo más cosas en voz baja.
Uy sí, desde ese día del favor ya se cree el segundo dueño de esta cafetería.
—Listo— anuncia Nanon saliendo junto a Phuwin.
Era sorprendente como en poco tiempo, su relación había progresado un poco más.
Sólo un poco.
Pero Ohm estaba bien con ese progreso, poco a poco, con pasitos como de pingüino.
Ahora el azabache podía decir con certeza que Nanon le toleraba un poco más, incluso en los últimos días, Pawat había tenido la oportunidad de llevarle a casa.
O bueno, por lo menos podía acompañarle hasta el parque cercano a su hogar.
—Solo déjame pagar.
Después de eso, ambos salen en silencio de la cafetería, instintivamente, Ohm voltea hacia atrás y podría jurar que vio a Pond besando rápidamente la mejilla de Phuwin antes de que este le empujara levemente para poder cerrar el café.
—¿Cómo fue tu día?— pregunta Ohm de manera animada.
Antes Nanon había mencionado que su voz era bastante ruidosa y amigable.
