Capítulo 13 - ¿Me ves como tu hijo?

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Solo tengo una cosa que decir sobre el Capítulo 13

"Que comiencen los juegos".

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Las amo <3

Alicia: ¿Hiciste todo esto? - Terminé riendo en medio de tanta preocupación que estaba feliz.

Martin: Más o menos, el café que hizo fue la cafetera, de hecho compré todo.

Alicia: ¿Tienes cafetera?

Martin: Lo compré hoy.  - Martin sonrió tímidamente -  hay un cepillo de dientes nuevo en el baño, puedes dejarlo aquí para cuando lo necesites.

Alicia: La única persona que me trae el desayuno a la cama es Gonzalo todos los días de la madre.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, realmente fue un gesto muy hermoso, no estaba acostumbrada a tanta amabilidad.

Martin: No llores, disfrutémoslo - Martin metió un mechón de mi cabello detrás de mi cabeza.

Desayunamos juntos, ya que dijo que no comía nada porque quería comer conmigo.

Después de que terminamos de desayunar, Martin me calmó diciendo que  fedora fue a buscar a mis hijos y por lo que Miranda me dice, Sergio tampoco se va a casa.

Martin: ¿Pasarás más tiempo conmigo? Martin tenía una cara de perro necesitado a la que era imposible resistirse.

Alicia: Tendré que volver a casa cuando Fedora traiga a mis hijos.

Martin: Entonces espero que tarden mucho - Corrió al armario - ¿Salimos a almorzar?

Alicia: Acabamos de tomar un café.

Martin: Lo sé, quería salir contigo.

Alicia: Salimos ayer.

Martin: ¡Sí!

Alicia: Podemos quedarnos así, veamos una película y haré el almuerzo.

Martin: No quiero que hagas nada, si no sale bien, pido o hago algo.

Alicia: ¿Tu cocinando? - Dejé escapar una carcajada.

Martin: No sé hacer mucho, pero te garantizo una buena pasta.

Alicia: Hmm, pasta

Martin: No te burles de mis habilidades culinarias. - los dos nos reímos -  ¿salimos o pedimos comida?

Alicia: Hace frío. - me tiré de nuevo a la cama.

Martin: Está bien, pediré comida, ¿alguna preferencia?

Alicia: No puedo comer camarones porque soy alérgica.

Me levanté de la cama y me di cuenta de que estaba usando una camiseta Martin y es muy pequeña y fui al baño.

Cuando llegué a la cocina, estaba lavando los platos y vi que se veía incómodo, fue curioso cómo noté sus pequeñas expresiones.

Alicia: esta todo bien?

Martín: Solo lo dolor de cabeza.

Alicia: Claro, después de ayer quién no.

Metí la mano en mi bolsa

Tomé la medicina para el dolor de cabeza que dejé en mi bolso, Gonzalo sufría de dolores de cabeza.

Llené un vaso de agua y se lo entregué y ella arqueó las cejas.

Alicia: Es para los dolores de cabeza.

Martin: No me gusta tomar medicamentos.

Alicia: ¡Más se necesita! - Se lo puse en la mano y ella lo tomó de mala gana - Gonzalo tiene dolores de cabeza, así que siempre tengo medicina. Ahora sé que tú también lo sientes, así que compro más y te dejo uno.

Martín: ¿Me ves como tu hijo? - Martin estaba extrañamente serio.

Alicia: Solo te estoy cuidando.

Martín: No, me estás tratando como si fuera tu hijo - Estaba enojado - No soy Gonzalo Alicia.

Alicia: Lo sé.

Martin: No me trates como si fuera.

Alicia: ¿Cuál es el problema de que te cuido como cuido a mis hijos?

Martin: No quiero que me veas como si fuera uno de tus hijos. Soy un hombre independiente, quiero vestirme como el hombre que soy.

Alicia: Pero te veo como un hombre - me miró fijamente.

Martin: Veamos la película si continuamos con este tema no terminará muy bien - dejó escapar un largo suspiro y se sentó en el sofá, yo fui al sofá y me senté también.

Alicia: Martín, desde el cóctel has sido diferente, sabes que puedes contarme todo, créeme.

Martin: Las cosas se me han complicado un poco Alicia - Tenía los ojos cerrados - Creo que estoy empezando a sentir algo por un amiga de la universidad.

Alicia: ¿Y esto es malo?

Martín - Es terrible Alicia, estoy casado y algo malo también porque ella no siente lo mismo y la primera vez me siento enojado, celoso, tan enojado que me dan ganas de pelear con todos. En todas partes hay alguien mirándola, alguien que quiere su atención y yo soy tan egoísta que quiero su atención ... solo para mí.

Alicia: ¿Ya le dijiste eso?

Martin: Prefiero sufrir en silencio que perderla ...

Alicia: ¿está comprometida?

Martin: Sí, casada, más y diferente a Julieta, es fiel, del tipo que haría cualquier cosa para que un matrimonio funcionara.

Alicia: Lo siento Martin.

Martin: Yo también lo siento, porque sé que puedo hacer la feliz. -  Me miró a los ojos y me sentí invadido.

Martin: ¿Vemos la película? - mira la mirada tomó el control.

La película terminó alrededor de las tres de la tarde, fue entonces cuando ordenó nuestro almuerzo y luego se acostó frente a mí.

Alicia: ¿Qué más ve? - le pregunté y él lo negó.

Martin: Quiero hablar contigo. - Me reí y él sigue serio - Primero quiero hablar de la maravillosa comida que cocinas, ayer tuve la oportunidad de hablar con tu hermana y ella pensó que la idea de ti era increíble ...

Alicia: Martín, sabes lo que Sergio piensa de esto es ...

Martín: Alicia, no Sergio, solo Alicia, no eres la sombra de Sergio. Y no puede ser, debes dejar de depender de él, porque lo usa en tu contra y es una forma de manipularte.

Alicia: No me manipula.

Martín: Alicia, te manipula, es abusivo y te obliga a hacer cosas, es hora de despertar y dejar de defenderlo. Esto no es amor sino ser un sub-imssa, ser casi una sirvienta, una esclava sexual.

Alicia: No me trata así.

Martín: Está bien - se sentó - ¿Hay algo en lo que no estés de acuerdo con Sergio, algo tan absurdo de ser aceptado?

Alicia: El que quiere a Miranda va a la facultad de derecho, pero a ella no, a mi hija le encanta dibujar, fotografiarla y como artista quiere estudiar publicidad.

Martín: Y Sergio nunca lo aceptará, lo conocemos, ¿de verdad quieres ver infeliz a tu hija? - negue.

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El marido del amante de mi maridoOnde histórias criam vida. Descubra agora