Corazones de goma.

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Min Jungkook es un pequeño niño de 5 años, uno bastante callado, reservado, inteligente y para algunos aburrido o amargado, es hijo del reconocido empresario Min YoonGi y su difunta novia de universidad Kang Seulgi quien murió cuando el niño tenia apenas un año de edad y antes de que Min YoonGi se volviera en todo un hombre de negocios.

Kook era un niño bastante solitario, su padre pasaba gran parte del día en el trabajo y solo lo veía en las noches y por la tarde cuando regresaba de la escuela, su padre ya estaba ahí todos los días sin falta esperándolo para comer juntos y después dejarlo como siempre solo, al cuidado de su nana, una mujer un poco mayor que ha cuidado de ese pequeño desde que su madre murió. Kook era muy educado y cortes con las personas importantes que conocía en esas aburridas fiestas a las que iba con su padre de ves en cuando, pero la realidad del pequeño niño es que se sentía muy solo y triste a pesar de tener a tantas personas que cumplían sus caprichos.

Hoy era otro aburrido y feo lunes de escuela, el no era especialmente fan de ir a la escuela, todos ahí eran muy ruidosos y lo molestaban por que siempre estaba solo, sus maestras no hacían nada a pesar de que sabían que el niño era molestado, Kook paso todo el día de escuela resolviendo los muy sencillos problemas de matemáticas que su maestra les daba, estuvo sentado todo el día en su lugar leyendo su pequeño libro, regalo de su nana, en sus tiempos libres, a la hora del receso prefirió quedarse dentro del salón por que no le gustaba salir al sol.

Cuando su tormento llamado clases se termino camino solo hasta la salida y al no encontrar a fuera a alguno de los encargados de ir por el decidió caminar hasta su casa, la cual ya sabia de memoria el camino, con pasos lentos y ojitos triste el pequeño se detuvo en una esquina donde el semáforo marcaba el rojo, soltó un suspiro aburrido y se dispuso a esperar hasta que pudiera seguir su camino, pero una pequeña y regordeta mano en su hombro le llamo la atención, volteo a ver al desconocido frente a el y sus ojitos se abrieron en sorpresa mientras que sus mejillas tomaban un suave color rosado.

-¿Por que te ves tan triste pequeño?- pregunto una dulce y cariñosa voz, causando mariposas en el estomago del pequeño niño.

-N-no lo estoy- dijo con la mirada perdida en los ojos contrarios.

-Pues a mi me parece que si, ¿como te llamas?-

-S-soy Jungkook, Min Jungkook- dijo orgulloso parándose recto como si fuera un soldadito.

-Muy bien pequeño soldado Min- río suavemente el rubio frente a el y tomo su pequeña mano -Tengo un regalo para ti, solo debes acompañarme-.

-No puedo- susurro un poco triste -Nana dice que no debo acompañar a personas extrañas.

-Si, nana tiene razón, pero nosotros no iremos lejos, solo iremos ahí- se agacho a su altura y señalo a la linda tienda de dulces que estaba un poco antes de llegar a esa esquina -Esa es mi tienda de dulces, por cierto, me llamo Jimin y puedes decirme Jimin hyung o solamente hyung- se levanto y miro directamente los ojos del pequeño -Acompáñame Jungkook, te daré un dulce para quitarte esos ojitos triste- susurro y jalo suavemente la mano del pequeño.

Con pasos lentos el pequeño niño lo siguió hasta el interior de la dulcería donde había varias personas comparado diferentes tipos de dulces y otras tantas atendiendo y ayudando a los demás, sonrió encantado por el colorido lugar y siguió a su hyung hasta que este se detuvo delante del mostrador, Jimin se agacho y cargo al niño hasta dejarlo sentado sobre el mueble y le sonrío.

-Debes esperarme aquí un momento Jungkook, iré por tu regalo, mientras tanto Tae va a cuidar de ti- sonrió y señalo al chico que venia hacia ellos.

-Yo lo cuido hyung, pero no tarde mucho- dijo mirando al pequeño niño quien cohibido bajo la cabeza.

-Ya vengo- camino hasta perderse dentro de una puerta.

-¿Como te llamas?- pregunto el pequeño y un poco asustado niño.

-Soy Taehyung pero todos me dicen Tae, puedes decirme así o puedes decirme hyung si quieres-

-Yo soy Jungkook- dijo con un poco mas de confianza.

-¿Solo Jungkook? ¿Como te dicen tus amigos?-

-Y-yo no tengo- susurro.

-Bueno, yo seré tu amigo y apuesto que Jimin hyung también lo será y te diremos~ mmmm- susurro pensativa -¡¡Ya se!! Te diremos Kook-

-¿A quien?- pregunto el rubio llegando hasta ellos.

-Hyung, justo le decía a Kook que nosotros seremos amigos-

-Oh pero claro que si, seremos buenos amigos Kookie- le sonrió y estiro su mano con el puño cerrado hacia el -Aquí esta tu regalo, ojala te guste- abrió su mano y ahí había una pequeña bolsita transparente con un listón rojo.

-Gracias Jimin hyung- dijo feliz tomando con mi pequeña mano la bolsa que le ofrecía el mayor.

-¡Jungkook!- hablo fuerte y con voz preocupada una mujer que iba entrando a la dulcería

-Mira nana, hyung me ha regalado dulce- bajo del mostrador y camino hasta la mujer mostrándole muy feliz su pequeña bolsita de dulce.

-Que bueno cariño, pero es hora de volver a casa- le sonrió acariciando su cabello.

-De acuerdo- susurro un poco triste

-Kook, puedes venir cuando tu quieras- hablo Jimin tratando de recuperar los alegres ojos del menor

-¿Enserio?- pregunto emocionado.

-Claro que si cariño- acaricio el pulcramente peinado cabello del menor.

-Esta bien, nos vemos TaeTae hyung, nos vemos Jimin hyung- sonrió despidiéndose con la mano de sus mayores mientras salía de la tienda.

Después de buscar por los alrededores la mujer había residido una llamada de un chico llamado Jimin, diciendo que había encontrado al pequeño niño solo en la calle y había llamado al numero que había en la mochila del pequeño, la mujer fue a recoger a quien de camino a casa le contaba sobre su nuevo amigo Tae y su nuevo amigo Jimin hyung.

-Papá ya llegue a casa- entro sonriente hasta llegar donde su padre.

-Hola hijo, veo que estas de buen humor- sonrió despeinando los cabellos del sonriente niño.

-Si, es que mira lo que me regalaron- saco de la bolsa de su uniforme una pequeña bolsa transparente con varias gomitas en forma de corazón.

-Pero cariño, ¿de donde salieron esos dulces-

-Me los regalo hyung- y sin más salió corriendo rumbo a su solitaria habitación.

El hombre miro interrogante a la nana de su hijo buscando una explicación, pero ella solo río suavemente y se fue a la cocina para terminar de hacer la comida de los dos Min.






















Vi que hubo varias personas a las que le agrado la idea y yo ya tenía muchas ganas de escribir esto, asi que, capitulo uno, ¿qué tal? Espero que les guste.

Chao~ 🍭💕

¿Y ese dulce? •Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora