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VENUS ESTABA DE PIE DETRÁS DE UNA CHICA DE PELO CASTAÑO. El remolque se extendía por el pasillo, todo el mundo en silencio, sin hacer ningún ruido.
A Venus le dolía la cabeza como un demonio, no sabía qué le habían hecho, pero el dolor era excusante. Eso no era ni siquiera lo peor. No podía recordar nada. Sabía su nombre, y eso era todo.
Sabía que estaba en una instalación llamada CRUEL, y que la llevaban a un lugar llamado Denver, la razón de eso también era desconocida para ella.
Venus se sintió extremadamente impotente. Cómo podía olvidarse de todo. No sabía quién era, de dónde venía, por qué estaba aquí. Sólo sabía lo que le había dicho un hombre de aspecto de mediana edad, casi con la misma cara que una rata. Se llamaba Janson y lo llamaba uno de los hombres vestidos con un atuendo negro, con una pistola en la mano.
'El mundo es un lugar peligroso'. Le había informado, 'podemos mantenerte a salvo. Por eso te llevamos a ti y a tus amigos a unas instalaciones en Denver'.
Venus no sabía qué había insinuado, ni si podía confiar en él. Sin embargo, había sido la única persona que había hablado con ella, así que tal vez estaba tratando de ayudarla.
—¡VENUS!—La cabeza de la muchacha se giró para ver a un chico de aspecto frenético, de su edad, supuso, que buscaba entre la larga fila de individuos,—¡VENUS!—
Y entonces sus ojos se posaron en ella, y se apresuró a acercarse a ella,—Venus—.Su nombre salió de sus labios mientras la abrazaba rápidamente.
Los ojos de ella se abrieron de par en par con confusión mientras lo miraba fijamente,—no estamos a salvo, no sé a dónde vamos pero estamos en peligro—.
Ella seguía mirándolo, con la boca ligeramente abierta y la cabeza inclinada. Su pelo castaño oscuro estaba pegado a la frente, tenía ojeras, parecía que no había dormido en días.
—Yo... lo siento, ¿quién eres?—Su cara cayó, los ojos mirándola con total incredulidad.
—Soy... soy Minho. ¿Qué te han hecho Venus?—
Minho. Su nombre le sonaba mucho a Venus, era como si supiera que se había encontrado con él antes, pero no podía ubicarlo.
—No sé... no sé qué está pasando... ¿Qué quieres decir con que estamos en peligro?—
Minho negó con la cabeza, los hombros caídos mientras se pasaba una mano por el pelo sucio,—te borraron la memoria—.Murmuró, Venus lo captó, aunque, frunciendo el ceño, estuvo a punto de preguntarle a qué se refería exactamente.
—Escúchame—,colocó sus manos sobre sus hombros, captando toda su atención,—sé que no me conoces, pero somos amigos, y necesito que confíes en mí. CRUEL, la gente que trabaja para ellos, Janson, no son buenos, ¿de acuerdo? No puedes confiar en ellos Venus...—
