Capítulo 8

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Amelie Lavelle

10:00 am

El día estaba comenzando, el sol asomándose para calentar el día. Mis planes para hoy estarían dando marcha en pocos minutos. Estaba lista para ir a casa. Grey me prestó una mochila súper grande para poder guardar todas mis cosas, o por lo menos las de importancia. Con un conjunto de ropa cómoda para correr si las cosas se veían apretadas, como mis shorts grandes hasta la rodilla junto a un polo una talla más que la mía. Y si, no soy fan de la ropa pegada o femenina, algo que también odiaba de mí, es no ser tan femenina, a veces quería ser como las chicas de la tv, o las revistas.

— ¿Estás lista? —Pregunta mi guardaespaldas

— ¿Es necesario esto? —Suelto un suspiro — No entiendo para que me quieres acompañar, ¿no dices que no somos amigos?

— Eso no tiene nada que ver. Sabes que Chelsey me encargó verte por ella, y es una niña

— Usas a una niña de pretexto ¿Sabes?

— ¿Pretexto?

— Si —Contesto

— Claro que no. Ya eres parte de aquí, de esta familia, es mi deber ver por ti quiera o no — Volteo a verlo arqueando una ceja —Sasha tampoco me quiere, pero es mi deber como "hermano mayor" —Dobla dos dedos en las últimas dos palabras

— Ajá. ¿Y por eso nunca me dijiste que había teléfono de casa y me prestabas el tuyo para hacer llamadas sabiendo que me avergonzaba pedírtelo? —Pregunto de forma rápida

— ¡¿Qué?! — Queda paralizado por segundos

— No te entiendo, lo juro, un día eres molesto y al otro amable, ¿sufres de bipolaridad?

— ¡No! Tú sufres de bipolaridad —Sale de mi habitación

— Claro que no —Sigo sus pasos

— ¿Por qué no quieres que te acompañe si ayer nos estábamos llevando bien? —Frena en el pasillo

— Porque luego de recoger mis cosas quiero caminar sola —Me quedo pensando — Tengo que hacer cosas personales —Esquivo su mirada

— ¿Personales? —Pregunta el bipolar

— Ay, eso no importa, iremos juntos a mi casa, luego de tomar mis cosas, te irás y me dejarás sola, ¿Okay?

— Bueno, si es lo que quieres —Responde de lo más tranquilo

— ¿Enserio? —Me extrañó su rápida aceptación

— Si, cualquier cosa tienes mi número si es que intentan secuestrarte —También esquiva mi mirada

— Exagerado —Hago un puchero de molestia y bajo las escaleras ignorándolo

...

Llegando a casa tenía pensado en visitar al señor Helsin. Ayer por la noche, antes de dormir, recordé el trabajo que me habría propuesto. Lo necesitaba urgente, más que nunca, y aunque quizá no me pagaría un sueldo completo, empezaría por algo.

— ¿Qué le pasó a tu casa? —Pregunta el chico asombrado de ver el lugar.

Mi casa estaba saqueada, las paredes quemadas, no había ni puerta y ventanas rotas. Entrando al lugar todo estaba muy desordenado, faltaban muchas cosas, este lugar era un completo desastre.

— Sacaré lo necesario, tú quédate en la puerta por si acaso —Indico antes de entrar a mi cuarto para rebuscar mis cosas

Abro los cajones de lo que queda de mi ropero. Guardo las prendas que encontré, al igual que frazadas. Mis pinturas y pinceles estaban intactas en la caja debajo de mi cama. Revisando toda la casa, guardo otros materiales esenciales. La verdad no había mucho que sacar, las cosas de mamá también las había guardado, por si preguntaba por ello, y si no fuera así, pasaría a ser mío.

¿A dónde Van Los Sentimientos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora