19: un tigre

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Estaba en la tienda mordiéndome las uñas. Mi abuelo me miró colocando ambas manos sobre mis hombros para tranquilizarme.



-Nayeon, tranquila. Hablas con ellos y toman una decisión. No comiences a crear pensamientos negativos porqué será peor -


Suspiré. Tenía que asimilarlo. A penas estaría más de dos semanas más en Japón. Tendría que irme y seguir con la gira, pero esto no iba a ser un final para nosotras.


-Nayeon -


Jihyo y Chaeyeong llegaron con sus respectivos instrumentos. Me miraron con una leve sonrisa acercándose a nosotros.


-¿Sabes algo de Jeongyeon? -


Jihyo estaba preocupada, yo también. Todo lo que nos había dicho nos había dolido, éramos un equipo.


-Vendrá, estoy segura -


-Más le vale, o si no iré yo misma ñ a buscarla y no va a ser agradable para ella -



Me apoyé en el mostrador mientras mi abuelo se iba a la trastienda para dejarnos privacidad.


-Siento llegar tarde chicas -


La miré, no parecía haber dormido bien, se le veía cansada. Se acercó a nosotros con pasos lentos, parecía arrepentida, de eso no cabía duda.


-Hablemos -dije.


Ella timo una silla y se sentó sin apartar la mirada de nosotras.


-Siento lo que dije, he sido una imbécil. No voy a irme de la banda, y respeto la decisión respecto a Mina. Me parece buena idea que dentro de unos años se pueda unir al grupo -

Las tres nos miramos asombradas. No esperaba que todo fuera tan fácil, algo había ocurrido.


-¿Y ese cambio de idea tan repentino, bastarda? -gruñó Chaeyeong.


-Estuve pensando -suspiró -Además, Mina vino a hablar conmigo. Siento haber sido una completa idiota y haberlas herido de alguna manera.

No pude evitar sonreír ante lo que dijo. Mi Minari era absolutamente increíble. Cada día que pasaba me daba cuenta de que no quería perderla, aunque la distancia nos fuera a separar de forma inevitable.



-Otra rabieta de estas y no lo cuentas -Amenazó Jihyo.


-Tranquila, lo importante es que ha reflexionado. Un grupo sin peleas no sería un auténtico grupo ¿No creen?

Escuché las palabras de Chaeyeong con atención, no sé equivocaba.


-Chicas -

Ellas me miraron. Yo suspiré, pasando una de mis manos por mi cabello.


-He hablado con la discográfica y demás. Dentro de una semana y media nos iremos de Japón y continuaremos la gira. Siento haberlas hecho esperar tanto -

Jihyo me dedicó una sonrisa y se colocó a mi lado, pasando uno de sus brazos por mis hombros.


-¿Te gusta mucho esa chica, no? -


-Mucho -

Ella me sonrió. Jeongyeon, a su manera, también lo hizo, parecían Madres cuidando de su hija. Hice un puchero.


-¿Se lo has contado ya? -


-No, lo haré hoy -


-¿Qué harás? -


-No voy a perderla -dije decidida -seguiremos hablando. A ella a penas le quedan unos meses para cumplir los dieciocho, no sé qué va a suceder, pero presiento que saldrá bien -

Jeongyeon sonrió, apoyando una de sus manos sobre mí cabeza, revolviéndome el pelo.



-Has salido de cosas peores. Incluso has conseguido que ningún reportero sepa nada de su relación a parte de una fotografía. Lo conseguirán -

Estaba agradecida de contar con su apoyo, sabía sus sentimientos hacia mí, pero también sabía que si de verdad éramos amigas aquello no iba a estropear toda la amistad que habíamos construido.


-Gracias chicas. Aprovecharé estos días para estar con ella y mi familia. Cuando vayamos a la próxima ciudad practicaremos y haremos un gran concierto ¿De acuerdo? -

Coloqué mi mano en el centro y todas lo hicieron también.


-Voy a llamarla, es extraño porque no me ha respondido a los mensajes que le mandé ayer por la noche -


-¿Mensajes nocturnos?-Chaeyeong me miró de forma burlona -¿De qué eran? -



Le di un codazo apartándome de ella y marcando su número. Esperé unos minutos pero no contestó. Me había empezado a preocupar.


-Tal vez debería ir a verla, es extraño que no me haya contestado… -


-Vamos las cuatro, te acompañaremos ¿Sabes dónde vive? -

Pensé en la opción de ir a su casa. Tenía la dirección pero nunca había llegado a entrar. Recordaba una gran puerta mecánica y una enorme mansión. No sabía si era muy buena idea.


-Está bien, vamos. Solo porque estoy preocupada -

Las chicas se colocaron unos gorros lana y yo mi conjunto típico para no de llamar la atención de los transeúntes. De todas formas era por la mañana, y no solía haber tanta gente a esas horas.


-¿Vive aquí? Nosotras tenemos dinero pero esto es otro nivel -


-No puedo picar para que me abran, sería muy arriesgado -


Miré pensativa la puerta, pero no parecía poder moverse de ninguna manera. De un momento a otro noté como Jeongyeon me tomaba por las piernas y me subía a su espalda.


-Vamos a escalar estos miros–



-¿Estás loca? Bájame. No vamos a hacer eso ¿Verdad chicas? -

Busqué con la mirada a Chaeyeong y a Jihyo y suspiré al ver como habían escalado el muro.


-Como acabemos en la cárcel por esto yo no me hago responsable -


-No saben quiénes somos, estamos disfrazadas. Además, somos famosas -


Conseguí subir el gran muro gracias a Jeongyeon, ella se subió después. Nos encontrábamos en un gran jardín, lleno de árboles, vegetación, un lago y alguna que otra fuente.


-Esto ha sido una completa locura -


-Aún nos queda llegar hasta la puerta -

Negué con la cabeza. Trio idiotas. No parecía haber nadie. Comenzamos a caminar hacia el gran edificio. Todo era elegante y sofisticado.


-Podríamos comprar una mansión así ¿Qué opinas Chae? -preguntó Jihyo.


-Cállate, rechazaste mi propuesta de comprarnos un tigre -


-¡Es que es peligroso! -


Las miré frunciendo el ceño.


-Chicas, cállense -


Las cuatro seguimos caminando, hasta que la puerta principal se abrió dejando salir a Mina. Ella chocó conmigo cayendo ambas al suelo.


-Minari -


-¿Nayeon? -

Su voz parecía rota. La miré, sus ojos estaban algo rojizos. Ella negó con la cabeza y me dedicó una sonrisa para saber que no ocurría nada.


-Vámonos de aquí, por favor -


-Una mierda, voy a hablar con tus padres -

Jihyo se acercó a ella, tendiéndole la mano.


-¿Qué ha ocurrido? -


-Fui sincera con ellos -


Tragué saliva dirigiéndome la mirada hacia la puerta principal. Su padre se encontraba allí, sabía que era él, lo presentía.

Tu Partitura [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora