HYDRA ─ Shu Sakamaki

[ 00;09 ]

—Sophie...

Yui abrazó a la chica y se separó enseguida cuando ella soltó un quejido.

—Lo siento, no lo sabía, ¿te duele mucho? ¿Necesitas algo? —La castaña negó con una sonrisa y la abrazó.

—Estoy perfecta, simplemente que Shu me aplastó al dormir... —Ambas miraron al mayor, éste alzó una ceja—. Ese vago pesa más que vaca preñada.

Yui soltó una risa.

Los Sakamaki y las novias saldrían todos juntos al centro. Shu estaba de mal humor. Los Mukami y Tsukinami también irían.

La condición de salir para Sophia era no alejarse de Shu o Yui y tenía prohibido acercarse a cualquier otro chico.

—Yui, ¿te molestaría acompañarme a que me quiten un tatuaje? —La rubia alzó una ceja, luego recordó, se refería al pequeño trébol en su muñeca izquierda.

Laito intervino pero no le tocó ni un pelo a la castaña.
No si Shu la devoraba y asesinaba con la mirada.

Menos si sabía de su secreto.

—¿Porqué? Es bonito... —El del sombrero sonrió— ¿O es que te arrepientes?

Sophia no sonrió.

—Me hace acordar a mi primer novio, shut up. Nuevos amores, nuevos tatuajes.

Algo andaba extrañamente bien en ella.

...

—¿Estás segura? —La castaña afirmó alegre al subirse la remera. El tatuador puso manos a la obra y se dispuso a cumplirle el sueño a la cliente.

Karura estaba serio pero no iba a decir nada. A él no le gustaba la idea de que una mujer tenga tatuajes pero no podía hacer nada con Sophie.
Yuma observaba las distintas obras del tatuador, sin entender que le hacia a la chica, pero le restó importancia al aceptar que ella era a todo dar.
Yui había decido hacerse un tatuaje blanco en su muñeca con su nombre.
Ayato quiso hacer que Yui se tatuar un “Propiedad de Ore-sama” pero falló.

¿Shu?
Shu quería matar al hombre del local.

Sus mugrosas manos tocaban a su presa. No.

Tocaban a su mujer.
Ella no era más una presa.

—¡Muchas gracias! ¡Adiós!

—¿Qué te hiciste?

La chica le dió la espalda y levantó su remera, mostrando su nuevo tatuaje.

—¿Te hiciste un tatuaje de Loki? —Preguntó Laito.

—Of Course! 

—... ¿Viste la serie, no es cierto?

—... Course...

Kou soltó una risa.
Los tres amigos se carcajearon juntos.

En su defensa, era mejor Loki que Shu.

Al menos podía disfrutar y reírse sola de su dolor.

...

Shu tocó su espalda, ella simplemente se alejó.

—Quédate quieta, sólo estoy viendo la ridiculez que te hiciste...

—Ridículo es el hecho de estar bañandome contigo en vez de estar viendo Cobra Kai en cama..

Oh, que bien...

Adivinen a quien le cortaron Netflix ahora.