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"I like the feelin' you're givin' me"

꒰ ・ ・ ・ ꒱

Ya habían pasado tres semanas desde que Sunghoon y Sunoo se casaron.

Casi no se veían en la casa, ya que Sunoo había decidido empezar a salir a trotar todas las mañanas y siempre que regresaba Sunghoon ya iba saliendo para el trabajo o ya no estaba allí.

Eso no significaba que no tuvieran interacción alguna.

Sunoo se propuso a conocer un poco más al alfa, ya que era consciente de que toda la vida no podían hacer como si no fueran esposos. Así que se dedico a tener pequeñas charlas con Sunghoon en las tardes cuando llegaba de trabajar. En esas tres semanas habían conocido mucho el uno del otro en sus pequeñas charlas.

Sunoo supo que Sunghoon nunca tuvo una relación seria en toda su vida, siempre fue de salir casualmente con omegas pero nunca a llevar las cosas más allá de un beso o una noche. También supo que su mejor amigo era un alfa y que a éste no lo habían obligado a casarse con algún omega ya que el padre de su amigo murió años antes y su mamá creía que no era algo necesario.

Ambos envidiaban al mejor amigo de Sunghoon. También, el alfa le contó que era muy unido a su hermana y que siempre, desde pequeño, tuvo ese instinto protector en las personas que le importaban y que cuando se apegaba mucho resultaba ser muy cariñoso. Esto último se le hizo muy curioso a Sunoo.

Sunoo pensaba que Sunghoon era un alfa muy peculiar.

Sunghoon, por su parte, supo que Sunoo sólo había tenido una pareja seria en su vida, que con ese alfa perdió su virginidad y que su relación terminó debido a que la familia del alfa le consiguió un omega para que se casaran; el ex-novio de Sunoo se negó a eso al principio pero que luego de pasar mucho tiempo con el otro omega, terminó enamorándose y dejó a Sunoo por siempre. Además de eso solo se dedico a salir en citas espontáneas con otros alfas pero nunca pasó nada más que un beso. También, descubrió que a Sunoo le gusta tocar el piano y que se conoce con Riki desde que eran muy niños. Sunoo en cada una de sus conversaciones siempre dejaba muy en claro que desde pequeño la idea de depender completamente de un alfa se le hacía ridícula, y Sunghoon simplemente asentía respetando su opinión.

Sunoo cada día sorprendía más a Sunghoon.

Y sí, así habían pasado sus tres semanas de esposos.

Era domingo, y era el primer domingo en que Sunoo decidió quedarse en casa y no salir a trotar. Ese día se levantó y era una linda mañana, todo era muy soleado y podía escuchar el canto de algunas aves. Sabía que iba a ser un gran día.

Al estirarse un poco llamó a su hermana Minjeong para hablar un rato. Luego de terminar con la llamada, le envió un mensaje a Riki antes de entrar a tomar un relajante ducha. Cuando ya estaba vestido con unos pantalones holgados y una camiseta, que le quedaba muy ancha y ocultaba todo su hermoso cuerpo, decidió salir de la habitación. No sabía si Sunghoon estaba en casa, así que decidió no hacer mucho ruido. Al bajar a la cocina se encontró con Hyuna y Hyojong, quienes lo saludaron alegremente.

— ¡Joven Sunoo! —dijo Hyuna.— ¿Cómo amanece?

— Muy bien, gracias. —sonrió sentándose en una de las sillas de la cocina.— ¿Tú?

— Bien. Ya le sirvo su desayuno. —dijo antes de darle la espalda para empezar a prepararle algo al omega.

— Hoy no salió a trotar. —señaló Hyojong.

— Oh, no. Hoy decidí descansar un poco. Además quiero ir a sembrar algunas cosas al jardín, está muy apagado aún.

— Buena decisión. —dijo Hyojong sonriendo.

Thank you for loving me. ‹𝟹 SungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora