Celos

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Arte de @nanteiiyoru en Twitter

Arranca de mi pecho esta raíz que se expande por mis pulmones y asfixia mi ser, quita de mi vista su recuerdo que pudre mi sentir, ésta cruz no deja de quemar mi frente.

—Vamos tonta, deja de llorar —extendió un pañuelo a la joven que se tallaba los ojos—está delicioso.

La mujer tomó el pañuelo y se limpió las lágrimas y nariz

—Dijiste que traías buenas noticias pero no me imaginaba esto, estoy tan feliz por ti.

—También lo estoy —el chico se retiró el gorro de la cabeza dejando a la vista su despeinado cabello rubio.

—Promete que mandarás cartas y recetas, sabía que eras capaz de eso y más.
Ambos se sonrieron con alegría mientras comían panquecitos preparados por la mujer que bien no tenía conocimientos amplios en cocina pero quería sorprender a su mejor amigo.

—Lo prometo, pero bueno basta de mi, ¿Qué harás tú? No me has dicho nada aún

—Entraré a la universidad que está aquí, aún no tengo un plan conciso pero tengo tiempo.

—Tienes cerca de dos meses, por favor no desaproveches ese cerebro maravilloso.

—Claro que no —Sora mordió el panque mirando a otro lado, su pecho dolía pensando en que le deparaba el futuro, sus padres la apoyarían siempre y cuando eligiera una carrera que fuese acorde al negocio familiar. Estaba tan feliz por Zeff que no pudo hablar de aquella propuesta de matrimonio que hacía pocos días le había llegado.

~~

Zeff terminó de preparar los platillos y ordenó a Patty que los llevase a las mesas, se cruzó de brazos mirando a la ventana donde veía a la calle, divisó el cabello rubio de Sanji quien caminaba con rapidez, era tan parecido a su madre, suspiró con pesar, su hijo era el único recuerdo de la bondad de Sora y ahora querían quitárselo de la misma manera en que le habían quitado a su mejor amiga.

—Llegas tarde, berenjena —arrojó el mandil en dirección a su hijo.

—No es verdad —el joven miró su reloj antes de quitárselo, faltaban 10 minutos para su hora de entrada.

—Reiju llamó de nuevo —Sanji miró al techo con molestia —eso debe significar que no la has visitado.

—No tengo tiempo. No quiero ir para allá.

—Siendo honestos, tampoco deseo que vayas pero tú sabrás que hacer, ahora ponte a cocinar o no te pagaré.
Padre e hijo sonrieron quedamente antes de comenzar su trabajo.

~

—Enséñame a decir cosas bonitas —esas extrañas fueron el saludo, tomando por sorpresa al hombre que comía algunos dulces.

—¿Te parece que soy la persona adecuada para eso? Y buenas tardes, Roronoa-ya —Trafalgar encendió el auto.

—Si… ¿No? —Zoro torció el gesto con duda

—Ponte el cinturón, por favor —el moreno tatuado negó con la cabeza y comenzaron a avanzar —¿A qué se debe esa repentina petición?

—No lo sé, quizás pienso abrir mi corazón —el de cabello verde musitó con sarcasmo.

—Interesante —respondió el contrario

—Hablando de abrir corazones… ¿Ocurre algo entre tú y Luffy?

El semáforo marcó luz roja lo que permitió a Trafalgar mirar a su compañero, parpadeando un par de veces.

—¿Luffy?

—Si, Luffy

—No entiendo de que estás hablando, a veces salimos, jugamos videojuegos en su casa y fue mi paciente. Es todo.

—También lo alimentas y le das respuestas en los exámenes.

—¿Cuál es el punto?

—Pensé que quizás eran demasiado cercanos

—Como he dicho, no tenemos más vínculos que apoyo escolar y algún entretenimiento.

—O sea que son amigos

El semáforo cambió a verde y el auto avanzó, Law frunció el seño.

—Llámalo como quieras, ¿A qué vienen esas preguntas?, ¿Estás celoso? —el moreno sonrió —No tengo algún interés en tu amigo, como te he dicho, mi interés cae en ti.

—¿Es así? —el de cabello verde hizo un mohín pensando en el rostro de su mejor amigo, uno más cuando el rostro de aquel rubio invadió su mente.

—Si, es así. Llegamos.

—Espero que estés listo para lo que voy a hacerte —exclamó el joven de tres pendientes con una sonrisa ladina.

—Enséñame, entonces.

Bajaron del auto y entraron al dojo. Pasaron la mayor parte del tiempo entrenando hasta que sus estómagos hicieron ruido, pausando la práctica.

—Muero de hambre, preguntaré al viejo si tiene comida.

—Entrenas sin costo alguno ¿Y aún así pedirás comida? No te aproveches de tu profesor —Law se limpió el sudor de la frente.

—¿Está mal?

—Pues si, vayamos a buscar comida en algún lugar, ¿Qué tal el restaurante de tu amigo? Está cerca.

—Preferiría no hacerlo.

—¿Por qué él estará ahí?

—Si —respondió con honestidad.

—En ese caso, vayamos a otro lugar, no es necesario que lo veas y estés incómodo.

—No importa, está cerca y seguro nos cobrará poco —Zoro pensó que Zeff se extrañaría de verlo con otro chico sabiendo sus intenciones con su hijo, pero ¿Realmente había algo ahí? Solo era él parado frente a la remota posibilidad de tener algo con Sanji, por no llamarla nula —prometí llevarle postres a mi hermana.

—¿Tu hermana? —Trafalgar levantó una ceja —no sabía que tenías una hermana.

—Pues así es, aunque si la vieras, dudarías por completo que somos familia.

El de los tatuajes asintió intentando imaginar a la hermana de Zoro, ¿Tendría también ese extraño color de pelo? Peor aún, ¿Un mal carácter?

—Si no hay más objeciones, vayamos —buscaron al dueño para agradecer y despedirse antes de dirigirse al lugar de trabajo de Sanji.

Aún le resultaba extraño ir en compañía de Trafalgar, como si estuviese haciendo algo malo, pero era solo su consciencia enamorada que le apremiaba por acudir, también era cierto que quería ver al rubio a pesar de la mentira de llevar postre a su hermana. Entraron al establecimiento que se hallaba con bastantes clientes, uno de los empleados reconoció a Zoro y le asignó una mesa, prometiendo enviar a Sanji a tomar su orden a lo que el moreno se negó alegando ser innecesario pues solo acudían a comer.

—¿Seguro? Debe estar por aquí vagando con las señoritas —comento Patty

—Seguro —el moreno sonrió con incomodidad y comenzó a leer la carta —¿Ya has elegido que pedir? —miró a Law quien los ignoraba a propósito para no atormentar más al contrario.

—Si, quiero pasta y algunas bolas de arroz
—En seguida —el mesero anotó al tiempo que Zoro levantaba nuevamente la vista

—Quiero la sopa de hoy y pollo… también bolas de arroz

—¿Algo de beber?

—Cerveza —comentaron ambos a unísono.

Patty asintió y desapareció prometiendo regresar en poco tiempo dejando una pequeña canasta con pan mientras esperaban sus platillos.

—Hay una cerveza —comenzó el de cabello verde —preparada con arándanos que me agrada

—¿Ah si? —el futuro doctor levantó la vista de su teléfono al cuál ponía en modo silencio —¿En donde la has bebido?

—Aquí

—Sueles frecuentar este Lugar, supongo

—Venimos a comer varias veces con Luffy y los demás

—Eso explica porqué los meseros te conocen

—Todos somos cercanos —el de cabello verde levantó los hombros —este pan de ajo es una absoluta maravilla —mordisqueó antes de colocarle un poco de aderezo —¿No vas a probarlo?

—No —replicó con sequedad

—¿Por qué? Ya veo —Zoro colocó el pan el mesa y chocó su puño contra su palma en señal de descubrimiento —piensas que el pan te dará mal aliento, está bien, también dan mentitas y…

—No me gusta el pan —Trafalgar miró por la ventana con incomodidad.

—Hmm ya veo —aprovechando que el contrario miraba por la ventana hizo una seña a Patty

—¿Si? —el mesero se acercó mirando al joven primero y después a Trafalgar.

—¿Podrías traerme fruta?

—¿El pan no es de su agrado? —Patty miró a Law con una evidente indignación.

—Es alérgico, a menos que quieras manchar la reputación de este lugar matando a un cliente —el de cabello verde replicó con las cejas levantadas.

—¡En seguida se le trae! ¿Algo en especial, joven?

—Fresas… por favor —contestó Law, apenado —no era necesario, Roronoa-ya —habló cuando Patty se retiró.

—Tal vez pero, si vas a comer, al menos debes procurar hacerlo con gusto

—Que elocuente estás hoy —el tatuado sonrió cuando se le trajo la fruta —¿Dónde has aprendido eso?

—Ni idea —se llenó la boca de pan —quizás aquí.

Ambos se miraron en silencio hasta que su burbuja fue reventada por una voz familiar.

—Sopa del día, pollo, pasta y dos órdenes de bolas de arroz, en seguida se traerán sus bebidas, caballeros.

—Ceja rizada —Zoro se ahogó con la porción que llevaba en la boca.

—Buenas noches Sanji-ya —el futuro doctor saludó sin inmutarse, había notado la presencia del rubio al interceptar a Patty para llevar los pedidos.

—Oye estúpido, no vomites en mi trabajo, ve a limpiarte.

El joven se puso de pie y se dirigió al tocador, dejando al rubio con el moreno.

—Que grata sorpresa verles por aquí —Sanji comenzó a colocar los platos en la mesa

—Si, nos hallábamos hambrientos y cansados, es un lugar bastante agradable —Law miró con buenos ojos su platillo

—¿Cansados? —el de cabellos rubios levantó la vista

—Si, Roronoa-ya es bastante resistente pero comentó no haber comido hacía unas horas

—¿Qué estaban haciendo? —Sanji se irguió como una regla a lo que el moreno sonrió con complicidad y guiñó un ojo.

—Divirtiéndonos

—¿Ustedes están saliendo?

—No lo sé…

—No es que me importe, es mi amigo.

—En ese caso sería prudente que consultes con él

—¿Están saliendo o no? —el de ojos azules comenzaba a sentir molestia de la actitud del supuesto novio de Zoro

—Si todo sale bien hoy, es probable que si.

—Oe cocinero, creo que pediré dos cervezas con jugo de arándanos porque… ¿Ocurre algo? —el de cabello verde se hallaba sentándose cuando notó la mirada molesta de Sanji.

—Disfruten su comida —replicó el cocinero antes de dar vuelta e irse

—¿Qué ocurre? —el moreno miró al tatuado

—Es la última mano que te doy con él, ve —Law comenzó a remover su plato al tiempo que el de tres pendientes siguió a su amigo

—Cejillas

—¿Qué? Estoy ocupado, vete.

—¿Qué te pasa?

—No sé de qué hablas

—Si lo sabes, habla

El rubio torció los labios y lo empujó al interior de la cocina, junto al armario que se hallaba de lado de la puerta

—Dijiste no ser pareja de Trafalgar y ¿Ahora se divierten juntos?

—¿Qué? No somos pareja, además ¿A qué viene eso? ¿Qué es lo que te molesta?

—No me molesta, solo que

—¿Solo qué, que?

—Nada, ahora vete

—¿Te genera celos? —Zoro sintió algo removerse en su pecho

—¿Por qué habría de sentir celos? Es tu trasero, simplemente no nos ocultes cosas, somos tus amigos.

—Quise venir aquí a verte —el peli verde bajo la vista —no solo porque tu comida es deliciosa, aún mantenía la esperanza.

—Zoro, no hagas esto de nuevo, por favor… No aquí.

—Sé que somos amigos pero lo que siento por ti simplemente no desaparece, está asfixiándome cada momento

—Sé que tus sentimientos son auténticos pero, sabes cuál es la situación, no podría aprovecharme de eso.

—¿Porqué no soy una chica?

—… No es porque seas una chica, es que no puedo.

—¿No hay ni la más mínima posibilidad de que replantees tus decisiones? Haría lo que fuera por verte feliz  —lo último fue musitado al tiempo que Zoro se cubría el rostro, abrumado por sus emociones y la vergüenza de decirlo en voz alta.

—Sanji, necesitamos hablar. —la voz serena de Zeff tomó por sorpresa a ambos jóvenes que se sobresaltaron provocando que Zoro diera un par de pasos al interior de la cocina para después retirarse

—Zoro… —Sanji miró a su amigo alejarse cuando notó una presencia extra, lo que le revolvió el estómago.

—Buenas noches, hijo mío —saludó fríamente, Judge.

El de pelo verde regresó a su mesa con las piernas temblorosas.

—¿Estás bien? —Law extendió la mano para tomar la de Zoro

—Creo que hablé de más

—¿Quieres que nos vayamos?

—No

—No podrás comer con calma, vayamos a mi casa

—Vayamos a casa de Luffy.

~

—Veo que te encuentras bien en tu hogar —Judge miró con desdén aquella cocina al interior de la casa de Zeff

Sanji estaba a punto de gritarle por acudir a su casa cuando Reiju intervino

—Papá ha venido a negociar

—Me parece que esto es algo que concierne a los Vinsmoke —Zeff se puso de pie para salir de la cocina

—¿Qué es lo que quieres negociar?

—¿Por qué no le has hecho la propuesta de matrimonio a Pudding? —contradijo el mayor se los Vinsmoke

—No sé, no tengo un anillo —respondió tenso.

—¿Cómo es que no tienes un anillo? —Judge miró a Reiju quien abrió los ojos con alarma

—Le daré el anillo cuando esté listo —respondió la peli rosa

—Entrégame el anillo y espera afuera — la mirada del mayor no admitía contradicción, por lo cual Reiju no pudo más que obedecer, saliendo con cuidado, apoyada en su muleta —El negocio con los Charlotte es importante para nosotros, necesitamos que cumplas con lo que se te ha ordenado y te cases.

—¿Por qué no darle esa tarea tan importante a uno de tus preciados hijos? Seguro están mejor preparados.

—Porque tengo planes para ellos y tú eres el único que sigue vagando con un futuro incierto.

—No lo haré, no voy a casarme.

—No te lo estoy consultando, estoy ordenándote —elevó la voz el padre.

—Y yo estoy diciendo que no me casaré, ordena en tu hogar.

—Vas a pedir la mano de Pudding, ¿Sabes por qué? Porque no querrás que tu futuro se vaya al carajo, ¿Piensas que porque Zeff es tu tutor legal no puedo manejarte? No necesito más que una prueba de paternidad para reclamarte como a una muñeca, vas a hacer lo que se te ordena y dejarás de ser un maldito fracaso para la familia, ¿Ser un chef? Por favor, eso no es una carrera, eso no te dará para vivir. No hace de ti más que un vago, eres igual a tu madre…

—Sería vergonzoso para mi clientela escuchar tales palabras hacia mi mejor cocinero —interrumpió Zeff desde la puerta. Miró a Sanji quien se hallaba con la mirada en el piso escuchando las palabras de Judge. —¿Estás bien?

—Lo estoy.

Judge se puso de pie y dejó el anillo sobre la mesa.

—Tienes esta semana para hacerlo. No voy a esperar más. —el padre salió al pasillo que daba al restaurante —No tengo manera de saber cómo has criado a ese niño, pero ya es hora de que ponga los pies en la tierra y deje de jugar.

—Como dijiste, no sabes cómo he criado a Sanji, pero puedo asegurar que tiene los pies bien puestos.

—Humpf —el Vinsmoke mayor salió a la calle donde le esperaba su auto, con Reiju dentro.

Zeff regresó a la cocina, quería hablar con su hijo pero el trabajo se le acumulaba a cada minuto, se asomó a la cocina y miró al chico que seguía en la misma posición.

—Berenjena, puedes tomarte la tarde libre

—Viejo… ¿Realmente ha valido la pena estar aquí?

—Sea lo que sea que Judge te haya dicho, sabes que solo lo hizo para manipularte. El camino que desees seguir estará bien mientras seas feliz.

—Quiero pedirte un favor

—¿Qué es? —Zeff miró a su hijo con duda.

~

El auto se estacionó frente aquella casita tan acogedora, desde que salieron del restaurante habían permanecido en silencio.

—No llamé a Luffy —recordó Zoro

—Le avisé cuando salimos, está bien
En el umbral de la puerta apareció el monito con una sonrisa dulce agitando un brazo

—¡Torao! ¡Zoro! Pasen

—¿Cómo te has sentido, Lu? —el peli verde se acercó a abrazar a Luffy y éste devolvió el abrazo con alegría

—¿Estás bien? —el monito miró a su amigo pues le parecía extraño verlo así, siendo que era tan serio y reservado.

—El amor nos hace frágiles, Mugiwara-ya —respondió Law con una sonrisa a lo que el más pequeño frunció el ceño sin comprender —Roronoa-ya tiene hambre

—¡Así que es eso! Vamos dentro, entonces. Ace está haciendo de cenar.

—¿No interrumpimos? —el de los tatuajes se retiró la gorra —con su permiso.

—¡Law! Bienvenidos, justo hablábamos de ustedes —saludó Sabo desde la cocina

—No es verdad —murmuró Ace en la barra de la cocina.

—Cállate Ace, sería bueno saldar la deuda con Law

—Bien, pero tú harás el postre

—Mmm bien, ¿Me ayudarás a hacer galletas? —le sonrió al pecoso ocasionándole un sonrojo

—Se me quemarán —se cruzó de brazos el de cabellos negros

—Me comeré las que se quemen — Sabo dio la espalda a Ace para sacar los ingredientes dándole el beneficio de tomar valor para hacer bien un postre juntos.

—Sabo —Ace miró en dirección a la sala donde la triada de amigos se hallaban hablando mientras conectaban una consola

—¿Si?

—Sé que puedo parecer un necio pero, ¿Podría dormir en tu habitación hoy?

—¿Estás teniendo pesadillas de nuevo?

—No, solo quiero dormir a tu lado.

—Ace yo…

El rubio miró el rostro de su compañero, con las suaves mejillas coloreadas de carmín y el labio inferior sobresaliendo ligeramente, como el de un niño que ha soportado largo tiempo intentando no llorar, dio un par de pasos hasta quedar frente a él.

—Está bien, lo entiendo.

—Ace, a veces necesito un momento a solas para aclarar mi mente.

Se miraron con la culpa en sus pupilas. Vino a la memoria de ambos esa noche en que habían pasado con Luffy tras su recuperación, felices cenando en compañía de Garp quien bromeaba sobre lo apuesto que era Sabo y su amiga Koala quien parecía interesada en él. Al llegar la hora de dormir el rubio y el pecoso se habían acostado en la misma habitación de nuevo cuando el más pequeño se había dormido.

—Sabo, ¿Estás despierto? —murmuró el de cabello negro

—Si, ¿No puedes dormir?

—Te quiero

—Yo también te quiero, Ace

—No —negó con la cabeza —te quiero a mi lado

—Estoy a tu lado —el rubio fingió no entender

—Te quiero como mi hermano y te quiero… de manera romántica.

—Está mal

—¿Por qué?

—Porque somos familia

—¿Significa que no me quieres de la misma manera?

—Significa —Sabo suspiró — que no podría destruir el hogar que hemos formado estos años

—Eso no responde a mi pregunta

—Ace yo… Cuando estoy contigo soy muy feliz, cuando pienso en ti mi cabeza da vueltas y me hace sentir miserable, no quiero arruinar esto. Lo eres todo para mí y por ello no debo.

Se giraron hasta quedar cara a cara mirándose con anhelo. 


La noche transcurrió con comida y calor amigable hasta la hora en que Zoro y Law se retiraron, el tatuado llevó a casa al peli verde, al detenerse frente a la casa de éste, habló.

—¿Cómo te sientes?

—Creo que es todo

—¿Qué significa? —Law le miró

—Seamos pareja.

—¿Huh? Esto es inusual, pensé que terminarías por irte con Sanji-ya de nuevo

—¿Cuánto más debo humillarme? Solo me ve como su amigo, estoy cansado.

—Comprendo. Tómate tu tiempo.

—Está bien, nos vemos mañana.

—Gracias —se giró para tomar la mano tatuada, entrelazando sus dedos.

—Todo estará bien.

—Lo sé. —Se inclinaron para juntar sus labios en un beso cuando la puerta del hogar se abrió, lo que sorprendió al par que se separaron. —ella es mi hermana

—… ¿Qué?

Zoro bajó del auto y entró al pórtico

—¿Qué haces aquí? Entra, chismosa.

—¿Entonces es verdad que sales con el hijo del doctor Trafalgar? Wow ¿Por qué no lo invitas a pasar? ¡Hola! —Perona agitó la mano en modo de saludo, saludo que Law devolvió antes de arrancar el auto e irse.

~

La universidad no ofrecía más ambiente que aquel hirviente cuando se corre un chisme. Pasando de boca en boca en voz baja hasta llegar al grupo de amigos.

—¡Chicos! —Usopp corrió al pasillo donde los amigos se reunían —¿Dónde está Sanji?

—No vino a clases —Nami bebió de su jugo —¿Por qué?

—Está corriendo el rumor de que Sanji se dará de baja porque contraerá matrimonio —habló Robin.

Debería llamar a este fic el club de los corazones rotos xD

ObsoletoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora