Adora's Pov.
Calidez.
Ese era el sentimiento que tomó mi corazón al despertar. Abrí mis ojos y me encontré a Catra durmiendo profundamente, justo como la primera vez que la vi.
Hermosa, incluso con sus cabellos revueltos y su boca entreabierta. Ella podría haberse molestado, pero no pude contenerme y planté un corto beso en sus labios, sintiéndolos suaves aún después de toda la noche.
Se removió en su lugar y luego abrió los ojos. Al verme, su expresión cambió de una relajada a una feliz.
—Hey, Adora~—Saludó. No dejándome procesar su coqueta y preciosa voz, ella había tomado una de mis manos y la subió hasta su boca, besando mis nudillos con una suavidad absoluta, por lo que me estremecí.
—B-Buenos d-días—Dije nerviosa por su reciente acción. Era increíble que lo poco que hacía me ponía los pelos de punta.
Estaba segura de que me tenía a sus pies, y me encantaba.
Después de desarmar la tienda de nuevo, nos reunimos con el resto. Las miradas extrañas no pararon y ahora sabía específicamente a quién culpar.
Estaba molesta y a la vez no, lo único que quedaba era esperar que esas dos tuvieran algo para vengarme.
Le diré a Catra después, ya que ella siempre es mejor haciendo planes que yo.
Otra cosa que me encanta de ella.
(...)
Subimos al autobús, esta vez sin música porque mi teléfono había muerto y posiblemente para siempre. Pero estaba bien, después de todo había vivido más de seis años con ese teléfono.
Catra se había acomodado en mi regazo y ahora parecía dormir cómodamente. Ella amaba dormir, parecía que ese era su pasatiempo, probablemente si no la llevara conmigo fuera de los dormitorios Catra dormiría todo el día.
Nerviosa por su posible reacción, puse una de sus manos en su cabeza y la acaricié suavemente. Ella se acomodó mejor y suspiré, aliviada de que no me gritara.
Cuando paré, se sentó, me miró y tomó mi mano. Volvió a acomodarse poniendo mi mano en su cabeza y yo reí un poco.
—Idiota.—Murmuró de nuevo. Empezaba a pensar que no me decía idiota como insulto.
A lo lejos vi a Adam voltear a mirarme y sonreír ampliamente, pero pude ver algo en su sonrisa. Algo que no me gustaba en absoluto.
Cuando el autobús paró, tomé a Catra entre mis brazos como si fuera un bebé. Ella me miró sonrojada, pero no me dijo nada. Sólo sonreí levemente antes de volver a mi trabajo: buscar a Adam.
No presté atención a los gritos emocionados de Sea Hawk o del posible revuelo que se formaba por nosotras. Estaba concentrada en sacarle las palabras a mi hermano, incluso si era por las malas.
Entramos a nuestra habitación, dejé a Catra en mi cama, ella me volvió a mirar con esa expresión de vergüenza que me desconcentró por un momento.
—Ahm... yo tengo que ir a ver a Adam, ah... ya vuelvo.—Avisé y ella asintió.
Cuando logré encontrar al idiota lo agarré por el cuello hasta el jardín. El me vio con miedo en sus ojos, pues ya sabía cómo era yo cuando me enojaba.
—¿Qué es?—Inquirí. Sabía a lo que me refería.
—¿De qué hablas? Yo no he dicho nada.—Intentó mentir, pero él tampoco era bueno en eso. Mantuvimos una guerra de miradas por un largo tiempo, hasta que Adam finalmente se rindió y me pidió que me sentara a su lado.
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A Summer Love Story
RomanceNinguna de las dos quería estar ahí. Pero la fuerza del destino hizo que se encontraran para dar paso a un romance más fuerte que el sol de verano. Pero no todo en la vida es fácil...