HYDRA ─ Shu Sakamaki

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—¿Porqué la tenemos que devolver? No pasaron las dos semanas...

Kou se cruzó de brazos frente a Ruki, Azusa bajó la cabeza entristecido. El mayor suspiro.

—No es que la estemos “Devolviendo” —Empezó a explicar—. Los fundadores regresaron y quieren arreglar algo con Yui y Sophia.

Kou negó, sabía que mentía.

—No me gustan las mentiras, Ruki. Sabes que no quiero usarlo contigo tampoco. —Ambos hermanos sabían a que se refería.

Los Mukami, a excepción del tercero, sabían los sentimientos de Sophie, sabían lo distraída que era, sabían lo que le sucedía y los problemas que tenía.  Eran algo egoístas en no decirle a Yuma, pero querían borrar a Shu y dejarle el camino libre al castaño, pero el mayor de los Sakamaki era una piedra en el zapato.

Ni siquiera la quería.
Ella era su comida. Más de una vez lo había dejado en claro.
Era una novia más de cualquiera menos él.

Kou se levantó del sillón, enojado.

—¡No se la pienso dar! ¡Él ni siquiera hizo un esfuerzo por decirlo por sí mismo! ¿¡Para qué la quiere!? ¡¡A poco sabe lo que Sophie sufre y siente por él!!

—Kou... —Ambos vieron a Azusa— Si no... La llevamos... Shu-san... Se va a... Enfadar... —Ruki suspiro y tomó asiento en el sillón individual, el rubio de la familia bajó la mirada— Recuerda... Lo que... Les hizo a... Laito-kun y a ti... La otra... Vez.

—... Tsk.

Kou se dirigió a la ventana, observando y relajandose al ver a la humana con su hermano.
Ella se reía, sabía que Yuma le hacía bien, pero para ella Yuma era sólo un amigo más. A veces le enfadaba que su mejor amiga sea tan tonta y ciega para no ver a Yuma, pero también la entendía, a ella no le gustaba Shu porque lo amaba.

Y gustar es diferente de amar. Sophia era la representación de eso.

—Si tan sólo no fuera tan tonta... —Susurró el idol, tocando su brazo por instinto.

...

Shu en su cuarto suspiro, todo olía a ella...

Maldita sea, se estaba enojando...

Shu enojado era peligroso, más para Sophie que para los otros.