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La casa estaba oscura, ni una luz que la
esperara. Sabía que la idea de darle celos
a Eren, saliendo vestida de semejante
forma, no era buena. Porque, si él sintiera
celos de ella, Para qué tenía una amante?
No tenía sentido. Pero, aunque el hecho de
darle celos, no había funcionado, si había
conseguido excitarlo. Oh, sí. El bulto grande
y bastante visible en sus pantalones, era una
muestra de lo mucho, que lo había excitado.
Pero ciertamente, ella no quería excitarlo.
Era tan fácil ir a quitarse la calentura con la
otra. Ella quería que sufriera, que sufriera
por ella. Y no lo estaba consiguiendo. Pero
eso si, Mikasa no pensaba rendirse. No, señor.
Tenía meses y años, para conseguir vengarse
de él
Tomo sus cosas y bajo del auto. Tal vez
lo que debería hacer era conseguirse un
amante de verdad, no solo pretender tenerlo.
Pero no podía. Aun era muy temprano. Ese
era el último punto de la lista. No, el último
punto de la lista, era hacer que Eren,
viera video con su amante, oh, sí. Le
pediría el  divorcio luego de verlo sufrir por
ella y le dejaría el video en la cama. Lo único
malo de esa idea, era que no iba a poder ver
la cara de su marido, cuando la viese. Pero
bueno, solo saber que lo destruiria, seria
suficiente.

La casa dentro se veía demasiado silenciosa.
Aunque claro, él no la había esperado
despierto las otras noches, porque iba a
hacerlo ahora. Se quitó los zapatos y los
tomo con sus manos. Los tacones eran un
martirio. Subió las escaleras y entro en su
habitación. Estaba vacia. Encendió la luz y
vio en la silla, el traje que Eren llevaba
cuando ella se había ido. Así que el muy
infeliz había vuelto a las andadas. De qué
se sorprendía? Lo dejo excitado y era de
esperarse que buscara alivio.
Sentándose en la cama se llevó las manos
al pelo. El seguía con la otra, nada de lo
que ella hiciera iba a tener efecto en él.
Estaba quitándose las joyas, cuando el
sonido de un auto, la alerto. Su marido se
bajaba tambaleando de un taxi. Pero, desde
cuándo Eren bebía? A pesar de que su
cabeza le decía que lo dejara, que no era
problema suyo, no pudo evitar bajar las
escaleras. Por el estado en el que lo había
visto caminar, era muy probable que tuviera
problemas para subir.
Del otro lado de la puerta se escuchaba
el sonido de llaves y la voz de Eren
maldiciendo. Soltó una ligera risita. Si tenia
problemas para encontrar la lave de la casa,
en un llavero que solo contenía tres llaves,
realmente tendría que estar muy borracho.
Abrió la puerta y Eren casi se va de
espaldas. Ella tuvo que acercarse y agarrarlo
de la cintura para que no cayera.

-¡Oh!, el cielo me mando un ángel, para que
me ayude. Menos mal. Estas tontas llaves no
encajan, creo que alguien me robo las mías y
me las cambio por estas.- Era difícil entender
lo que decía, él arrastraba las palabras,
haciéndolas casi incomprensibles. Aun así,
no pudo evitar soltar una carcajada con
la cara de confusión que él tenía mientras
miraba las llaves. De verdad parecía creer
que no eran las suyas. Pero qué otra
persona tendría un llavero de una tortuga, a
la que se le salen los ojos?
-Me gusta tu risa. Es taaaaan melodiosa. Y
tus dientes son chiquitos y ferpectos. - Hacia
tanto que no le decía palabras bonitas que se
quedó sin habla, ni siquiera pudo corregirlo
cuando pronuncio mal, perfectos.
-Siempre fuiste la mayor hermosa. Alegre,
risueña, inteligente, bonita y alegre. Todos
mis amigos me envidiaban, porque yo tenía
la chica per.. fer...   Debería ayudarlo a
encontrar la palabra, pero estaba embobada
escuchando lo que decía de ella, que su
cerebro no colaboraba. Sabía que no debía
dejarse engatusar por él, pero Eren
nunca se emborrachaba y... no dicen que
los niños y los borrachos siempre dicen la
verdad?
-Perfecta. Eso es. - Comenzó a reír como
demente y luego se cayó abruptamente.
- Yo tenía que decirte algo. Pero no me
acuerdo que era. Creo que estoy perdiendo
la memoria.- Su tono era bajo, como si le
estuviese contando un secreto. Se rio con
él cuándo tropezó con el sofá y lo hizo
sentarse.
-Enserio, yo tenía que contarte algo. Sabes
que era?- La miro mientras ladeaba la
cabeza y la cara de pequeño niño perdido,
le derritió un poquito del hielo, que rodeaba
su corazón. Eren se levantó de un salto
del sofá cogiéndola por sorpresa, tuvo que
agarrarlo para que no cayera. - iYa recordé
lo que quería decirte!- Se alejó un poco
y mirándola a los ojos, soltó las palabras
que no había esperado oír de nuevo.
Te amo. - Mikasa tuvo que tomar aliento
profundamente y cerrar los ojos, para no
echarse a llorar.
Llevaba tanto tiempo sin escucharlo decirle
que la amaba, tanto sin sentirlo cerca, sus
caricias y besos, que no espero que jamás
volviera a suceder. Se alejó de Eren y
apoyo una mano en el sofá. Él no podía
hacerle eso, no podía decirle que la amaba
cuando le era infiel, no podía, no era justo.
Aunque tal vez él no sabía que se lo decía a
ella, tal vez estaba tan borracho, que había
perdido el norte y creía que se lo decía a la
otra, pensó cínicamente.

-No llores, por favor, no llores. - Se acercó y
tomo su rostro entre las manos. El aliento
le apestaba a Whisky pero la ternura en su
Voz, impedia que lo alejara de ella. - Yo he
sido un mal marido, y me he equivocado,
pero no llores. Te juro que me rompes el
corazon. Yo te amo Mikasa, te prometo que
te hare feliz, si me das la oportunidad.    -
Entre lágrimas ella levanto su rostro hacia
él. Estaba tomado, no podía creer sus
palabras. Aunque sus ojos se vieran tan
sinceros- Mira... yo... si ya no me amas, lo
entiendo. Yo no te merezco. Pero si me das la
oportunidad, te prometo que cambiare, y te
hare infinitamente feliz. Pero si no quieres,
entonces me voy. Te lo juro. Por favor, no
llores. Hago lo que tú quieras. Lo que sea,
porque dejes de lorar- Secó delicadamente
las lágrimas que salían de sus ojos, luego
beso sus parpados y su nariz.
Ella sabia que no debía creerle, que no debía
confiar en él. El la engañaba, probablemente
desde hace meses. Había roto todas las
promesas que le había hecho de hacerla
feliz, no debería darle otra oportunidad,
no debería. Pero una vez que los labios de
Eren tocaron los suyos, estuvo perdida.
El era su esposo y ella lo amaba con toda su
alma. Tal vez, debería dejar que la besara.
Tal vez, debería dejar que la pasión los
reuniera de nuevo. Tal vez, debería cambiar
la venganza, por el perdón y crear un plan,
donde recuperaba a su marido. Tal vez,
debería luchar por él.





Público este cap porque tal vez mañana y el domingo no actualize pero haré todo lo posible para que si

Bye





Marian

Infidel [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora