—No lo sé, no sabes, no sabes lo que siento, cada pensamiento que pasa por mi cabeza, suficiente con que mi padre, mis tíos y mis primos me jusguen.
—No no te voy a juzgar ni criticar, tal vez no sepa de lleno lo que sientes, ten seguro que lo que sea que me cuentes quedará en secreto como amigos— dejo de mirarlo, fijo mi vista al frente. No sé cómo pude mirarlo a los ojos todo este tiempo.
Lo pienso. Se que debería tener terapia, ir a la psicólogo o incluso a un psiquiatra pero no hay dinero, y no tengo a nadie que me ayude, ni siquiera puedo salir de casa sin sentir que me va a pasar algo malo. Sentir que me ahogo. Se que el no es psicologo ni nada por el estilo, pero necesito desahogarme, aunque sea un poco, un poco de todo esto que estoy guardando más de un año.
—Es que tampoco quiero dañar a nadie con mis pensamientos.
—El daño te lo harás a ti si no lo sueltas, si no sueltas lo que llevas dentro. Escucha, ya te e visto por el parque, la vez que un perro se acercó a ti y te pudiste muy nerviosa, cada vez que venias, temerosa tratando de que nadie vea que estas mal, trate de acercarme pero me daba miedo que te pusieras peor, además veia que lo lograba, lograbas controlar tus ataques y eso es digno de admirar, es de personas valientes.
No soy admirable, no soy valiente, soy débil como dice mi padre, solo estoy esperando el día en que muera, el día día en que decida morir.
—Entoces ¿Si aceptas que seamos amigos?.
—Esta bien— digo pesadamente. —Seamos amigos— sonríe.
—Muy bien, como buenos amigos que seremos, cuéntame— se queda en silencio pensando. —¿Qué deseas más en la vida?.
—Morir— le digo en un suspiro. —¿Y, tú?.
—Vivir.
—¿Por qué vivir?, ¿Qué le ves a la vida, a vivir?.
—Cuando estás a punto de morir, o estás en proceso y no sabes si morirás o no te das cuenta, ves mejor lo bonito de la vida, disfrutas más. Disfrutas del viento, el sol, el canto de las aves o hasta el aullido de los perros, disfrutas de los colores, de la naturaleza, disfrutas más de cada cosa.
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¿Cómo seguiré adelante?
Novela JuvenilLa vida da muchas vueltas. Un día estás bien y al otro... todo se derrumba. Nada vuelve a ser lo que era antes. Desgraciadamente lo malo de la vida ya tocó mi puerta. -¿Qué deseas más en la vida?. -Morir- le digo en un suspiro. -¿Y, tú?. -Vivir. Ini...