Diez

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Chaewon suspiró acomodándose entre los brazos de Hyejoo, cerrando sus ojos ante la seguridad y paz que le transmitía ese abrazo. Su mano jugueteando con la de la azabache mientras ella se encargaba de acariciar su cabello, probablemente quería dormirla.

El ambiente se mantenía callado a pesar de que todos se encontraban ahí. Heejin y Yeojin no se mantenían hablando como acostumbraban, Felix estaba tranquilo en un sofá en lugar de estar trabajando en alguna teoría y Jisung se mantenía buscando algo que comer por el lugar.

Era el día más tranquilo que había presenciado nunca.

— ¿Tienes sueño, Chae?

La rubia se separó de su pecho y alzó la cabeza para observarla, con una mirada curiosa y una suave sonrisa en el rostro.

— ¿Chae?

Hyejoo se sintió ciertamente tímida, pudo sentir sus mejillas calentarse, y por la forma en que la sonrisa de Chaewon creció, podía confirmar que se había sonrojado.

— Bueno, me gusta tu nombre, suena bien en mis labios — murmuró en voz baja, sintiéndose nerviosa por la mirada de la rubia sobre ella —, pero creí que era buena idea ¿acortarlo? No lo sé, creo que es lindo.

¿Lindo? Lo que era lindo era la vista de Hyejoo sonrojada, eso de verdad era lindo.

— ¿Yo puedo usar uno también? — preguntó recibiendo una pequeña afirmación de parte de la pelinegra —. ¿"Hye"? Suena bien, ¿qué dices?

Sonaba bien, sonaba muy bien.

— Me gusta.

— A mi también me gusta, Hye.

La azabache seguía sonrojada.

— Uhm.— Hyejoo desvío la mirada aclarando su garganta, la sonrisa de Chaewon solo la mantenía con las mejillas calientes —. Eh si, ¿sueño?

La rubia rio volviendo a recostarse, una calidez haciéndose presente en su pecho cuando escuchó con claridad los latidos acelerados de la azabache.

— Un poco, han estado muy callados — murmuró alzando el rostro para observarlos, se veían cansados —. Oigan, ¿están bien?

Felix asintió desde el sofá mientras que Heejin se quejó en voz alta.

— El trabajo en el hospital se volvió muy pesado — respondió la castaña en un suspiro —. Salud y seguridad han llevado a muchas personas, el personal se queda corto con tantos pacientes.

— Uh, suena feo — dijo la azabache sintiendo un poco de pena por sus amigos.

— Es horrible.

— ¿Qué hay de ustedes? — interrogó observando a la pareja restante —. ¿También su trabajo se volvió pesado?

— Bastante.— Jisung se sentó a lado de Felix, con un sándwich mordido en su mano —. Supieron que están trabajando en una cura y mejor el medicamento, ¿cierto?

— Uh sí, mi doctora mencionó algo.

— Adivina a quienes les toca hacerlo.

Chaewon hizo una mueca al pensarlo, ahora entendía porque su doctora parecía tan cansada las últimas veces que la vio. El amor parecía estar en su punto máximo y todos los involucrados con la salud se encontraban al borde del colapso.

No pudo evitar preocuparse por sus amigos, su amor de por sí era algo que limitaba su salud y los mantenía un poco jodidos la mayoría del tiempo, no entendía como podían mantenerse de pie ahora que acumulaban el cansancio de un trabajo pesado.

Sickness | HyewonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora