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ERA EL CAOS. DESDE GUARDIAS DE CRUEL DISPARANDO AL EJÉRCITO DEL JEFE DE GALLY, hasta bombas lanzadas, dejando en llamas casi todo lo que les rodeaba.
El corazón de Venus latía rápidamente en su pecho, era incapaz de controlar su agitada respiración y el humo y la ceniza que provenían de las llamas no hacían más que empeorarla.
—¡Al suelo!—Minho gritó ahora, el grupo se agachó detrás de una barrera de cemento, y Venus escuchó de inmediato, siguiendo su instrucción mientras su espalda descansaba contra el cemento - y fue entonces cuando lo oyó, el sonido de una berg resonando por las calles, y al mirar hacia arriba, ahí estaba.
Soltó un suspiro de alivio—son ellos—.Thomas había gritado - Brenda vino a salvarlos.
—Levántate—.Thomas tenía prisa, todos la tenían, pero cuando los ojos de Venus se posaron en Newt, su aliento se había atascado en su garganta ante la horrible visión.
Las venas por toda su cara eran evidentes, y sus ojos inyectados en sangre y oscurecidos miraban fijamente a Venus, y cuando la sangre negra rezumó de su boca, los ojos de Venus se posaron en Thomas.
Podía ver la preocupación que cubría sus facciones al ver a Newt, él no sabía qué hacer y Venus tampoco.
—Vete sin mí—.murmuró Newt, tosiendo más sangre negra. Venus se arrodilló a su lado y trató de evitar que las lágrimas se derramaran por sus párpados.
Newt era su amigo, uno de los primeros amigos de verdad que había tenido. No se merecía esto, no se merecía sufrir así. Venus deseaba poder cambiar de lugar con Newt, haría cualquier cosa para quitarle todo su dolor y sufrimiento.
—Minho...—Thomas habló ahora con calma,—adelántate, ve por el suero. Regresa cuando lo tengas—.
Venus pudo ver que Minho quería negarse a esto, sus ojos miraron fijamente a Thomas durante varios segundos mientras intentaba pensar en otro plan.
—Minho, tú y Gally tienen que irse. Thomas y yo nos quedaremos con Newt—.Minho miró a la chica, la tristeza en sus ojos era algo que Venus nunca olvidaría.
—Tienes que ir con ellos Vee—.Le dijo Thomas y sus ojos se encontraron con los de él.—No voy a dejarte...—le dijo severamente, antes de desviar su mirada hacia Minho y Gally una vez más,—ve, y date prisa—.Con vacilación, Minho se levantó ahora de su posición arrodillada, y antes de que él y Gally se pusieran en marcha, Newt había agarrado la mano de Minho.
—Gracias...—Newt habló, con el pecho agitado mientras luchaba por recuperar el aliento,—Gracias, Minho—.
—Eh, resiste. ¿Esta bien?—Minho puso una suave mano en el hombro de Newt, y luego, se puso en marcha con Gally a la cabeza.
