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Tenochtitlan
1521 D.C

Aún en la pequeña ciudad Halia se encontraba buscando a la eterna suprema.

-Ajak- dijo Halia tras buscarla toda la noche.

-Halia ¿Qué sucede?.

-No sé que hacer- dijo desorientada- siento que mi vida no tiene sentido, si terminamos de cazar a los desviantes, tendríamos que volver a Olimpia ¿cierto?

-Halia, se que es confuso pero Arishem lo quiso así, yonlo quise asi ¿esta bien?- dijo la eterna tocando su hombro.

Halia solo asintió sin más que decir.

-Solo ve y disfruta, ve a buscar un propósito en esta vida, tal vez con Druig, tal vez tu sola, hay muchas cosas que descubrir en este planeta, solo trata de hacer algo que te gusta que te apasione.

-Gracias por tu apoyo-dijo la castaña dandole un fuerte abrazo- pero aún tengo una duda.

-¿Si?

-Cuando Thena enloqueció por así decirlo, porque me dijo que si yo estaba contenta con todo lo que he hecho.

Ajak por un momento se quedo estatica sin decir ni una palabra

-Bueno... no lo sé Mahd W'yry es una enfermedad muy compleja con factores distintos.

-Dijiste que su mente se fracturaba por sus recuerdos...

-Si pero...

-Pero porque tendría que ser un recuerdo si yo no sé lo que hice para que Thena reaccionará de esa forma contra mi...

-Tranquila, tal vez te confundió con alguien de Olimpia, sus recuerdos están revueltos.

-Pero dijo que ya aprendía a volar.

-Deja que se calme Thena esta un poco asustada por lo que ocurrio.

-Es muy extraño de parte de Thena.

-Halia, no es el momento de pensar en eso, se que estas asustada porque despues de tantos años nos separamos- Ajak acaricio la mejilla de Halia- Eres mas fuerte de lo que crees, mi niña.

(...)


La castaña caminaba por el gran bosque sin saber que era lo que quería, cuando tu mente quiere una cosa tu corazón quiere una completamente diferente.

Se quedo sentada en la orilla del pequeño lago en el que jugaba con el agua, podia mover como si fueran malabares de un lado para el otro. 

Llego a un punto en el que solo pensaba en él, Druig. Seguramente el estaria por esa pequeña ciudad, pensando en ella, talvez.

En parte se sentia culpable por no ir con Druig, lo que el decia era verdad como ayudaban a las personas viendo como peleaban, como formaban guerras, batallas que dejaban muchas personas muertas.

-Hola- de pronto dijo una voz detrás de ella.

Como por arte de magia aparecio por el que tanto pensaba.

-Hola- respondió ella con una sonrisa dejando caer el agua, enserio que no esperaba a que Druig apareciera.

-¿Qué es lo que piensas?- dijo Druig quién se sentó a su lado.

-Tendrias que saber eso ¿no?- dijo Halia.

-Bueno, no es tan fácil, una vez solo por tratar de que Sprite olvidara algo descubrí que Kingo se tropezó en el barro desgarrando su ropa, mas especifico lo de atras- comentó el ojiazul causando carcajadas de ambos.

-Gracias por estar conmigo todo este tiempo- dijo Halia tomando su mano.

-No tienes de que agradecer mi dulce Halia- suspiró- solo quiero verte feliz.

-Yo tambien quiero verte feliz.

Ambos se acercaron, a centimetros, tan cerca que pudieron sentir el calor del otro, Druig aprovecho la oportunidad y la beso, un beso tierno pero a la vez hambriento

Ambos se separaron y solo se dirigieron algunas miradas, fue el primer beso de ambos.

-Escucha se que estamos en todo un problema...- empezo a decir Druig.

-Druig yo...

-Espera, solo no quiero que te sientas presionada a quedarte conmigo, no te obligo nada, quiero que vivas tu vida ya sea conmigo o sin mi.

En Tu MenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora