¿Y ese dulce? •Yoonmin•

Lágrimas de dulce.

-Papá ¿como se vuela una cometa?- preguntó mientras entraba dando saltitos por el estudio de su padre.

YoonGi sonrió, ya era la cuarta ocasión en la que el cachorro irrumpía en su estudio sin llamar a la puerta antes, la primera vez que ocurrió Jungkook se disculpo y se le veía nervioso, pero el alfa lo calmo diciéndole que el podía entrar siempre que quisiera sin tener que anunciarse primero, pero que no debía jugar en el escritorio ni desordenar los papeles, Jungkook acepto un poco dudoso pero aun así lo siguió haciendo sin llegar a sentirse nervioso, lo cual le indico a YoonGi que el menor comenzaba a tener mas confianza a su al rededor.

-No es tan difícil cachorro, solo necesitas tomar impulso y que el viento este de tu lado- contesto dejando los documentos que revisaba sobre el escritorio para recibir en sus brazos el pequeño -¿Quieres volar una cometa hijo?- sonrió mientras acomodaba al nene en sus piernas.

-¡Si!- grito sonriente- ¿Podemos papá?-.

-Claro que si nene, pero primero tenemos que buscarte un colegio, ya llevas una semana sin ir a la escuela.

La sonrisa del pequeño se borro y repentinamente lo invadió una terrible ansiedad y miedo, no quería ir a la escuela y que le pasara lo mismo, ya no quería soportar golpes, regaños y palabras feas tenia mucho miedo de volver a salir llorando todos los días, sus ojos se llenaron de lágrimas y con sus manitas en puñitos se aferró con fuerza a la camiseta de su padre, apegando su cara en el pecho del alfa mientras las lágrimas salían de sus ojos. YoonGi lo sujeto contra su pecho e intento hacer lo que Jimin siempre hacia, se movió sobre su silla giratoria de un lado hacia el otro, meciendo el cuerpecito en sus brazos y susurrándole pequeños y suaves "Shh" mientras acariciaba sus cabellitos negros.

-N-no papá por favor no m-me hagas r-regresar ahí, ya no quiero- lloro con fuerza

-Tranquilo mi niño- le susurro -Vamos por la mantita que te dio papi Jimin y hablamos ¿si?- le pregunto mientras se levantaba se la silla y soltaba su aroma para tratar de calmar al niño, lo cual solo fue posible cuando tuvo en sus manitas la mantita impregnada del aroma de Jimin que el omega le había dado -Escucha cachorrito- comenzó -No voy a permitir que te vuelva a pasar lo mismo que en el ultimo colegio, esta vez tu papi Jimin y yo vamos a asegurarnos que todo este bien- le prometió limpiando sus lagrimitas -Tu papi y yo iremos mañana a ver escuelas y escogeremos la mejor y que tenga las cosas más divertidas solamente para ti mi niño, pero debes ser muy muy valiente para que tu papito y yo estemos orgullosos de nuestro cachorro, ¿puedes hacerlo?- acaricio el cabello del pequeño que lo veía con sus grandes ojitos cafés, con una sonrisita en sus labios.

-Si, los dos van a estar muy orgullosos de mi, si los dos me cuidan y me quieren entonces nada malo puede pasar- aseguro con una gran convicción y se abrazo al alfa, que lo sostuvo y dejo un beso en su cabeza.

Después de unos minutos YoonGi sintió demasiado relajado el cuerpo del cachorro, el cual se había quedado dormido, con cuidado el alfa lo abrigo con la mantita blanca con círculos de colores pastel y regreso a su estudio, donde siguió revisando sus documentos con el pequeño cachorro dormido sobre él.

Una hora después el pequeño empezó a despertar, estaba recostado en el cómodo sillón del estudio de su padre, podía sentir el rico aroma de su padre alfa y su papi omega, sonrió aun con el sueño en su sistema y sus ojitos se sentían pesados.

-Si, estaba viendo las fotos de las instalaciones y es realmente bonito, debería ser nuestra primera opción- escucho a su padre hablando con alguien, la curiosidad le pedía girarse en el sillón y la pereza le obligaba a permaneces en su posición, hasta que...

-Hay otro que es realmente lindo y esta cerca, una Sunbae de la universidad de mi hermano lleva ahí a su hijo y por lo que le conto a Tae tienen unas técnicas de aprendizaje más recientes y especializadas en el desarrollo igualitario de los peques- Jungkook se levanto como un resorte, asustando a su paso a ambos adultos que hablaban en el escritorio del alfa.