Palomitas de caramelo.

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"En otras noticias, la casa de una docente de un jardín de infantes de la zona centro de nuestra ciudad ha sido banalizada por dos mujeres que declararon "querer quemarle el rancho" por el maltrato que uno de sus estudiantes recibió de parte de ella, por fortuna ambas mujeres ya se encuentran detenidas...".

Aburrido, Jungkook cambio el canal buscando alguna caricatura para ver mientras sus papás hablaban en la cocina del apartamento de su papi Jimin, llegaron a hace cerca de 10 minutos, tanto el cachorro como el omega estaban muy alterados, por lo que el alfa decidió que seria mejor pasar al apartamento ya que se encontraba más cerca. Jimin estaba sentado en una de las sillitas altas de la isla de su cocina, con los codos recargados en la isla y su cara oculta entre sus manos, después de alterarse de aquella forma, donde su lobo casi tomaba el control, cosa que jamás le había pasado, se sentía extrañamente exhausto, la cabeza le dolía un poco y se sentía un tanto desprotegido y nervioso. YoonGi preparaba un te de hierbas para el omega, un café para el y una leche chocolatada para su hijo, el cual lloro un poco de camino al acogedor apartamento pero se calmo en cuento YoonGi lo felicito por ser tan valiente y por haber protegido a su papi. Dejando ambas tasas sobre la isla, YoonGi tomo el vasito entrenador con la leche y se lo llevo al pequeño que ahora veía pocoyo en la televisión pero que aun conservaba aquella expresión de aburrimiento, acaricio los suaves cabellos de cachorro consciente de que en cualquier momento caería dormido en el cómodo sofá, volvió a la cocina y Jimin seguía en la misma posición, así que sin pensarlo demasiado puso su mano sobre el hombro contrario, sobresaltando al omega que descubrió su cara tras el pequeño saltito que dio por el susto y le dedico una mirada entre sorprendida y asustada, con los ojos ligeramente empañados por el agua salada que aun no se convertía en lagrimas.

Preocupado, YoonGi sujeto ambos hombros del omega, mirando directamente sus ojos y lentamente justo su frente con la del omega, Jimin cerro los ojos disfrutando de la cercanía y la repentina sensación de estar a salvo y protegido. YoonGi abandono los hombros del menor y coloco sus manos sobre las mejillas contrarias dando suaves caricias y cerrando los ojos también.

-Ya todo esta bien Jimin- susurro -Ya estas en casa con Jungkook y conmigo, el cachorro esta bien y tu también lo estas, todo esta bien y nada malo va a pasar, puedes estar tranquilo- termino y al abrir los ojos se topo directamente con los ojos del rubio, brillantes y hermosos, mirándolo a él, sin rastro de miedo, sin resteo de inseguridad, solo estaban ahí, luciendo hermosos y en calma.

Se separó de el omega si alejar sus manos de las lindas y rellenitas mejillas tan suaves como las de su hijo, sonrió, no puso hacer mas que imitar la sonrisa del omega, sonrisa que a sus ojos era, sin lugar a dudas, la sonrisa de labios más hermosa del mundo y por la que mataría con tal de ver cada mañana, el aroma del omega se propagó por lo cocina, suave y dulce, tan suave y tan dulce como el mismo Jimin, perdido en aquellos ojos y aquella sonrisa, YoonGi se encontraba como en un laberinto sin salida, o quizás uno que si tenia salida, pero del que jamás querría salir.

La cocina tenia el delicioso aroma de los frutos rojos y el almíbar de las cerezas combinando cabalmente con el aroma a vodka y la suave menta que emanaba el alfa, la sonrisa de YoonGi se fue borrando lentamente al ser consiente de que había estado liberando feromonas y entonces, justo en ese momento, con la calma a su alrededor, con los olores mezclándose tan perfectamente, perdido en los ojos y sonrisa frente a el, YoonGi se dio cuenta, que jamás en su vida querría volver a estar lejos de aquel chico, que trataba a su hijo como si también fuera suyo.

El fuerte llanto de Jungkook los alerto a ambos rompiendo aquel momento tan intimo, Jimin reacciono primero y corrió hasta la sala con YoonGi detrás de él, Jungkook estaba sentado en el sofá, con las manos cubriendo sus ojos y sus cabellos despeinados, parecía que acababa de despertar, lo que hizo pensar a YoonGi ¿cuanto tiempo había pasado contemplando al omega?. Jimin camino hasta el cachorro y lo tomo en brazos, acomodo la cabeza del pequeño en su hombro y comenzó a balancearse para calmar al cachorro. YoonGi veía al omega con su hijo en brazos, tarareando suavemente para que se durmiera y no pudo evitar soltar un poco más de su aroma, se acerco para hacer algo que quiso hacer la ultima vez que vio una ensena similar a esa. Camino hasta quedar detrás de Jimin y envolvió a ambos en un protector y cálido abrazo, beso la cabeza de Jungkook y después acomodo su mentón sobre el hombro libre de Jimin, quien estaba sonrojado hasta las orejas pero con una sonrisa en su rostro, cerro los ojos dejándose llevar al igual que el cachorro, que al sentir los brazos de su padre y los aromas de ambos se relajó, sintiéndose protegido y se permitió dormir otro poco.

¿Y ese dulce? •Yoonmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora