Gala de Héroes. (Extra 1)

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El sol estaba en su punto más alto regalando cálidos rayos de sol a todos los ciudadanos de Japón bañando a la cuidad de dorado mientras las personas transitaban y hablaban

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El sol estaba en su punto más alto regalando cálidos rayos de sol a todos los ciudadanos de Japón bañando a la cuidad de dorado mientras las personas transitaban y hablaban. Simplemente un día tranquilo. 

—¡Muere! — excepto para el villano que había molestado al gran héroe Dynamite. 

Una pequeña persecución se había dado con el héroe y el ladrón que trataba de escapar desesperadamente del rubio cuando escapaba del banco al cual había asaltado. Pero Dynamite es Dynamite y el nunca pierde, sobre todo una batalla de fuerza e inteligencia (completa mentira ya que no podía ganarle a su esposo, pero nadie tenia que saberlo). El ladrón no fue la excepción a la regla siendo uno más de los logros de Bakugo. 

A unas cuantas calles más adelante se encontraba cierto peliverde caminando por los pasillos del hospital revisando papeles de los pacientes en los cuales iba a asistir en su semana. A diferencia de Bakugo su trabajo no solía ser agitado, tal vez un poco agobiante y a veces estresante por diversas cuestiones, pero generalmente sus días eran tranquilos atendiendo a sus pacientes. Incluso después de la confirmación de su matrimonio hace ya ocho meses de ello, pues basto solo un día y una amenaza para que nadie acosara al pecoso en su trabajo o en las calles. Todos conocían el temperamento explosivo del héroes Dynamite pero no querían probar su furia no como héroe profesional, sino como alfa sobreprotector.  

 Una vez en su oficina el pecoso tomo asiento en su escritorio pasando unos datos al sistema del hospital cuando llamaron a su puerta. 

—Adelante — respondió el pecoso sin dejar de ver el monitor frente suyo. 

—¿Ocupado Deku? — el rubio entro en la habitación dejando salir sus feromonas. 

—Kacchan — el omega levanto su cabeza observando al rubio frente a su escritorio con una sonrisa — ¿Qué haces aquí? Creí que estarías patrullando — Izuku rodeo el escritorio abrazando a su alfa. 

—Estaba de paso pateando le en trasero a un imbécil — el alfa tomo de los muslos al peli verde cuando se acerco  a el, lo cargo hasta dar con la camilla que había en la habitación sentando al omega en ella y el quedándose de pie entre sus piernas escondiendo su cara en el cuello del contrario. 

—¿Estas bien? — El ojí verde paseaba sus manos por el cabello rubio del alfa entre sus piernas. Recibió un asentimiento de cabeza del contrario sin ninguna otra palabra. El alto podía ser muy mimado cuando estaban ellos dos solos, cosa que Izuku le parecía tierna porque lucia como un pequeño cachorro.   

Permanecieron en esa posición por un par de minutos, Katsuki oliendo las feromonas que el contrario desprendía e Izuku jugando con el cabello de su sien disfrutando su compañía mutua.

—Que bien hueles Deku — el alfa suspiro apretando su muslo izquierdo y su cintura. 

—Yo siempre huelo bien — presumió el omega disfrutando de la caricias del más alto — aunque me duchara tarde por tu culpa. 

¡¿Dynamite tiene esposo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora