-Harry me parece un buen chico, algo problemático... Pero no es su culpa ser simplemente Harry Potter.
-me parece un chico muy lindo.
-no dije que no lo fuera hija, solo mantente alejada de sus problemas ¿Si? Estoy feliz que tengas novio.
Sonreí y Remus me tomo de la mano, y me abrazo tiernamente. Era muy temprano y mi cuerpo se congelaba con la brisa.
Estábamos a unos días de navidad y los chicos sacaban su alegría navideña en los patios de Hogwarts tirándose nieve hasta que les entrara en los oídos.
Hagrid adornaba con Filch los árboles y por todos lados olía a galletas recién horneadas. El aire tenía una sensación navideña que jamás había sentido, pero me gustaría pasarla con mi papá en este tiempo donde se supone que debe estar toda la familia unida.
Estábamos en el comedor esperando a que la comida apareciera ya que estábamos muertos de hambre.
-Dios, ¿cuánto falta?
-Ron, deja de quejarte.
Le dije cuando de repente aparece Harry algo callado y se sienta a mi lado.
-Hola linda -volteo a ver a Ron- se te ve delgado.
Fue una burla a la manera desesperada en la que Ron se encontraba por comer algo.
-¿Alguien sabe algo de Hermione?
Hubo un silencio incómodo, algo tenso diría.
-Esta con Neville, no quiere estar cerca de nosotros y mucho menos que ahora sales con Harry.
Mire a Harry que tenía la mirada agachada tratando de no tomarle importancia al asunto de Hermione, pero seguía siendo su amiga.
-¿Cuantas veces debo decir que yo no sé nada de mi papá?
Mentiras.
-Solo déjala, ya se le pasará -Ron me miró serio- ella solo está algo tensa, cualquiera con la situación en la que estamos ahora Hanna, tu lo tendrás nada que ver pero tú papá sigue siendo un asesino y sigue estando suelto por el castillo.
-tienes razón, debo dejarla en paz.
Harry me tomó la mano y me besó la mejilla, la comida apareció y ron arrasó con el puré de papas y la carne de cerdo.
Dos búhos entraron por la ventana con dos paquetes muy grandes. Nos los dejaron en nuestras piernas y nosotros sin entender nada los abrimos.
-¿Que es esto? Ron, ¿Tu mamá adelanto los regalos de navidad?
-no que yo sepa - le respondió a harry- sino también me hubiese llegado el mío... Creo.
Harry abrió el regalo que era mucho más grande que mi paquete y era una saeta de fuego, una escoba muy rápida para jugar quidditch. Harry sería la envidia de todo Hogwarts ahora que tiene la mismísima saeta pero...
¿De quién es el regalo?
- Por la barba de Merlin.... ¡HARRY DÉJAME VOLARLA!
-¡alejate! Es mía -empujó a Ron lejos- seré yo quien la estrené.
Se frotó las manos pero antes de colocarle un dedo a su nueva escoba Hermione apareció de repente muy preocupada y como siempre, muy metida.
-¿Y eso Harry? Tus tíos no te pudieron dar una escoba y mucho menos los papás de Ron, ¿Quien te la envío?
-no lo sé, no tiene tarjeta ni una carta.
Tomo su escoba para apreciarla y verle el mango de madera brillante con más detalle pero Hermione se la arrebató de las manos.
-¿Que tal si es una trampa? - Harry intento quitarle la escoba sin exito- ¿Y si es un regalo de...?
Me quedo viendo preocupada y yo puse el gesto más desagradable de mi vida, estaba realmente indignada por la forma de actuar de Hermione.
-¿Piensas que la envío mi papá? Cuando el está dios sabe dónde sin dinero, sin comida y sin casa -me acerque a ella para controntarla- ¿Vas a seguir con tu sucio cuento Hermione, por que mejor no nos dejas en paz?
-es un asesino Hanna, lo sabes.
-¡Si lo sé mierda, lo sé, y no es mi maldita culpa vivir con eso!
Me acerque tanto a ella, tan furiosa que Ron me tomo fuerte del brazo para alejarme. Harry se interpuso entre nosotros y estoy segura que pensó que yo la golpearía cuando nunca fue mi propósito.
-Linda, déjala.
-No, déjame, ¿Mione?
Hermione salía casi trotando del gran comedor.
-¿¡Mione!? ¡Vamos Hermione, ven aquí y dime qué es lo que opinas de mi y de mi apellido! ¡Ven y dímelo a la cara!
La profesora Mcgonagall se dió cuenta de lo que estaba pasando y me tiró un hechizo que me hizo sentarme de manera forzada a una silla.
El escándalo de la situación llamo la atención de todo el gran comedor y podía sentir como todos estaban mirándome. Si antes me tenían miedo, ahora las cosas estaban mucho peor. Hicieron un grupo grande de personas donde todos tenían el mismo propósito.
"Encierren a los Blacks"
Habían carteles por todos las paredes de Hogwarts y insistían que tenían que aislarme, que su encontraban a Sirius el ministerio de magia tenía que acudir rápido, por cada movimiento extraño del castillo el ministerio tenía que estar ahí.
A Harry le quitaron a escoba para hacerle algunas revisiones y ver qué todo estuviera bien con ella y que no tuviera algo que pudiera matarlo.
A mí me dieron una semana de castigó con Remus, solo por ser mi tutor.
-cuando las cosas se calmen, juro que estaré contigo e iremos a volar en escoba por todo es castillo.
-¿Cuando te la devuelvan?
-tambien, pero hablo exactamente cuando las cosas se calmen cariño.
Harry me tomó la mano y me miró directo a los ojos. Mirábamos la nueve caer en la torre de astronomía tomados de la mano. Tenía mis mejillas heladas y la nariz roja, Harry me besó en los labios con ternura .
-te quiero.
-tambien te quiero.
-lamento lo que pasó con Hermione... Creo que le tienes que dar un poco más de tiempo.
-no es justo que las cosas sean así.
-te entiendo, pero debes relajarte, estos comentarios te siguieran siempre Hanna y debes saber manejarlo con tranquilidad.
Me dió un abrazo y nos volvimos a besar antes de bajar con el resto para irnos cada quien a su sala común.
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Después de tanto tiempo
FantasySiendo la segunda persona más famosa de hogwarts al ser la hija del famoso asesino del mundo mágico y Novia del elegido, Hanna comienza a sentir sentimientos por el hermano de su mejor amigo. ¿Cómo puede mantener la calma su está enamorada de Fred W...