capítulo 42

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Com André por algumas semanas mais Alícia viu que eles não teriam futuro e após um tempo naquele lugar sua vida mudará completamente quando ela conhece alguém,que fez sua vida ser torna mais importante e significativa, alguém por quem ela nunca tenha esperado mais que chegou na hora cierta. Y ahora, después de dos años lejos de la Ciudad de México, y acompañada de esa persona especial, regresaba....

Con Martín no era diferente, no había dejado de amar a Alicia, y casi todas las noches antes de dormir pensaba en ella. Aunque Alicia nunca le devolvió el mensaje, Fernando aseguró que ella lo había escuchado y que la había conmovido, en ese momento Fernando y él se habían convertido en mejores amigos y fue difícil cuando Fernando decidió ir tras Fedora porque ya no soporto la añoranza. . .

> En todos estos meses Martín lo aprovechó para reiniciar su vida, solo, se dedicó a la terapia y aprendió a mirarse al espejo sin sentirse culpable, y claro que seguía pensando en Miguel, pero no con esa tristeza incontrolable que ahora era más un anhelo, había aprendido a lidiar con la lástima, gracias a la psicóloga ya las reuniones en la ONG que, gracias a Dios, no había dejado de ir.

> Sobre su vida profesional, terminó después de graduarse y abrió un estudio de abogados con Fernando y que por cierto iba muy bien.

> Sobre su vida amorosa, digamos que desde que Alicia se fue, prácticamente ya no existe, aparte de las dos citas oscuras que dispuso Fernando y por supuesto resultó en una noche y nada más.

Martín estaba terminando de arreglarse para ir a la oficina cuando recibió un mensaje de Fernando.

"Prepárate, Alicia regresa de África, debe llegar mañana alrededor de las 10 am y viene acompañada. ¿Quieres un consejo? Ve a buscarla al departamento, necesitas hablar

> Igual no sabe si le sorprende más que Alicia vuelva, que esté con alguien o que Fernando aun así lo anima a ir tras ella.

> Definitivamente Martín no sabía que pensar.

“Dime si lo eres, si estás dispuesto a volver a intentarlo conmigo, un largo camino, si sigues siendo tú, si ahora soy yo, como una canción sincera y nueva, dime si lo estás si puedo encontrar, nuestro pasados ​​en tus ojos..."
(Vovere contigo, Laura Pausini..)

Y después de tantos años, allí estaba ella, de nuevo parada en la puerta de esa casa, algo que no imaginaba que volviera a suceder.

Más tomado por un coraje abrumador
presionó el timbre y con las piernas temblorosas, las manos sudorosas, con el corazón desbocado esperó a que la puerta se abriera y cuando lo hizo, no pudo evitar sonreír cuando sus ojos color miel se encontraron con aquellos maravillosos ojos.

¿Alicia Martín? - dijo Alicia con sorpresa - ¿Qué haces aquí? ¿O cómo supiste que había vuelto?

Martín - Pues... Fernando. - dice sin gracia

Alicia - Claro, se me olvidó que me dijo que ustedes se hicieron mejores amigos - se rió pero luego se quedó en silencio - Sí... ¿está bien?

Martin- Maldita sea, no debí haber venido, ¿verdad? Fernando dijo que vendrías acompañado y me estoy metiendo. Dice totalmente sin gracia. - Lo siento, olvidé que vine. - Dice dándose la vuelta listo para irse cuando sintió una mano en su muñeca.

Alícia - Espera... ¿Fernando dijo qué?- Dijo tratando de asimilar.

Pero antes de que Martin pudiera responder, un ruido de algo rompiéndose se hizo presente, llamando la atención de los dos, que poco después, Alicia soltó el puño y rápidamente volvió a entrar a la casa.

Lo siento mami - Una voz infantil se escucho por Martín.

Alicia- No te preocupes querida, todo está bien – Alicia tomó a la niña en su regazo con cuidado para no pisar los fragmentos de vidrio rotos.

Martín- ¿Está todo bien? preguntó con miedo y se sorprendió por lo que vio.

Alicia tenía agarrada profundamente a su cuello a una niña de tres años, piel negra, pelo lacio, traje a juego con un moño en la cabeza. Tan pronto como la niña vio a Martin parado allí, su expresión fue de miedo y Alicia lo notó.

Alicia - No tienes que tener miedo bebé, él es... el amigo de mamá - Sonrió con ternura y besó la mejilla de la niña.

Martin no pudo evitar sonreír ante esa escena, era tan cariñoso con esa niña en sus brazos, se veía tan perfecto en ese papel, porque pronto la niña se sintió segura.

Alicia - Martín, definitivamente fue de compañía de lo que te habló Fernando, callie, mi hija adoptiva. Sus ojos brillaron con satisfacción. - Cariño, este es Martín, te gustará. - Él sonrió

Martin - Wow no me esperaba eso – Dijo torpemente. - Hola pequeña. - Martín le mostró su mejor sonrisa. - Eres muy hermosa, ¿sabes? - dijo cariñosamente

Callie - Gracias. - Dijo la chica y luego miró a Alicia esperando su reacción.

Alicia - Educada tal como mami enseñó, felicidades - sonrió orgullosa. Ahora te voy a poner un dibujo y te quedas en la sala mientras limpio este desastre.

Callie - No no no, quédate contigo mami – refunfuñó la niña, aferrándose más al cuello de Alicia.

Martin - Callie, ¿qué tal si veo una caricatura contigo mientras tu madre limpia? – Se acercó extendiendo los brazos ante la sorpresa de Alicia y la confusión de la niña.

Alicia -Te puedes ir bebe, esta bien! - Él sonrió.

El marido del amante de mi maridoOnde histórias criam vida. Descubra agora