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EL DÍA SIGUIENTE FUE MÁS CALUROSO QUE TODOS LOS DÍAS ANTERIORES QUE HABÍAN PASADO EN EL DESIERTO, el sol quemaba cada centímetro de piel expuesta en Venus.
Las montañas estaban cerca, sólo unos pocos kilómetros más, pero con el sol pegando fuerte, la falta de agua, el cansancio recorriendo sus cuerpos, al grupo le costaba avanzar.
Se habían situado en medio de la nada. Había menos arena en esta parte de donde sea que estuvieran, Venus agradeció estar en un terreno ligeramente sólido ya que sus ojos ya no ardían tanto cuando las partículas de arena se infiltraban en sus ojos.
Venus se tumbó de lado, en un estado medio dormido mientras su cabeza descansaba sobre su mochila.
Sus ojos se abrieron lentamente, viendo que la noche ya había caído sobre ellos, una vez más. Girando sobre su espalda, gimió en silencio mientras sus ojos se abrían lentamente, el cansancio aún no desaparecía.
Sin embargo, se despertó por completo cuando notó las nubes extremadamente oscuras que se cernían sobre ellos, y se levantó de golpe cuando un rayo cayó sobre lo que debía estar a sólo unos kilómetros de distancia.
Estaban en problemas, no se podía negar. Venus repitió las palabras de Janson en la noche de su huida, cuando les advirtió sobre los elementos, y Venus sólo pudo pensar que, si el calor era tan malo como el que habían experimentado, las tormentas eléctricas probablemente serían mucho peores.
Sin perder un segundo más, Venus sacudió a Thomas, que estaba tumbado a su lado, con la cabeza apoyada en el duro suelo, ya que estaba profundamente dormido:—¡Despierta, tenemos que irnos!—,ordenó, lo suficientemente alto como para despertar al resto del grupo, que compartió miradas confusas ante la repentina voz de pánico de Venus.
—¿Qué? ¿Qué está pasando?—preguntó Newt grogui,—Es lo que va a pasar, se acerca una tormenta—.Esto alertó a la mayoría de los miembros del grupo, Thomas se incorporó mientras sus ojos vagaban por el cielo, y se dio cuenta de que Venus tenía razón, tenían que ponerse en marcha.
—¡Ven eso!—Ares señaló hacia las montañas, Venus echando un vistazo a lo que Ares estaba alborotando,—Son luces—.Thomas habló con agrado, poniéndose de pie mientras el alivio llenaba al grupo.
Los montañeses eran reales, y tampoco estaban tan lejos.
El optimismo se apagó rápidamente cuando cayó un rayo, no muy lejos del grupo, el fuerte sonido hizo saltar a Venus.
—Tenemos que irnos, vámonos—.Thomas se dio prisa en ordenar, asegurándose de que todos habían tomado sus pertenencias , la tormenta sólo se acercaba.
Venus tragó saliva, con los ojos clavados en las horribles nubes durante un segundo, antes de salir corriendo tras el resto del grupo, con las botas golpeando el suelo mientras intentaba seguirles el ritmo.
Corrían, tan rápido como podían, acercándose a la civilización mientras los rayos caían de un lado a otro, Venus esquivando cada golpe, o al menos intentándolo.
—¡Rápido Venus! —Thomas se había dado cuenta de que Venus se estaba quedando un poco atrás, con sus cortas piernas tratando de seguir el ritmo del resto.
Thomas la empujó delante de él, Venus se esforzó por ir lo más rápido posible, pero los fuertes ruidos de los rayos cayendo a un lado y a otro la asustaron mucho, sin embargo, siguió corriendo lo más rápido que pudo.
—¡Vamos ya!—motivó Thomas, estaban muy cerca de la entrada de la civilización, a pocos metros, pero los rayos les pisaban los talones, golpeando objetos a diestro y siniestro.
—¡Adentro! ¡Todos!—Y entonces, antes de llegar a la entrada, un rayo cayó justo en medio de Venus, Thomas y Minho, haciéndoles perder el equilibrio mientras el cuerpo de Venus volaba contra un contenedor, dejándola sin aliento mientras se agarraba el estómago, sin poder respirar, con los oídos zumbando - no podía oír nada.
Venus jadeaba, se agarraba las costillas y se frotaba la garganta como si eso le diera oxígeno.
Venus vio como un cuerpo aparentemente sin vida, Minho, era llevado por Ares y Newt, con Teresa y Sarten a la cabeza. Thomas iba detrás, desequilibrado, y Venus se quedó tumbada, recuperando respiraciones cortas y entrecortadas, pero era incapaz de llamarlos, de decirles que la habían dejado atrás.
No tenía energía para impulsarse desde el suelo bajo ella, y observó cómo se acercaban los relámpagos. Tenía un abismo de miedo en su interior, y Dios, deseaba tener la fuerza para levantarse.
Y entonces, una silueta familiar apareció, Thomas, y antes de que Venus pudiera registrar nada más, fue levantada del suelo, Thomas llevándola al estilo nupcial mientras corría, tan rápido como podía, el rayo amenazando con golpear a ambos de nuevo en cualquier momento, pero esta vez, estaban justo a tiempo para llegar a un lugar seguro.
—¿Estás bien?—Thomas respiró, colocando a Venus en el suelo mientras ella asentía rápidamente, sus ojos se dirigieron hacia Minho que yacía inconsciente,—Ayuda...Ayuda a Minho—.Ella murmuró, y Thomas no perdió ni un segundo más mientras se arrodillaba junto a Minho. Venus se acercó lentamente, arrodillándose al otro lado de él, ya que estaba demasiado débil para estar de pie.
—Responde Minho—. Thomas suplicó, Newt tenía una linterna en la mano mientras la dirigía a la cara de Minho, esperando, deseando, que sus ojos se abrieran en cualquier momento, y cuando Minho dejó escapar un fuerte gemido, un suspiro de alivio se le escapó a Venus.
—¿Qué pasó?— Minho preguntó, con la voz llena de confusión mientras seguía tumbado en el suelo de cemento, —Creo que te cayo rayo—. Thomas informó, Minho frunció el ceño confundido por un segundo, — oh . — fue todo lo que dijo, como si no fuera gran cosa
Minho fue ayudado a ponerse de pie por Thomas y Ares, Newt extendió su mano hacia Venus al notar que ella estaba luchando por ponerse de pie, el rayo la había golpeado fuertemente también.
Venus aceptó el gesto de Newt, poniéndose de pie lentamente,—¿Estás bien?—.La pregunta fue hecha por Minho, hacia Venus, y ella se quedó sorprendida.—Sí, yo... estoy bien—.Informó, con voz seca, mientras Minho asentía con severidad.
Los ojos de Venus se desviaron hacia Thomas por un segundo, su mirada ya estaba fijada en ella.—Gracias—,murmuró hacia él, refiriéndose a cuando básicamente, una vez más, le había salvado la vida. Thomas asintió con una sonrisa apretada.
—¿Qué huele tan mal?—Teresa llamó la atención, y Venus soltó un fuerte grito cuando un Crank apareció a la vista, queriendo agarrar a Teresa, pero fue en vano, ya que el Crank estaba encadenado.
—¡Dios, esas cosas están por todas partes!—,dijo Venus con amargura, todavía con la mano en el pecho, con el corazón latiendo a gran velocidad.
Y pronto, se reveló que no sólo había un Crank que estaba atado, no, todo el almacén estaba lleno de las criaturas, todas ellas tratando de soltarse, deseando nada más que hundir sus dientes en los sobrevivientes.
—Veo que conocieron a nuestros perros guardianes—.La cabeza de Venus giró hacia la nueva voz, una silueta que se encontraba en el extremo del almacén.
La chica se dirigió entonces hacia el grupo, Thomas ordenó a sus amigos que se mantuvieran atrás,—Están hechos un asco—.La chica estaba ahora frente al grupo, Venus la observaba atentamente, al igual que Thomas, sin saber quién era esta recién llegada.
—Venga, síganme—.Se dirigió hacia los Cranks, sólo para notar que nadie la seguía,—o prefieren quedarse con ellos—.
