Llegamos al hospital, después de caminar por 10 minutos, donde no había casi gente. Lo cual fue un gran alivio. Ahora estamos en frente del hospital.
Mi respiración y mi pulso empieza a acelerarse, hay enfermeros, doctores (corriendo y caminando a paso rápido) y pacientes. Muchas... muchas personas.
—No puedo. — digo con voz entrecortada.
Retrocedo y me giro hacia la salida, camino rápido, levanto la vista y me fijo en el cielo. Veo las nubes y trato de encontrarle forma para distraerme.
—Perdón, no debí insistir— lo escucho hablar preocupado.
Niego con la cabeza, trató de emitir sonido pero no logro encontrár mi voz. Inhalo hasta llenar por completo mis plumones de aire, y exhalo.
—No, no fue tu culpa. Solo, s-solo quiero ir a casa, por favor.
Mi voz se escucha nerviosa.
—Claro, vamos y lo siento de nuevo.
Niego. No es su culpa, si no la mía. ¿Por qué me cuesta tanto? ¿No lo entiendo? ¿Por qué no soy normal?. Solo quiero morir, dejar de sentirme así. Sentir que no puedo respirar. Temblar. Sentir que me va a dar un ataque cardíaco, por las rápidas y fuertes palpitaciones de mi corazón que azotan mis costillas. Dejar de sentir un nudo en la garganta. Solo quiero dejar de sentir.
Me detengo de repente y me cubro la cara con mi mano. Quiero llorar pero no puedo, no quiero llorar en la calle y menos con Alex aquí.
—¿Qué pasa?, ven aquí.
Siento sus brazos alrededor mío. Me apartó al instante.
—No, no importa, no quiero y no debo llorar.
—¿Por qué? llorar es bueno, si lo contienes dentro será peor.
Niego con la cabeza.
—Solo necesito llegar a casa y ya me sentiré mejor.
Al llegar a casa veo el auto de papá estacionado.
No puede ser, no quiero otra discusión, no otra vez.
—No puedo entrar, mi papá está dentro y seguro... seguro que se enojara porque no me encontró ahí o... ¡o que se yo!. Mejor vamos al parque, si quieres.
—Si, vamos.
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¿Cómo seguiré adelante?
Novela JuvenilLa vida da muchas vueltas. Un día estás bien y al otro... todo se derrumba. Nada vuelve a ser lo que era antes. Desgraciadamente lo malo de la vida ya tocó mi puerta. -¿Qué deseas más en la vida?. -Morir- le digo en un suspiro. -¿Y, tú?. -Vivir. Ini...