HYDRA ─ Shu Sakamaki

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—¿Una fiesta...? —Laito asintió con la cabeza, Sophie aplaudió y chocó los puños con Ayato y Kou, luego abrazó al castaño—. Eres un genio, ¡viva Laito! ¡Estafando y colando gente a las fiestas desde... Mucho tiempo!

—Ush, Kitty~ Si lo dices así haces que me sienta viejo —Kou sé ahogó con su botella de agua.

—Y sí, ni modo que esté mintiendo, puros viejos son aquí...

—¡Oye! ¡Ore-sama aparenta tener diecisiete años, respeta a esta hermosa cara y mi eterna juventud!

—... Cuando me paguen por darles mi sangre, ahí recién, Oreo-kun. —Ayato gritó en queja y los otros dos chicos empezaron a reírse.

Entre las familias Mukami y Sakamaki habían llegado a un acuerdo luego de la primera advertencia de los fundadores, una familia iba a visitar a la otra cada fin de semana e iban intercambiando de novias cada dos semanas.

Ese fin de semana, Sophie iría con los Mukami.

No sabía si estar feliz o triste por ello.

Kou abrazó a su bestie.

—¡Bailaremos bachata en esa fiesta!  ¿O no? —Sophie le correspondió.

—Of course! Bailaremos bachata y un buen cuarteto de La Conga  hasta el siguiente día.

Laito sé unió al abrazo.

—Mirando el otro gran y mejor lado... Habrán chicas lindas, solteras...

—Y muchos chicos, Sophie~ —Ambos vampiros sé alejaron y codearon a la humana suavemente, quien sonrió con amplitud y levantó el puño al cielo.

—Bendito sea el gimnasio.

Kou la imitó.

—Estamos mamadisimos, no habrá nada ni nadie que nos impida hacer lo que queramos en esa fiesta.

—¡Bebidas! —Gritó Kou.

—¡Chicas lindas! —Siguió Laito.

—¡Chicos lindos! —Siguió Soph.

—¡Música!

—¡Solteras!

—¡Vodka!

—¡Bachata!

—¡Tetas!

—¡Drogas!

—...

—...

—Digo... —La chica tosio falsamente—  ¡Fiesta!

Yuma se acercó al trío fiestero y tomó a la chica de la cintura, cargandola ahora en su brazo.

—Son una mala influencia para ella, tarados —Kou bajo la cabeza riendo avergonzado y Laito simplemente se encogió de hombros—. Y tú —Observó a la chica, quien sonrió nerviosa—. Tu volverás conmigo y Azusa temprano de esa fiesta...

—Es lo mejor, Sophia  —Ruki se acercó a ellos seguido de Azusa.

El trío fiestero se quejó, Sophie reprochó por aquella órden del Mukami más alto, Kou suplicaba que la dejarán disfrutar y Laito se reía.

Los pocos purasangre que estaban en la Sala, observaban la escena, sin entender.

Shu simplemente asesinaba a Yuma con la mirada. Pero también leía la carta de Hydra.

Ambas chicas eran una molestia.

—¿No podría volver con Kou?  Volvería tempranito... Tipo... Ocho  o nueve de la mañana, después del After...

—No.

—Rukii~  ¿Por fis?

—No.

—Pucha.

Shu y Sophie se dieron una mirada que ninguno supo interpretar; indiferencia y nostalgia.

A él no le importaba lo que ella hiciera, eso ella lo tenía claro...

A ella, él iba a extrañarla... Muy en lo profundo, eso él lo negaba aunque también lo admitiera...

Vaya nudo tenían ambos.