Thank you for loving me. ‹𝟹 Sungsun

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"I don't wanna miss one smile, I don't wanna miss one kiss. I just wanna be with you, right here with you, just like this"

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La celebración del sexto mes de casados había sido la mejor y la más especial que habían tenido hasta ahora.

Días antes, Sunghoon le dijo al omega que no se preocupara por nada que él ya tenía un plan para celebrar como ambos se lo merecían. Los meses anteriores no habían hecho la gran cosa, sólo una cena en el balcón, con algunas velas al rededor, mucho helado de postre y demasiados besos y caricias de por medio. Los dos sabían que no necesitaban nada más, sólo con tener la compañía del otro era suficiente.

En el quinto mes, Sunghoon fue quien después de la cena le dijo "te quiero" al omega y desde ese momento su relación iba mejor que nunca. Sin embargo, el alfa quería hacer algo especial en el sexto mes de "casados", a ellos no les gustaba llamarlo así, más bien lo celebraban como un mes más que llevaban de haberse conocido y de empezar a compartir cosas bonitas y especiales.

Sunghoon hizo una reserva en uno de los restaurantes más bonitos. Era un lugar un poco elegante, pero como conocía muy bien al omega decidió apartar una de las mesas en la bonita terraza que estaba llena de hermosas plantas y de muchas luces al rededor, todo era muy al estilo de Sunoo y no se equivocó.

Al llegar al lugar, el pelinegro dio su nombre para que los dejaran pasar, los dirigieron a la mesa que, junto con sus dos amigos alfas, había ido a reservar para que estuviera justo en el lugar perfecto. Sunoo quedó maravillado con el lugar y no pudo evitar darle un pequeño beso en los labios al mayor.

La cena transcurrió normal, solo ellos dos conversando y diciéndose cosas bonitas, se agradecían por estar en la vida del otro y lo felices que estaban, en este momento, de que sus padres los hubiesen obligado a casarse siendo unos completos desconocidos.

No podían creer que ya habían pasado seis meses desde su matrimonio. Seis meses en los que se venían conociendo y creando poco a poco su pequeña historia de amor. Ambos sabían que estos seis meses habían sido suficientes para empezar a sentir más que un gusto el uno hacia el otro, sabían que eso ya había quedado atrás y que aunque aún no se lo dijeran, ambos estaban enamorados y que se pertenecían el uno al otro.

La cena terminó y se dirigieron de regreso a casa. Sunghoon conducía mientras ponía una de sus manos en el muslo de su omega. El camino a casa fue corto.

Esa noche fue muy especial en todos los sentidos. El alfa y el omega ya se habían acostado, habían hecho demasiadas cosas, cosas muy descuidadas y cargadas de lujuria y placer, pero esa noche fue diferente.

Esa noche, luego de la cena se fueron directo a la habitación y fue el omega quien primero atacó los labios del mayor, se besaron despacio y tierno. Empezaron a darse caricias suaves y llenas de cariño hacía el otro. Sin más empezaron a despojarse de sus ropas para dirigirse a la gran cama que compartían y se siguieron besando y besando hasta que sentían sus bocas salivar más de lo normal. Después de un rato sabían que se necesitaban y en serio querían ese contacto del otro, pero no como siempre, simplemente esa noche Sunghoon entró en el omega de una manera suave y lenta, entró en él y el ritmo de sus caderas fue el más delicado de todos los tiempos. Ambos disfrutaron completamente el momento tan íntimo que estaban teniendo, se deleitaron con los gemidos, besos, caricias y movimientos provenientes del otro; así lo hicieron hasta que tanto el alfa como el omega llegaron a tan hermoso orgasmo. Sabían que esa noche no habían tenido solo sexo, esa noche habían hecho el amor y fue la mejor sensación que pudieron sentir.

— Te quiero. —dijo el omega cuando se habían acurrucado en la cama.

— Y yo te quiero a ti. —respondió y dio un beso en la coronilla del menor.