13: inseguridades

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Llevaba unos días sin ver a Mina, la banda y yo habíamos estado ocupados practicando para el festival, el cual ya era mañana. Aun así habíamos hablado vía mensajes cada día.


Yo

                   ¿También estáis practicando         para el festival deportivo, verdad?


Minari🐧

¡Así es! Justo hoy hemos hecho una ronda de varios deportes. Ha sido divertido, ojalá hubieras estado allí.


Yo
Me alegra mucho Mina.


Minari 🐧
Hoy nos vemos ¿No?


Yo

Claro, te explicaré las novedades respecto a mañana.


Aún recordaba la primera vez que la vi. Sentada en el piano, su pelo como el carbón recogido en una coleta, sus manos finas y suaves tocando el piano y sus ojos grisáceos brillando ante aquella melodía. Era una verdadera obra de arte.

Sonreí ante los mensajes, me gustaba que hubiera ganado confianza, y estos últimos días la había visto bastante animada.

—¿Has acabado de hablar ya con tu novia? —Me giré al ver a Chaeyeong con las demás en el mostrador; Esta me miraba con una sonrisa burlona.


—Dejadme en paz, dijimos que hoy haríamos descanso y mañana Practicaríamos antes del festival —


—Es que aún no me creo que tuvieras valor de besarla ¡Eso es muy valiente de tu parte! — dijo Jihyo con una sonrisa de oreja a oreja.


—En realidad me besó ella —


—¡Entonces Mina es muy valiente! —


Jeongyeon me sonrió, últimamente no habíamos hablado demasiado, pero habíamos arreglado las cosas.


—Está bien, pero  váyanse cuanto antes porque va a venir y no las quiero molestando —


—Sí, mi capitana. —


Reí un poco. Ellas me hicieron caso, recogieron sus cosas y se fueron, yo me quedé en la tienda, hoy mi abuelo no había podido venir así que tuve que hacerme cargo. Me senté en el piano, mientras colocaba ambas manos sobre las teclas. Había escogido la primera partitura que toqué, tanto en piano como en guitarra, significaba mucho para mí.


—Nayeon —


Su voz me hizo sonreír al instante, me giré observándola. Ella se acercó a mí dejando sus cosas en una silla y sentándose a mi lado. Por lo contrario que en los mensajes se la veía algo decaída, como si no hubiera dormido.


—¿Estás bien? —


Ella me dedicó una leve sonrisa. Suspiró y se colocó un mechón detrás de la oreja.


—Debes dejar tus inseguridades atrás,
No sé quién ha hecho que las tengas, pero conmigo no has de tenerlas —sonreí. —puedes confiar en mí. —

Tu Partitura [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora