Thank you for loving me. ‹𝟹 Sungsun

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"I love to hold you close, tonight and always. I love to wake up next to you."

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Sunoo nunca había tenido problemas para dormir, sin embargo esa noche durmiendo con Sunghoon, el alfa que le gusta, había descansado mejor que nunca. No podía describirlo en una sola palabra, pero se sintió seguro, protegido y querido.

Se había sentido el omega más feliz del mundo.

Al principio se arrepintió de haberle prometido a Sunghoon que dormiría con él. Sintió pánico y muchos muchos nervios, pero luego, cuando entró en la habitación del alfa se sintió como si ese fuera su lugar seguro y como siempre Sunghoon hizo las cosas muy simples y se aseguró de hacerlo sentir cómodo.

En conclusión, a Sunoo le encantó dormir con Sunghoon y por supuesto a Sunghoon también le encantó dormir con Sunoo.

Sunoo se empezó a despertar y sintió como una mano le acariciaba el cabello de una manera tan delicada y tan tierna.

Abrió los ojos para encontrase con los ojos verdes, un poco adormilados del alfa sobre él.

No pudo evitar sonreír.

— ¿Hace cuánto estás observándome? —preguntó con su voz ronca.

— No mucho, te ves muy lindo cuando duermes —le respondió Sunghoon devolviéndole la sonrisa.— Buenos días.

— Buenos días.

— ¿Dormiste bien? —preguntó dejando un pequeño beso en la frente del omega.

— Perfecto, ¿tú?

— No dormía tan bien desde hace mucho. —empezó a acercarse hacía los labios del omega pero éste se alejó.— ¿No me vas a dar un besito de buenos días? —Sunoo negó con la cabeza y el otro hizo un puchero.— Vamos, Sun... no seas un omega malo y bésame.

— No te voy a besar, tonto. No me he cepillado los dientes, asqueroso.

— Oh, tonterías. —bufó comenzando a acercarse de nuevo.— Eso no me importa, solo un besito chiquito.

— Nop. —Sunoo salió de la cama.— Iré a asearme, debo ir a trotar.

— Ni se te ocurra salir a trotar hoy, Sunoo. —el nombrado alzó una ceja y se cruzó de brazos.— No voy a ir a trabajar, quiero pasar tiempo contigo así que no salgas y quédate conmigo en la cama.

— ¿Estás tratando de decirme que hacer, Park Sunghoon?

— No es lo que trato de hacer, sólo quiero que te quedes conmigo, por favor.

Sunoo se quedó observando al alfa tumbado en la cama, con las sábanas cubriéndolo de la cintura para abajo, con un puchero en la cara de esos que solía hacer para convencerlo para que lo besara o simplemente le diera un abrazo. Se quedó observándolo y sentía que el gusto por Sunghoon crecía cada vez más.

— Ugh, sabes que siempre que haces esa cara terminas convenciéndome. —dijo empezando a caminar hacía la puerta de la habitación.— Está bien me quedaré contigo.

— Bien, pero ¿a dónde vas entonces?

— A lavarme los dientes. —respondió.

— ¿Sigues con eso? —puso los ojos en blanco.

— Obvio que sigo con eso, me daría pena que me besaras y sintieras mi sabor matutino.

— ¡No me importa eso! —dijo sonriendo.— Pero si quieres ve y lávate tus dientes. Yo no haré eso, sólo me enjuagaré con enjuague bucal.