Leyendo: "25 Maneras de molestar a Artemisa"

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Primero, estoy re subiendo la historia que ya estaba en mi perfil para recopilar los one shots que ya tenía en una sola historia y hacerlos más fáciles de leer.

Bien, la historia original pertenece a doutzen0, quien tiene más historias y más "25 maneras de molestar a..." de varios dioses. Así que vayan a echarle un ojo.

...

—¡Arty!—llamó Percy mientras estaba recostado en el sofá de su sala—. ¡Tienes que venir a ver esto!

La diosa asomó la cabeza desde el piso de arriba.

—¿Exactamente, qué?—preguntó—. La última vez me terminaste haciendo ver una película de anime en la que me terminan matando.

Percy se secó una lágrima.

—Aún no lo supero, fue tan triste...— sacudió la cabeza—. Pero no es eso, creo que te puede Interesar.

La diosa bajó las escaleras y se sentó en el sofá al lado de su novio.

—¿25 Maneras de molestar a Artemisa?—leyó—. ¿Es una broma?

—Nop, son 25 bromas—dijo Percy.

La diosa se sobó las cienes.

—Bien, supongo que podría ser interesante ver, al menos así sé exactamente que planean en mi contra.

La puerta de la casa se abrió de golpe.

Un chico de cabello rubio rojizo y ojos azules se hizo presente.

—Escuché que vamos a ver formas de molestar a mi hermanita—sonrió.

—¡Apolo! ¡Largo de mi casa!—gritó Artemisa a su hermano.

El chico levantó las manos en gesto de paz.

—Tranquila, como tú hermano es mi deber estar enterado sobre todas las formas posibles de molestarte.

Entonces, la puerta del armario se abrió, y un dios con sonrisa maliciosa salió de allí.

—Hermes—dijo Percy, más cansado que sorprendido—. ¿Qué hacías en el armario?

—Esperando a que se fueran para hacerles una broma—dijo el dios simplemente—. Pero ya que se van a poner a leer, decidí unirme.

La diosa de la caza fulminó a ambos dioses intrusos con la mirada.

—Ya que estamos, ¿alguien más que esté por aquí y no me haya dado cuenta?—gruñó.

Thalia se quitó la gorra de béisbol que le había prestado Annabeth.

—Bueno, ya que estamos...

Artemisa se palmeó la cara.

—Thalia..., ¿qué haces aquí?

La semidiosa se encogió de hombros.

—El resto de cazadoras me pagan para que me asegure de que ustedes dos no hagan cosas... "indebidas"

Apolo y Hermes alzaron una ceja inquisitivamente.

Los rostros de Percy y Artemisa se llenaron de rubor, antes de que la mirada de la diosa se volviera de furia.

—Será... mejor que empecemos a leer antes de que nos saque a todos de la casa a base de flechas—dijo Percy.

El resto asintió nerviosamente con la cabeza.

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