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"What a feeling to be right here beside you now"

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Los siguientes tres días fueron unos días muy buenos para ambos. Al parecer haber pasado todo ese domingo juntos les ayudó bastante, ahora Sunoo se interesaba más por el trabajo o las cosas que hacia el alfa y Sunghoon cada vez más disfrutaba de la compañía del omega y amaba escucharlo contar todas sus historias. Ambos ya se estaban acostumbrando a tener el olor del otro regado por toda la casa, los hacía sentir bien.

El lunes, el rizado pensó que iba a ser incómodo verse con el omega debido a lo cerca que estuvieron de besarse en el balcón. Pero fue todo lo contrario. Antes de irse al trabajo vio a Sunoo llegar de su rutina mañanera y pudieron conversar unos cinco minutos. Ese mismo día, en la noche se sorprendió al ver que el omega decidió esperarlo para que cenaran juntos.

El martes no se vieron en todo el día. No hasta que el alfa regresó del trabajo y se encontró con un Sunoo en un saco que le quedaba hasta más abajo de la mitad de los muslos y de puntitas pintando notas musicales en la pared de su "habitación musical". Para el alfa fue una escena muy tierna cuando entró en la habitación, y también se quedó maravillado al ver por primera vez el cuerpo de Sunoo sin tanta ropa encima. Ese día el olor de Sunghoon era más fuerte que antes y el omega interno de Sunoo se removió ante la sensación que éste le producía.

El miércoles, Sunoo se dedicó al jardín por unas horas y luego fue a tocar algunas melodías en su preciado piano. Fue un día bastante relajante para el omega. Sunghoon por su parte, conoció un nuevo compañero en el trabajo. Un alfa, irlandés, rubio y bastante ruidoso. Al alfa le agradó desde el principio, pero no estaba acostumbrado a estar rodeado de personas tan alegres y ruidosas, por lo que al final del día estaba muy estresado y sólo buscaba la tranquilidad de su casa. Al llegar a ésta se encontró con Sunoo tumbado en el sofá de la sala, soltando ruidosas carcajadas mientras veía un programa de televisión, Sunghoon se unió a él y por alguna razón el sonido de la risa del omega y su olor hicieron esfumar cualquier rastro de estrés.

Ahora, era jueves y Sunoo había quedado con su hermana, Minjeong, en salir a almorzar y comprar algunas cosas que el omega necesitaba para terminar algunos detalles de su habitación. Mientras estaban por irse cada uno a sus casas, la beta recibió una llamada de su madre para que comprara algunas cosas en el supermercado, Sunoo por supuesto la acompañó. Al estar en el supermercado, Sunoo pensó que sería agradable llevar helado para él y Sunghoon como postre de la cena, por lo que tomó dos botes de helado y se dirigió a pagarlos.

Esperaba que a Sunghoon le gustara el helado, y también esperaba que el alfa tuviera ganas de pasar tiempo con él.

Al llegar a casa, se sorprendió al ver el auto de Sunghoon afuera, aún era un poco temprano, pero igual no pudo evitar sonreír un poco.

Abrió la puerta y la primera persona que lo recibió fue Hyuna, con una gran sonrisa, como siempre.

— ¡Joven! ¿Cómo le fue con su hermana? —preguntó ayudándole a Sunoo con las bolsas que traía.

— Muy bien, gracias por preguntar. —Al cerrar la puerta no pudo evitar respirar profundo para sentir el olor del alfa.

— El joven Sunghoon está en la sala, con su mejor amigo. —dijo Hyuna antes de entrar a la cocina.

Sunoo se dirigió a la sala, y tal como le había dicho la omega, allí estaba Sunghoon, con uno de sus muchos trajes que utilizaba para el trabajo. Pero no estaba solo. A su lado estaba otro alfa, con unos ojos color miel y unas pestañas larguísimas que llegaban a tocar sus cejas. El rostro de éste era un espectáculo, Sunoo nunca había visto un alfa tan hermoso y con una cara tan bien hecha.

Thank you for loving me. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora