El marido del amante de mi marido

capítulo 22 - Sérgio...

El fin de semana paso rapido, y llego el lunes, mis hijos estaban en los finales, solo iban a hacer el examen y volver, asi que no sabia si podia ir los miercoles, sin contar que estaba cocinando un lot y fedora ya habían enviado el menú de esta semana el cual fue suficiente.

Gonzalo: Mamá, ¿cómo estás en la cocina? Miranda se sentó a mi lado.

Alicia: Está bien, las entregas ya están a tiempo y tu hermano ya entregó.

Gonzalo: Ahh si.

Alicia: Hijo, ¿estás bien?

Gonzalo: Ay mamá, no es por eso.

Alicia: ¿Eres tú quien me dice algo?

Gonzalo: ¡No! Levantó un poco la voz. - Yo... Mamá, ¿Martin te hace feliz?

alicia: que? Ay.- Terminé quemándome.

Gonzalo: ya sabes ¿Te hace feliz como lo hacía papá? Se me secó la boca, no supe qué decir. -. Muy bien, puedes abrirlo conmigo.

Alicia: Me pone... salió con voz fina. Más de lo que nunca hizo su padre, pero... y un hijo extraño.

gonzalo: que? ¿Es más joven?

Alicia: Ser cualquiera que no sea tu padre.

Gonzalo: Somos más felices sin él, papá ya no es el mismo desde hace mucho tiempo, parecía que vivía aquí por obligación. Somos casi un trabajo para él y cómo te trata.

Alicia: Lo sé hijo, creo que estos últimos meses han cambiado mucho para mí.

Gonzalo: Papá fue hoy a la universidad, quería saber cómo están las cosas en casa, preguntó por ti, creo que quiere volver aquí.

Alicia: ¿Dijo algo? ¿Él está bien?

Gonzalo: Es más delgado.

Alicia: No debe estar comiendo bien. Gonzalo puso los ojos en blanco.

Gonzalo: Mamá, querrá volver, pero ni Miranda quiere que vuelva.

Alicia: ¿Cuándo decidiste eso?

L Gonzalo: Ah, más de dos años después de la...

Alicia: No hijo... no nos acordemos de eso.

Gonzalo: Tenemos miedo de que te vuelva a lastimar, más aún que no estemos aquí. -  Mi hijo empezó a llorar.

Alicia: Oye mi amor, no hace falta que llores... él no hará nada.

Gonzalo: Tengo miedo mamá, desde ese día tengo miedo de que te mate.

Mi hijo se desahogaba allí, lloró mucho tiempo en mis brazos, yo siempre tuve miedo de separarme por ellos, pero no me di cuenta de cuánto les estaba haciendo daño Sérgio. Miranda llegó y se unió a nosotros y me abrazaron, fue muy lindo ver a mis hijos conmigo.

alicia: hola! - Contesté el teléfono desde casa. - ¡Hola! - volví a decir, pero parecía estar mudo.

Sergio: Hola cariño... Era Sérgio, y tenía la voz cansada. - ¿Llamé para ver si las cosas están bien contigo y los chicos?

Alicia: Estoy... Estamos bien.

Sérgio: eso es genial! ¿Necesitas algo en casa?

Alicia: No necesitamos nada.

Sergio: te extraño

Alicia: Y...- No supe que decir.

Sergio: Yo... quería verte, salir contigo.