¿A dónde Van Los Sentimientos?

Capítulo 10

Amelie Lavelle

8:00 am

Sábado 25 de Julio, el día de mi cumpleaños número dieciocho había llegado.

Chelsey no estaba en su cama, algo que sorprendía, ya que suele quedarse dormida hasta tarde. Antes de salir de la habitación, me asomo desde la puerta, vigilando que no haya nadie, luego de eso, salgo silenciosamente, dirigiéndome al baño junto a mi teléfono para ir escuchando algo de buena música. Tenía un amor incondicional por las canciones antiguas, artistas como: Cristian Castro, son mis favoritos, aunque eso no quiere decir que no escuche música actual, suelo escuchar literalmente de todo, pero siempre habrán las favoritas.

Dentro del baño, me quito la ropa para bañarme; abro la ducha y al tocar el agua con mi mano para saber su temperatura, casi me da escalofríos, pues esta era más fría que la de mi anterior casa, pero con toda la valentía que no me caracteriza, me metí, apretando y mordiendo mis labios para no gritar.

Después de salir como gato electrocutado de la ducha, seco mis manos para revisar el celular, nada interesante encontré, excepto por un mensaje de Shang, el cual lo vería luego. Dejándolo de lado, tomo mi carterita de aseo personal y saco una rasuradora mientras me siento en un banquito, apunto de depilarme las piernas porque los vellitos ya se hacían notar, suena el celular, una llamada entrante de un número desconocido, lo que se me hizo raro ya que mi número solo lo tienen menos de diez personas, así que contesto por curiosidad.

*Llamada*

— ¿Aló? —Pregunto con voz grave

— ¿Amelie? soy mamá —Quedo anonadada por segundos al instante de escuchar aquellas palabras — Ayer fui a casa como todos los viernes. Quiero hablar contigo al respecto de todo, ¡¿dónde estás Amelie?! —Alza la voz

— Buenos días —Digo ida — Tengo que colgar lo siento —Recupero la noción

— Amelie, no Por favor, no cuelgues, entiendo tu molestia, pero... —Interrumpo sus palabras

— Estoy ocupada, te hablo luego, ¿sí?

— Feliz Cumpleaños —Alcanza a decir antes del corte

*Fin de la Llamada*

Pasando unos cuantos segundos, trato de ignorar aquel momento ocurrido, continuando con lo pendiente para terminar de cambiarme, tomar desayuno y salir.

...

Bajando las escaleras, veo algo borroso a todos en la mesa, por lo que sobo mis ojos del sueño que me había vuelto a entrar y visualizarlos mejor. Ya en el piso, doy unos estiramientos de brazos, y pasos rápidos me dirijo a la cocina a prepararme algo.

— Buenos días —Saludo

— ¿A dónde vas? —Pregunta Mack parándose de su sitio

— A la cocina —Bajo la intensidad justo cuando llegaba, repitiendo en mi mente "No saben mi cumpleaños, no saben mi cumpleaños"

— Siéntate —Dijo serio acercándose a mi

— ¿Pasó algo? —Intento hacerme la desentendida mientras tomo asiento

Viendo a todos comiendo, siento detrás de mí que alguien se acerca sigilosamente, dando un grito que me hizo saltar. Aquel chico coloca frente a mí, encima de la mesa, una fuente pequeña con un plato junto a alimentos en forma de una sonrisa, a parte, en un vaso mediano había jugo y una rosa hecha por fresas, un detalle muy lindo de su parte. Inmediatamente los niños se paran a darme un abrazo, uno al cual no supe reaccionar, otra vez, pues como ya lo mencioné antes, no estoy acostumbrada al afecto.