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VENUS MIRÓ POR LA VENTANA DESDE DONDE ESTABA SENTADA ENBertha, el vehículo de Marcus.
Las montañas eran un espectáculo para ver, realmente. Le dio la oportunidad de olvidarse de toda la mierda que pasaba por su mente.
—Oye novata, ¿qué pasó allá atrás?—Minho habló desde al lado de Venus, su voz era ligeramente tranquila, y estaba claro que sólo quería que la conversación fuera entre él y Venus.
La chica le dirigió una mirada confusa,—parecía que estabas a punto de darle una paliza al tal Marcus—.Explicó, y Venus no pudo evitar soltar una ligera risa, colocando un mechón de su pelo sucio detrás de la oreja.
—Estuve a punto, sí—.Por primera vez, Minho soltó una ligera risa hacia la chica:—Ojalá lo hubieras hecho, habría sido un espectáculo—.
Venus puso los ojos en blanco de forma juguetona, tranquilizándose mientras bromeaba con Minho,—¿crees que Jorge daría la vuelta a este coche para que yo pudiera?—Minho se rió con fuerza, recibiendo una mirada extraña de Newt que estaba sentado delante, Minho se sacudió inatantemente mientras su atención se dirigía de nuevo hacia Venus.
—Tienes mucho valor, ¿sabes?—Venus frunció el ceño, ladeando ligeramente la cabeza,—ir contra CRUEL, golpear a Barkley en las costillas, huir de un montón de cranks, y querer lanzarle algunos puñetazos a Marcus, eso es lo que yo llamo coraje—.Venus se avergonzó un poco cuando Minho hizo su lista, negando levemente con la cabeza,—tú también tienes valor—.Le sonrió,
—Al principio, realmente no confiaba en ti, pero sé que estás de nuestro lado, y puedo ver que Thomas también confía en ti. Eso es suficiente para mí—.
Venus no pudo evitar sonreír ante las palabras de Minho. La confianza, y la aceptación, era algo que no había experimentado antes.
—Gracias, Minho. Te lo agradezco de verdad—.Le hizo un gesto con la cabeza, con la sonrisa aún en los labios, mientras volvía a desviar la mirada hacia la ventana.
Por primera vez en mucho tiempo, Venus se sintió feliz. Era extraño, ser feliz en un momento como este, pero se sentía bien, realmente bien.
Cuando el coche - Bertha - se detuvo repentinamente, la mirada de Venus se dirigió inmediatamente al parabrisas, y su corazón se hundió al verlo.
Era un cementerio de coches, y no había manera de que pudieran atravesarlo.
Saliendo de Bertha, observó la situación. La vida siempre tenía que dar una pequeña sorpresa cuando las cosas iban bien por una vez.
—Supongo que iremos a pie—.Habló Jorge, suspirando pesadamente mientras comenzaba a guiar el camino, encontrándose Venus al lado de Brenda.
Brenda respiraba con dificultad, los ojos caídos y la piel tan pálida, no tenía buen aspecto, en absoluto.
