Las cosas habían mejorado bastante desde que Nanon finalmente había aceptado su interés romántico por Ohm.
Poco a poco sentía que sus días cobraban el sentido que habían perdido, ese del cual últimamente carecía.
Korapat estaba comprobando que era cierto que cuando alguien se enamoraba, su vida cobraba más color, ahora sabía que no solo eran tontas palabras de los abuelos.
—¡Hey, no dejes de pisar la raya!— exclamó Ohm haciendo que Nanon bajara la mirada hasta el piso pavimentado dónde uno de sus pies se había salido del límite de la raya.
—Demonios, solo me distraje un momento— se queja haciendo un gesto de confusión.
Ambos iban camino a la exposición de un conocido artista tailandés, esto gracias a la petición de Ohm, pues él de verdad quería ver dicha exposición antes de que se fuera del país.
Mientras caminaban hasta el museo donde se llevaría acabo aquella exposición, comenzaron a jugar a no pisar la raya.
"No recuerdo la última que jugué esto, tal vez fue en la primaria. Me siento como un niño otra vez."
—Muy bien, ¿Qué te parece si lo hacemos juntos?
Por un breve momento, la mente de Nanon le jugó una mala pasada haciendole malinterpretar el propósito de la pregunta.
—¿Hacer qué?— pregunta sintiendo un poco seca la garganta.
—No dejar de pisar la raya juntos.
Korapat frunce el entrecejo, no termina de entender como harían eso, sin embargo, una mano ajena roza suavemente la suya, el castaño vuelve a bajar la mirada solo para ver cómo el dedo meñique de Ohm se mueve tratando de alcanzar alguno de sus dedos para poder sostenerlo.
Ante dicha imagen, el más bajito no puede evitar sonreír.
—De acuerdo— responde tomando firmemente la mano del azabache, quien sonríe en grande.
Ambos comienzan a caminar tomados de la manos, tratando de no dejar de pisar las rayas de cada uno, en realidad era un poco incómodo porque las rayas estaban un poco alejadas una de las otras, sin embargo, era divertido cuando uno de los dos perdía el equilibrio y hacia que al otro le pasará lo mismo.
Llegó un punto dónde Ohm no pudo soportar más el peso de Nanon y ambos cayeron al suelo entre risas.
—¡Apestas en ésto!— exclamó el más alto riendo.
—Vamos, tu aún juegas como un niño— contraataca el castaño haciendo que ambos vuelvan a reír.
—Bien, ¡Arriba!
Ohm se impulsa para poder levantarse, seguidamente le ofrece su diestra al castaño para que este se levante, ambos mirándose con una sonrisa.
Finalmente, después de caminar un poco más, llegan a su destino, probablemente sea más rápido llegar en transporte, pero les gusta caminar en compañía del otro, se siente bien y es muy pacífico.
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7 pasos para enamorar a Korapat ; 𝗼𝗵𝗺𝗻𝗮𝗻𝗼𝗻
Fiksi Penggemar¡cofee shop au! Ohm deberá seguir siete sencillos pasos que le ayudarán a enamorar a Korapat, el chico de los hermosos hoyuelos que conoció en una cafetería y del que se enamoró a primera vista. ᯅ̈♥︎'- pawat + korapat