capítulo 23 - No te dejare ir

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Alicia: Estaremos bien - Me tomaron de las manos.

Miranda: Nunca pensé que íbamos a irnos de la ciudad. - Dijo Miranda con tristeza.

Alicia: Solo vamos a quedarnos allí un rato y luego volveremos aquí, mi amor. - Paso mi mano por tu cabello.

Gonzalo: No me importa. - Gonzalo se encogió de hombros.

Miranda: Por supuesto que no tienes amigos.

Alicia: ¡Miranda! - la regañé

El silencio volvió a reinar en el lugar hasta que el ruido de la llave en la puerta nos alarmó.

De ahí pasó por la puerta un Sérgio más delgado y con grandes ojeras, solo su presencia en el lugar lo hacía quedar bien, me levanté, era hora de irme, quería que André llegara antes que él pero lamentablemente el destino no se lo permitió.

Alicia: Vamos niños.- Mis niños fueron a buscar sus mochilas ya que sus maletas están en la conserjería.

Sergio: ¿Qué es? - Miró a su alrededor.

Alícia: nos vamos

Sérgio: que? - Se rió de mí. - ¿Saliendo de dónde? ¿Vives debajo del puente?

alicia: Talvez. - Tomé mi bolso y me dirigí hacia la puerta.

Sérgio:No me des la espalda cuando te hablo. - Me tomó del brazo. - ¿Qué es esa historia que te vas? - me sacudió. - ¿Me estás engañando su descarada? - Me apretó más el brazo, tomó mi celular del mío y lo tiró tan fuerte contra la pared que literalmente se rompió el dispositivo.

Gonzalo: Suéltala ya. - Gonzalo se involucró.

Sergio: CÁLLATE TÚ TAMBIÉN - Le grité a mi hijo. - Estás con ese asqueroso de Rodrigo, ¿no eres su doméstica?

Gonzalo: Te dije que te detuvieras. - Gonzalo empujó a Sérgio, entonces Sérgio me soltó.

Los dos lucharon, se estaban saliendo del golpe a pesar de todo son padre e hijo, así que no lo pensé dos veces en involucrarme, traté de empujar a Sérgio pero él era más fuerte que yo y me dio una bofetada.

Miranda: Para, para padre. - gritó Miranda.

Finalmente necesitaba hacer algo y vi un florero sobre la mesa y no lo pensé dos veces antes de golpearlo en la cabeza, se tambaleó hasta la esquina de la habitación, se llevó la mano a la cabeza y estaba sangrando.

Sérgio: Alicia... por qué... hiciste eso? - Se quedó asombrado, no esperaba esa reacción, no le da a una mujer que siempre la pillaba callada en la habitación.

Alicia: Ayuda a tu hermano. - Hablé con Miranda con dificultad,Gonzalo se levantó y yo corrí al cajón de la alacena de la cocina y saqué un cuchillo. - Te juro por Dios que si nos detienes te mato.

Me temblaban las manos, estaban manchadas de sangre, sinceramente no sabía de quién era la sangre.

Los dos cruzaron la puerta y supe que estaban a salvo,Sergio nunca haría nada fuera de ese apartamento.

Sergio: Mira lo que estás haciendo Alicia, estás destrozando nuestra familia. - Sergio estaba llorando. - No sé vivir sin ti y tú me quieres dejar. ¿Por qué?

Alicia: Si hubiera sido un buen esposo, no tendría que seguir preguntando por qué te dejo.

Sérgio: Nunca te dejaré... nunca.

Alicia:¡Pero lo hago! Hoy soy Alicia y no solo la esposa de Sérgio Carranza. - Dejé caer el cuchillo allí y salí corriendo del apartamento Encontré a mis hijos en las escaleras, Gonzalo tenía la cara toda magullada.

Gonzalo: Mamá, te prometo que papá nunca más te tocará, si lo hace, te juro que lo mato.

Alicia: No, no digas eso hijo. - Cuando llegamos a la entrada, por supuesto que el portero estaba asustado por el estado de mi hijo, pero Miranda y yo tampoco nos quedamos atrás, Sérgio nos pegaba a todos.

Nos dio una toalla para secar la cara de mi hijo y hielo también, estaba esperando a André, pero apareció de nuevo Sérgio.

Sérgio: Alicia, mi amor, hablemos. - Estaba más tranquilo por la gente del condominio.

Alicia: Quedémonos afuera niños.

Sergio: alicia! - Habló más fuerte.

Alicia: No tenemos nada más que hablar Sérgio, solo queremos irnos.

Sérgio: ¿Crees que puedes ir así?

Gonzalo: Aléjate de ella. - Gonzalo se levantó de su silla

Alicia: Gracias Joaquim, nuestro viaje ha llegado.

El carro de André paró en la puerta del edificio, supe que era él porque me había mandado fotos y también porque se había bajado del carro.

André estaba exactamente como en la foto, Moreno con el pelo corto, vestido con ropa de negocios y con gafas de sol, y entró al edificio.

Sérgio: Alicia, si te vas con este playbozinho, te juro que te arrepentirás. - Sostuvo mi muñeca.

Alicia: Suelta a Sergio. - Ya no pude contener las lágrimas.

sergio: no te dejare ir

Alicia: Sérgio me tengo que ir.

Sérgio: No te dejaré ir. - Apretó más y más fuerte.

Gonzalo:¡Déjala ir! - Gonzalo lo empujó y de nuevo Sérgio, esta vez solo le correspondió empujando.

André: ¡Oye! ¡Estar parado! - André se acercó el silencio se hizo presente, tenía un arma, incluso yo estaba en shock, no me lo esperaba.

Sergio: Soy abogado penalista te voy a acabar con el ridículo de Playbozinho.

André: Soy Diputado Federal y agredí a su esposa y crimen, vamos, Alicia, pon tus cosas y las de tus hijos y súbete al auto.

Esa fue una oportunidad de oro rápidamente con mis hijos hice todo. Guardamos todo rápidamente, Pude ver a Sérgio resoplando dentro del conserje, alguien estaba mirando a André apuntando con un arma a Sérgio, cuando se dio cuenta de que estábamos a salvo dentro del auto, bajó el arma, la mantuvo en su cintura y se metió dentro del auto.

El marido del amante de mi maridoOnde histórias criam vida. Descubra agora